Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 25 de junio de 2012

Vuelvo a la Ladera


Sin duda que vosotros recordáis mejor que yo aquella afamada chirigota del Carnaval de Cádiz 1996 por nombre Los astronautas españoles. Tenían una presentación hilarante, basada en la versión rumbera que Albert Pla hizo del “Walk On the Walk Side” de Lou Reed, y antes de acabar cantaban (era la época de Apollo XIII también): “Houston, Houston… ya estoy yo cantando en Cádiz!” Desde aquel invierno dicha frase ha sido mi grito de guerra cuando me disponía a hacer algo de manera inminente, fuese o no cantar y desde luego sin tener nada que ver con la Tacita de Plata. Esto viene a que por fin estoy en disposición de gritar a los cuatro vientos que “Ya estoy yo cantando en Alburquerque!!!”

Traducción para los que seáis menos freaks que yo (pronúnciese como dos sílabas españolas “ea”), quiere decir que estos próximos 19 al 21 de julio acudo de nuevo al Festival de la Escena Indie de Alburquerque, vulgo: ContemPOPránea. Llevaba 3 años sin ir al Contempo, había ido las tres ediciones anteriores, y durante el año debo decir que mi mayor preocupación respecto a este festival es encontrar a gente con la que poder ir. Soy freak, pero aún no he llegado al nivel de plantarme solo en un festival con mi tiendita de campaña y una nevera llena de suministros del Mercadona. En 2010 me quedé sin Contempo pero a cambio tuve la oportunidad de acompañar a una pareja amiga al Sonorama Ribera, en Aranda de Duero: cartelazo, organización muy buena pero infraestructura lamentable. En 2011 fui con los mismos (benditos sean!) al Low Cost de Benidorm: cartelazo again, bien organizado y Benidorm, mezcla de un relato de Cortázar y una novela de Rafael Chirbes, hizo que se me cayeran los ojos al suelo (hasta un post tenía pensado dedicarle, pero no tuve huevos).


Todos festivales muy meritorios y dignísimos, igual que el Eutopía de Córdoba (el cartelito de 2009 potente y muy cuco), el Territorios de Sevilla, al que acudo regularmente desde 2007, cuando mutó de orgía del buenrrollismo a sarao modernete: cartel bueno pero irregular y organización estupenda, o el South Pop, al que también he ido varias veces (otro potente y cuco). Pero a mí lo que me gusta es mi ContemPOPránea, coño, su viaje en coche y su entrada en Alburquerque cantando a voz en grito, su programa de Radio 3 en directo, su piscineo con su tinto y sus libros para culturetas, su tienda de campaña al solano a las 9 de la mañana, sus poperos y poperas disfrazados (madre mía, menudo concurso de camisetas modernas/irónicas), sus cacheos de la Guardia Civil, y cómo no… sus conciertazos en la Ladera del Castillo de Luna, y que no decaiga!!!!!! El Contempo ha coqueteado con la escena internacional (cómo olvidar a Teenage Fanclub, Camera Obscura, The Wedding Present…?) pero como se ha consagrado es como el gran festival de la escena indie española. Indie es lo que vosotros llamáis indistintamente “modernos” o “poperos”, para que nos entendamos.

El personal que solía acudir lo componían puristas del pop, gente muy escuchada y nada casual: sus camisetas, sus looks, lo que escuchaban y lo que tocaban en sus guitarras en la piscina municipal de Alburquerque así lo atestiguaba (en el hilo musical de dicha piscina sonaban no ya Los Planetas sino Hidrogenesse… ese es el nivel). Espero que nada de eso haya cambiado, porque yo cuando me pongo también soy muy purista y muy estúpidillo. En el Contempo todo el mundo lleva camisetas de risa o de grupos indies, allí no os vais a encontrar a nadie con camisetas de Mägo de Oz, para entendernos, ni de Guns N’ Roses (salvo la que lleva Porerror, claro). El cartelazo de este año es para meter miedo: Cooper, La Habitación Roja, Sidonie, La Casa Azul, Ellos, Maga, Dorian, Sr. Chinarro, Niños Mutantes, Rusos Blancos, Klaus & Kinski… ejem... Amaral... a casi todos los he visto ya en directo, a casi todos los he visto ya en directo en la Ladera del Castillo de Luna pero… who’s counting?


Este año: la gran polémica, tras un disputado debate acerca de la más conveniente forma de alojamiento para el festival, mis compañeros y yo habemos optado por la tradicional tienda de campaña Quechua, ahí a tope, porque aunque uno va teniendo ya una edad y es verdad que las incomodidades y los servicios limitados cada vez apetecen menos, nada se compara al espíritu romántico y festivalero de una acampada pop (o eso o es que el camping gratis viene incluido en el precio del abono), por no explicar que en el Contempo la zona de camping está paredaña con la piscina municipal del pueblo, con evidentes efectos beneficiosos para nuestra salud material y espiritual (siestas, neverita, lectura, tertulias, etc.)

Ya iré informando un poquito de la jugada, y seguro que habrá posts cuando llegue el momento, pero como en anteriores ocasiones, he querido hacer uno para calentar el partido. Creo que tengo que ir a comprarme una camiseta nueva de Guns N’ Roses, porque la que tengo (de 2004, por la que estuvieron a punto de pegarme en Bruselas) ya anda un poquito hecha polvo. Sin tener nada que ver con nada, aprovecho para felicitar a El Gallo Verde, Fanzine Digital de Música Independiente y blog oficial del festival, por su reciente 5º Aniversario (y no digáis que lo hago porque hace unos años el buen Tesorero me prometiera invitarme a margaritas con hielo…). Este año vuelvo a la Ladera, vuelvo a dar caña, ya venden Tanqueray en el Mercadona, los planetas se alinean, yo he vuelto al pop tras una época de mi vida un tanto oscura, el sol vuelve a brillar, vuelvo a sonreír… Viva! VIVA!! VIVA!!!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Seis de la tarde. Sentado en la piscina infantil, cubatita de plástico en mano, observando a los resacosos poperos dormir la de anoche bajo la sombra de los árboles. ¡Recuperamos el paraíso perdido!
Un simple mojaquero

Riggy dijo...

Yo a éste nunca he ido pero, ay amigo, los festivales qué alegrías nos dan.

Aunque lo que más me ha llamado la atención del post es lo de Benidorm, me hubiera encantado que escribieras sobre ese territorio mítico, que cuando lo recuerdas te asaltan dudas sobre si de verdad existió o fue todo un mal sueño.

Para mí es lugar sagrado, he ido dos veces. La primera en un viaje con amigos en la línea de esas pelis de fiestas de instituto que tanto te gustan, con visita de madrugada al hospital incluida. La segunda a un festival retro lleno de rockabillies y amantes del garage que se celebraba en una discoteca con forma de platillo volante.

Quién quiere Eurovegas teniendo Benidorm.

El_Tesorero dijo...

Coño Porerror, porqué no avisas de que vienes, este año ha sido un poco caótico pero hemos dormido en casa y te podríamos haber invitado a macarrones y calimochos de sandía.

 
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