Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.
miércoles, 20 de junio de 2012
The Pasadena Beotch Project
-“Oh fuck it, I’m gonna have a party!”
(Nada Surf)
Es un hecho universalmente aceptado que las comedias instituteras me vuelven loco. Esto ya lo he explicado varias veces, pero como cualquier género, el disparate teen avanza, evoluciona y cambia con los tiempos, como cambian los tiempos. Por eso se esperaba con gran expectación Project X (2012), comedia de Nima Nourizadeh saludada como un gran revulsivo del género. “De los productores de Resacón en Las Vegas” (me encanta esa forma de promoción tan casposa!), la peli viene avalada por unas críticas espantosas, de modo que a verla que fui. Confieso también que el buen Kike me la encareció hasta el ditirambo, y eso siempre lo considero una garantía (viniendo del hombre que tras ver Malditos bastardos, 2009, exclamó: “Por fin una peli de nazis fiel a la verdad histórica!”).
Project X, la historia es simple: un grupo de amigos pardos de una high school USA pretenden montar un fiestón legen… wait for it… dario, a fin de elevar su estatus de (im)popularidad. La excusa? El cumpleaños de uno de ellos, que se queda solo en casa, y entra en escena la figura del amigo canalla-hipersexuado-ansioso-por-ser-cool, quien organizará una fiesta que se les acabará yendo de las manos (por decirlo suavemente). Hasta quí todo estupendo, el problema es que hasta aquí es justo hasta donde llega la película, ni un paso más allá. La “F.I.E.S.T.A.” (igual que el baile de Graduación) es todo un tropo en la comedia juerguista, nunca faltó en Fuera de onda (1996), Alguién como tú (1999), las de John Hughes o la saga de American Pie… pero hacer girar toda una peli en torno a este evento es mucho más complicado. Se consiguió en El guateque (1968, y dicen mis amigos que esa es graciosa, no?), Despedida de soltero (1984) o Aquellas juergas universitarias (2003), pero Project X, con estar muy bien, no me ha parecido que alcance las cotas de la excelencia.
Un ejemplo: me reí más con la escena en que unos tíos mean desde un balcón en American Pie 2 (2001) que en todo Project X, y eso no es buena señal. Dicho esto, creo que sé dónde está el problema y voy a tratar aquí de descomponerlo para general ilustración. Cualquier peli de estas características descansa sobre varios pilares, a saber: personajes carismáticos (la pandilla protagonista sobre todo), trama bizarra (episódica, mientras más jevi mejor), diálogos graciosos (y a ser posible ingeniosos) y credibilidad cool (esto lo explico ahora).
-Personajes carismáticos: ellos llevan el peso de la película, si no te caen bien o no te interesa lo que les pasa, la peli te va a aburrir. Gloriosos ejemplos los tenemos en la saga de American Pie, o recientemente Resacón en Las Vegas (2009, 2011) y Supersalidos (2007). Project X presenta una pandilla y unos secundarios masculinos correctos, aunque el protagonista es tan pardo que tiene menos carisma que un bajista indie. No mola. Acuéstate ya, chaval, y deja de dar por culo. Por el contrario, el hallazgo de la peli: el personaje de Costa, ese amigo gañán y canalla que nos hace meternos en líos, como era Phil en Resacón. Él es el catalizador, el que consigue que todo se ponga en marcha. Estupendo Oliver Cooper, habrá que seguir su carrera.
-Trama bizarra: no faltan acontecimientos bizarros en Project X, admito que no me dejó de sorprender y eso es clave: cosas que no pasarían en TU fiesta. Lluvia de ideas: gnomo de jardín, perro volador, horno, lanzallamas… Imposible superar el valor de choque de Resacón en Las Vegas (2009), pero mucha imaginación es la que tienen los guionistas de esta peli, para estar ambientada casi exclusivamente en una casa durante una fiesta. Muy bien de anécdotas de gamberradas, sexo, drogas, bizarría… cuando veo una peli así busco que me enseñen lo que yo jamás podría encontrarme en una fiesta a la que fuera, y os aseguro que alguna que otra guaracha pisé cuando estuve viviendo en USA…
-Diálogos graciosos: para mi gusto, es donde la película hace aguas. Lo atribuyo en parte a haberla visto en su versión doblada, lo que la convierte en irritante (insoportable, por momentos). Tarantino a su lado sería Gloria Fuertes, tal es la acumulación de insultos y palabrotas que pueden soltarse por esas boquitas en Project X. “Puta, putita, chocho, chochete, zorra, zorrita…” –ese es el nivel, amigos. El hecho de que se trate de un supuesto documental casero rodado cámara al hombro (debería ser todo natural y espontáneo) vuelve aún más penoso el uso artificial del lenguaje, onda “¡Joder, tío, quieres coger el jodido teléfono de una jodida vez, mierda?” Quién habla así, por Dios!? Uffffffff!!! Supongo que en inglés todo sonará más natural, pero yo, que queréis que os diga, nunca me acostumbraré a escuchar cosas como “Esta noche vamos a follarnos a unos jodidos chochitos, tronc!”.
-Credibilidad cool: hacer un chiste sobre rabos puede resultar un recurso patético o una genialidad, como demostró la peli Supersalidos, en la que pese a la acumulación de groserías que presentaba los personajes emergían investidos de una dignidad nunca antes vista. De ahí surgió la fama de Judd Apatow y una supuesta manera de hacer comedia 2.0 políticamente incorrecta. Project X recoge el testigo de un subgénero muy denostado pero sagrado para mí, que no conviene tomarse a la ligera. En ese sentido está puesta al día, los chavales se comunican por redes sociales, perpetúan la gran tradición de la Fiesta Americana, dan una vuelta de tuerca al problema de conseguir drogas, sacan mujeres besándose, etc… pero a mi juicio, esta peli, que apunta al Olimpo de la Comedia, se queda a medio camino y por tanto la califico como fallida. Podría argumentarlo más si espoileara el final pero no voy a hacerlo, claro.
Por último, la cosa que creo más me ha defraudado de Project X (y no vayáis a pensar ahora que no me reí mucho viéndola) es la simpleza del tratamiento de los personajes, purititos arquetipos. Costa el gañán, perfecto como arquetipo, pero poco más. Gordo Genérico #1, en su job description lleva todo lo que se puede decir del personaje y el abúlico protagonista (cuyo nombre ni recuerdo, pese a que en un momento de la peli es coreado por miles de personas) ni está ni se le espera. Los padres son siluetas recortables de cartón, tienen más carisma los de la serie Lizzie Maguire, por favor (dónde está ese padre de American Pie cuando se le necesita?).
Y las zorritas? El protagonista tiene dos love interests, Angelica y Kirby, una morena y otra rubia (como en la zarzuela) y poco más puedo contar de su contribución a la película salvo que una se quita el sujetador y la otra no. Dónde quedaron Michelle con su flauta, Nadia la extranjera o la madre de Stifler de American Pie? Dónde los papelazos femeninos que hacían Rebecca de Mornay o Molly Ringwald en los ochenta? El resto de mujeres de Project X es un desfile indistinguible de jamelgas con (o sin) biquini que, francamente, esconde una falta de historia. Y no me digáis que la peli iba de juerga de machotes porque también lo iban las de Resacón en Las Vegas y ahí las mujeres de ellos tienen personalidades perfectamente definidas.
Conclusión: id a verla si (como yo) sois fans impenitentes del género teen, pero bajad vuestras expectativas y así a lo mejor resulta que os hará más gracia. Si no sois personas de chupitos de tequila en el cuello, pardillos priápicos con los cristales de las gafas empañados o carcajadas fumando un petardo… mejor meteos en otra salita del cine, anda.
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