Mi ajetreada vida social me lleva a tener que cocinar rápido, rico y barato. Para ello desempolvo una vieja receta familiar. ¿Cocinar? Con música siempre, de manera que pienso en el grupo más nutritivo que conozco: The Who, e interpreto una versión mod-psicodélica del “Cerdo a la sidra”.
Ingredientes (para 4 personas):
-Un CD Magic Bus de The Who (1968)
-600 gramos de carne de cerdo para estofado (también se puede con filetitos de solomillo)
-300 g de champiñones limpios en láminas
-2 ó 3 cebolletas medianas
-Un puñado generoso de aceitunas
-Una lata (33 cl.) de sidra
-Un chorreoncito de aceite de oliva
-Sal y pimientas blanca y negra al gusto
En primer lugar se reproduce el disco de los Who, recopilación de rarezas-singles-canciones sueltas que no puede ser considerado un álbum propiamente, pero que aporta algunas piezas fundamentales de su discografía como “Magic Bus” o “Pictures of Lily”.
En una sartén honda u olla se echa el aceite y cuando esté bien caliente se pone el cerdo, salpimentado, hasta que se dore un poquito. Se retira la carne y se aparta. A continuación se echa la cebolleta picada fina, y se marea en el aceite hasta que se ponga transparente.
Se aprecia cómo en el disco coexisten piezas verdaderamente psicodélicas (“Disguises”, “I Can’t Reach You” o la embrionaria “Our Love Was, Is” –que apareció luego de otra manera en el The Who Sell Out-) con otras cancioncillas absurdas tipo novelty (“Dr. Jekyll & Mr. Hyde”, “Bucket T.”).
Pensando que a veces The Who copiaron lo peor de los Beach Boys, se añaden los champiñones en láminas y se remueven con la cebolleta para que se hagan un poco. Se añade un buen puñado de aceitunas (al gusto) y se escucha atentamente el tema que da título al disco: “Magic Bus”. Entonces se vuelve a echar la carne de cerdo y se agrega el contenido de una lata de sidra. Previamente se ha comprobado el punto de sal a los acordes del temazo “Doctor, Doctor”, de John Entwistle.
Se deja hervir hasta que se consuma la mayor parte del líquido (la receta original decía 10 minutos, yo lo tuve más de 20). Si es necesario –y si nos quedan fuerzas tras extasiarnos con “Pictures of Lily”- se vuelve a dar a Play para escuchar el CD de nuevo. Tras seis o siete canciones, el plato estará listo para su degustación, en óptimas condiciones de temperatura y psicodelia.
Ingredientes (para 4 personas):
-Un CD Magic Bus de The Who (1968)
-600 gramos de carne de cerdo para estofado (también se puede con filetitos de solomillo)
-300 g de champiñones limpios en láminas
-2 ó 3 cebolletas medianas
-Un puñado generoso de aceitunas
-Una lata (33 cl.) de sidra
-Un chorreoncito de aceite de oliva
-Sal y pimientas blanca y negra al gusto
En primer lugar se reproduce el disco de los Who, recopilación de rarezas-singles-canciones sueltas que no puede ser considerado un álbum propiamente, pero que aporta algunas piezas fundamentales de su discografía como “Magic Bus” o “Pictures of Lily”.
En una sartén honda u olla se echa el aceite y cuando esté bien caliente se pone el cerdo, salpimentado, hasta que se dore un poquito. Se retira la carne y se aparta. A continuación se echa la cebolleta picada fina, y se marea en el aceite hasta que se ponga transparente.
Se aprecia cómo en el disco coexisten piezas verdaderamente psicodélicas (“Disguises”, “I Can’t Reach You” o la embrionaria “Our Love Was, Is” –que apareció luego de otra manera en el The Who Sell Out-) con otras cancioncillas absurdas tipo novelty (“Dr. Jekyll & Mr. Hyde”, “Bucket T.”).
Pensando que a veces The Who copiaron lo peor de los Beach Boys, se añaden los champiñones en láminas y se remueven con la cebolleta para que se hagan un poco. Se añade un buen puñado de aceitunas (al gusto) y se escucha atentamente el tema que da título al disco: “Magic Bus”. Entonces se vuelve a echar la carne de cerdo y se agrega el contenido de una lata de sidra. Previamente se ha comprobado el punto de sal a los acordes del temazo “Doctor, Doctor”, de John Entwistle.
Se deja hervir hasta que se consuma la mayor parte del líquido (la receta original decía 10 minutos, yo lo tuve más de 20). Si es necesario –y si nos quedan fuerzas tras extasiarnos con “Pictures of Lily”- se vuelve a dar a Play para escuchar el CD de nuevo. Tras seis o siete canciones, el plato estará listo para su degustación, en óptimas condiciones de temperatura y psicodelia.
Et… le voilà: Cerdo à la Who. ¡Ay, no puedo sino pensar que, de haber conocido los Daltrey, Townsend, Moon y Entwistle esta receta, no hubiesen cenado todas las noches esas lamentables alubias con tomate Heinz.
(Os ha molado el post, ¿verdad? Pues atentos que ahora viene lo mejor. Después de escribirlo me voy a cenar y resulta que… ¿recordáis lo de “también se puede con filetitos”? Pues al parecer la receta tiene que hacerse con filetitos. De otro modo, si lo hacéis con taquitos de carne como yo, sería necesario muchísimo más tiempo de cocción, usar una olla a presión… en fin. Resulta que pruebo el plato y la carne está hiperdura, absolutamente INCOMIBLE. Total, que al final fui yo el que tuve que cenar las beans Heinz de lata. Por guay. La próxima vez cocino con Vainica Doble de fondo, coño.)
4 comentarios:
Qué risa me ha entrado con el último párrafo, madre mía. Lo de Vainica Doble ya me ha matado.
En fin, siento tu desdicha, más suerte la próxima vez!
Pobrecito... No te preocupes, la próxima vez será. Me gusta la idea de cocinar con Vainica Doble de fondo... ;-)
"Trabajando en la cocina, ¡ay que pesadez!
Como una negra, como una china, con el almirez.
Con el almirez y su manita
machaco el ajo, la cebollita y el perejil...
Y el ajonjolí."
Por cierto, ¡enhorabuena por las 10000!
¿Has probado cocinar con música Country?
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