Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

viernes, 29 de junio de 2012

21 días sin Facebook


-“…cuando en mi moneda salga cruz…”
(Dúo Dinámico)




Es un pájaro…? Es un avión…? Algunos no os habéis dado ni cuenta pero otros bien que sí. Porerror ya no escribe en Facebook!” –era el grito angustiado que imaginaba acurrucado en mi camita en posición fetal, tapado con unas sábanas “de Pirineo” y pasando más calor que Pingu en Écija (Almudena Power dixit). Era “el grito de guerra de una canción, cuando nadie se preocupa por gritar” –por citar a Duncan Dhu, que ya sabéis que citar y tergiversar frases hechas son las dos cosas que más me gusta hacer en este blog (bueno, y cantar mientras escribo, pero eso no lo veis…) Sí, sí, sí, sí: muy bien, Porerror, pero vayamos al tema que te quema… Cómo le gusta a usted meter el dedo en la llaga, señora…!

Porerror ya no escribe en Facebook y se ha llevado 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20 y 21 días íntegros sin publicar nada en su muro ni en el de los demás, y no ha sido casualidad, es que he estado siguiendo la dieta estricta de Samanta Villar, nuestra socióloga más reputada, ya que ella estableció como es sabido que 21 días es la cantidad de tiempo justo –“ni más ni menos”, por citar a Los Chichos- para cogerle el tranquillo o experimentar algo. “21 días sin Facebook”: resulta tan fuerte como suena, habida cuenta de mi supuesta adicción a dicha red social, supuesta por quienes desconocen la red social, mis hábitos y básicamente mi vida en general. No ha mucho una amiga me comentaba: “Tú es que utilizas Facebook como si fuera Twitter y dio la real clave de algo que mucha gente ha entendido pero que otros siguen sin apreciar.


Motivo? Porque en Twitter solo tengo 83 seguidores (y bajando) y no me echa cuenta nadie: pocas menciones, retuits y menos FAVs. Y no es que en Facebook sea alguien, pero es verdad que tengo una red de amigos, unos 200, que me aseguran el jolgorio y la tralla cuando suelo escribir algo, publicar un vídeo o expresar un estado cual si fuera un tuit, que es lo que últimamente hago. Si veis que os peto el murete, lo tenéis muy fácil: como me dijo en confianza un colega el pasado enero en una fiesta, “Macho, te he ocultado en Facebook porque estás todo el día escribiendo cosas.” ENHORABUENA A LOS PREMIADOS. Entonces pensé “Cómo sería la vida de la gente en Facebook sin mí?”, y me imaginé como en esa peli de Frank Capra, Qué bello es vivir (1946), cuando el protagonista desea no haber nacido nunca y le es dado contemplar cómo hubiera sido el mundo sin su huella: un lugar peor.

Hace exactamente 21 días una mañana de 8 de junio de 2012 leí varios comentarios en mi muro y se me cruzaron los cables, y pensé “Será verdad que soy un coñazo? Escribo un montón, lo sé… aburriré a la gente?” Tengo trabajo fijo, varias aficiones y “una gran vida social” –por citar a Alaska y los Pegamoides-, os aseguro que no paso en Facebook ni la mitad del tiempo que se me atribuye, pero sí es cierto que paso una considerable parte de mi ocio pensando ocurrencias ingeniosas para colgar en mi muro y que la gente se ría. A propósito de una noticia, un post, un tuit que leo, a propósito de cosas que me pasan en la vida real… siempre intento darles ese punto extra, ese toque que pienso que les puede hacer gracia a mis amigos de Facebook (a menudo cuelgo cosas con gente específica en mente, de ahí que usted no lo entienda, señora: limítese a ignorar esos posts).


Onda Samanta debería revelar cuál ha sido mi peor momento, el más duro, ese en el que estuve a punto de desfallecer y volver a la red social antes de tiempo. Porque esa es otra: qué tiempo? Hasta el 8º día no se me apareció Samanta Villar a predicarme que tenía que pasar 21 días de abstinencia como penitencia por ser tan pesao, y llegué a dudar si mi marcha de Facebook habría de ser definitiva e irreversible, como la de algunos de mis amigos en su día (esta última opción no me la creía ni yo, en verdad).

El pasado sábado 23 de junio a las 4 de la mañana leí por Facebook la muerte de Juan Luis Galiardo, y me faltó el canto de un duro para romper mi silencio y comentar. Otros momentos especialmente difíciles: cuando el buen Grillo colgó una canción de Pulp o cuando el buen Nacho Camino colgó el documental Inside Pop: The Rock Revolution, ese que Leonard Bernstein presentó en 1967 para dar a conocer al gran público USA cómo era la nueva música de esos jovenzuelos alocados… Y en general, cada vez que alguien ha tocado un tema de los que me llegan, que son casi todos, porque “mis dos nortes son la ilusión y la curiosidad” –por citar a Manolo García…


Pero no todo ha sido mierda ni barro, no! Durante estas tres interminables semanas (sería un adicto, después de todo?) ha habido mucha gente que me ha dado ánimo y me ha pedido y/o exigido que volviera a Facebook, bien vía mensajes privados, vía wasap o en conversaciones cara a cara. Especial agradecimiento a mis colegas el buen Migue y el buen Nievas, a las Vainas Locas (Rocío y Almudance), a los buenos Grillo y Malele, a la buena Ana Belén, a las buenas Corredoras (Piluca y Carmen)...

Y a mis compis de trabajo las buenas Cristina Dickens y Susana Eurovisiva, quienes me han petado el muro de indirectas musicales, directamente dedicadas a mi vuelta a los ruedos: temazos de Mocedades, El Dúo Dinámico, Chavela Vargas, Sergio y Estíbaliz o las innombrables carrachas de Muñequita Sally (solo aptas para gourmets de lo bizarro…). Mención aparte merece la buena Mariwave, quien me escribió un emocionante mensaje onda “sin ti no soy nada” –por citar a Amaral- en Facebook que me hizo ver que todavía puedo seguir repartiendo sonrisas con mis chorradas.


De modo que ya lo sabéis, juventud, hoy 29 de junio vuelvo al tema que te quema, vuelvo a Facebook –como Miguel Ríos volviera a Granada- y a seguir dando caña, a la brecha (ayer escribí un tuit sobre Enrique V y la buena Macky Chuca me lo ha FAVeado… tal vez sea el comienzo de una nueva racha). En cualquier caso, aquí estoy de nuevo, esta era la razón de que durante tres semanas no haya escrito y, again, enhorabuena a los premiados. O –por citar a Chavela Vargas- “me muero por volver”.

8 comentarios:

GRILLO SOLITARIO dijo...

'WELCOME TO THE MACHINE', POR CITAR A PINK FLOYD.

LO DE LAS QUEJAS SOBRE LA CANTIDAD DE PUBLICACIONES EN TU MURO ES ALGO QUE NUNCA ENTENDERÉ. DE LA MISMA MANERA QUE NO COMPRENDO QUE SEA YO EL ÚNICO EN QUEJARME DE LA LONGITUD DE ALGUNOS DE TUS POSTS, QUE SON DE OBLIGADA LECTURA :-P

¡CUIDESE!

manolo haro dijo...

"No hago otra cosa que pensar en ti..."

Anónimo dijo...

"Get back, get back. Get back to where you once belonged..." Bienvenido compañero. Se le ha echado mucho de menos, que lo sepas.

CHMA

Aida dijo...

Ups. Pues no me había dado cuenta. Sorry.

Seño Ana dijo...

Despues de tanto tiempo sin comentar en estatuas verdes lo mejor q puedo decir es bieeeeeeeen!!!!
Aunque algunos no te lo hayamos dicho hemos sufrido en silencio tu ausencia ( por citar a hemoal)
Bienvenido corasson.

Anónimo dijo...

GRACIAS!
(Almudance)

Mariolaprofe dijo...

Ni te imaginas el ambiente que ha recuperado mi muro de FB. ¡Si es que Porerror me da la vida!

Anónimo dijo...

Eres un crack!!! Todo lo haces con un sello.personal...hasta desaparecer...pero qué bueno que volviste!!!
Silvia

 
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