Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Cartas a un joven popero


¡No veáis cómo estamos con las cartas, amigos! Me comenta en una especie de congreso un gurú 2.0 que “las postales son una cosa del pasado, están obsoletas: son del siglo XX”. Yo me callo porque el día antes acababa de recibir una, pero claro –pienso- yo también soy del siglo XX. Las postales serán del siglo pasado pero, ¿qué me decís de las cartas? Proliferan como champiñones por doquier. Ahí están las afamadas Cartas a un joven poeta (1929) de R. M. Rilke, la “Carta a un joven escritor” (2010) de Pérez-Reverte en XL Semanal, y las Cartas a un joven novelista (1997) de Vargas Llosa. Yo, que siempre he sido tan epistolar, también quiero dejar mi contribución a tan egregio género, y he aquí que os presento mis “Cartas a un joven popero”.


Carta #1: “Sonido chicle”. Este mediodía por poco me he caído de la silla del mareo, buen popero, por poco me atraganto con los calabacines al ver una noticia en el telediario de Antena 3 (cuándo hay boda, etc?). Motivo? Hablando de Rebecca Black, la locutora va y dice: “Ha nacido un nuevo estilo: el chicle-pop”. Como hace años que dejé de usar dodotis, me hago pipí encima. Ha nacido el pop de chicle? Hemos vuelto a 1967 y no me he enterado? Qué se fizieron Kasenetz y Katz? Qué pasa con The Ohio Express, 1910 Fruitgum Company, The Archies, la sintonía de Scooby-Doo, The Cowsills, The Jackson 5, The Osmonds, The Partridge Family y Bay City Rollers? (y, si me apuras, ABBA?) Por no hablar de recientes engendros escandinavos como Aqua y Cartoons. Por una vez, Antena 3 ha hecho buena la frase de “inventores del chicle”. Tiene cojones! :(


Carta #2: “Mis páginas traseras”. El vientecillo primaveral me despeina mientras suena en mi iPod esa versión de Bob Dylan que hicieron los Byrds, me refiero al tema “My Back Pages”. Paseando por una afamada avenida de Miciudad, recientemente peatonalizada, me pongo borgiano y me da por pensar si en realidad no sería Dylan el que versionó a los Byrds. Tan buena y tan original es la versión byrdy que hacen la canción propia. La letra es para echarle de comer aparte, la melodía y los arreglos: el pop no llega más alto. Son la muestra palpable de que más allá del chicle llega el palote (con perdón): se puede hacer pop de calidad sin comprometer ni el atractivo comercial ni el rigor. No por nada tengo una foto enmarcada de los Byrds en la cabecera de mi cama.



Carta #3: “Vamos”. Hoy en el café, querido popero, se entabló uno de esos debates bizantinos que atesoro acerca de la música clásica vs. el “rock”. Yo dije que la música clásica la respeto tanto como a la catedral de Jaén, pero que me deja frío. “Eso será porque no te has parado a escucharla” –me dicen. A lo mejor. Luego me salta al azar en el iPod “Come On” de Chuck Berry, el eslabón perdido entre el rock and roll y el pop (fue el primer single de los Rolling Stones, pero seguro que ya lo sabías). Entonces lo entiendo todo: gente como Berry me han tarado, son la razón de que yo no escuche a Schubert. Ya sabes, “Roll Over Beethoven”, etc.

3 comentarios:

natalia dijo...

Hay que ver las cosas que te dicen en el café!

Riggy dijo...

Al hilo de la carta#1 tengo una confesión que hacer: ya no veo el Telediario de Antena 3. Me gusta mucho el de TVE y ya me conozco a todos sus corresponsales por el nombre. Es importante que tú sigas viéndolo para que yo me mantenga al tanto vía Estatuas Verdes.

natalia dijo...

Siempre me han encantado los corresponsales del telediario de la primera cadena(¿os acordáis? Primera cadena y segunda cadena. Punto final). Desde peque.

 
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