Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

viernes, 20 de enero de 2012

"La calle es mía", o: Jracias por nada!


Podréis decir lo que queráis del difunto D. Manuel Fraga Iribarne, salvo que era un demócrata. “Padre de la Constitución”: no cabe duda, “Arquitecto de la democracia”: continuamos para bingo. Ahora resulta que Fraga era más nacionalista gallego que Castelao, y todo porque no se le entendía cuando hablaba. Confuso, sí, pero no tanto que no podamos reconocer en él a uno de los ministros más señeros de Franco, pilar del Régimen durante una época, que desarrolló una importantísima labor en Información (suprimió la censura previa) y Turismo (creó la red de Paradores Nacionales), por citar tan solo dos ejemplos.

Ya en Vicisitud y Sordidez se ha dicho que Don Manuel fue un grande del humor en nuestra infancia. Pero una de las frases más bonitas de Fraga y por las que será recordado (al menos en mi casa: para los medios parece que esa etapa no ha existido) es la de cuando –siendo Ministro de Gobernación con Arias Navarro en 1976- dijo aquello de “La calle es mía”. Preciosa doctrina que, 30 años después, el ex alcalde (por fortuna) de Miciudad abrazó con inusitado denuedo, confiriendo a la frase una espectacular vigencia.


Así, vuestro ex alcalde se embarcó en un demencial plan de construcción de carriles bici y peatonalizaciones por toda la ciudad, damnificando al gran olvidado de sus mandatos: el ciudadano de a pie. Con un cinismo orwelliano, vuestro ex primer edil confirió a Miciudad el rimbombante título de “La ciudad de las personas”, olvidándose de postmodificar la palabra y aclarar a qué personas se refería. A las que van a los sitios andando está muy claro que no.

Me acordé de él anoche, y cada vez que me libro por los pelos de morir atropellado por un ciclista asesino de esos que no entienden la frase “preferencia para peatones”. Cada vez que debo esperar a que cruce un taxi, coche de policía, camión de la basura, tranvía, triciclo, monociclo, coche de caballos (Qué será lo próximo…? El batmóvil?), etc por una de esas vías públicas supuestamente peatonales. Y por qué no vas por la otra parte de la vía, Porerror? Porque no me da la gana, señora.


Igual que los ciclistas no me respetan a mí en los pocos sitios de Miciudad donde no han quitado la acera para dejarles paso a ellos (hasta árboles arrancaron), yo me declaro objetor del carril bici. No creo en él. Pero es que además, es muy probable que el resto de la calle se encuentre ocupado por veladores (de los que el ayuntamiento se saca una jugosa tajada), sillas, bancos, quioscos, tenderetes, puestecillos ambulantes, artistas de la caricatura, estatuas humanas, músicos callejeros, etc.

Para muestra dos botones. La calle más emblemática de mi barrio pijo sufrió una falsa peatonalización que hace que sea el terreno de juegos preferido de todos los niños y los perros de la ciudad. Maravilloso. A excepción de que cada pocos metros es atravesada por una bocacalle por la que siguen circulando los coches (por lo que no se puede andar tranquilo). Pero es que el tercio central de la calle, lo mejor, como yo le digo: el solomillo, está ocupado por un carril bici. “Ahora todo el mundo podrá caminar sin problemas por la calle A” –nos prometían atractivos carteles de propaganda durante las molestas obras. Salvo que es mentira.


Con todo, lo mejor de la ciudad es su avenida más concurrida. La iban a peatonalizar –decían- para que todos anduviésemos por ella. Lo hicieron, no sin plantarle unos railes tranviarios en ambos sentidos, con lo que la seguridad vial quedó notablemente mermada. Ah, pero a esta avenida le faltaba un detalle, algo intolerable en esta Ciudad de las Personas (Ciclistas): no tenía carril bici. Resulta que después del tranvía y los veladores de decenas de bares y cafeterías todavía quedaba espacio para que los peatones transitaran tranquilos. IN-AD-MI-SI-BLE!!!

Y entonces le instalaron en tol medio una especie de carril bici (“con preferencia peatonal” dice el cartel pero… quién lee en España?) para que ahora sí que sí ya nadie pudiese caminar sin sobresaltos. También debe haber señales secretas para ciclistas que yo no he conseguido ver en las que dice “Velocidad mínima: 10 km/h”. Entonces, de quién es la jodida calle? Pues será de Manuel Fraga, porque lo que es de servidor de ustedes les aseguro que no.

5 comentarios:

José Ignacio Lara García-Junco dijo...

Yo creo que es de lo peor del ex alcalde de Miciudad.

La acera que da al campus universitario donde están Biología, Física, etc. es IN-FER-NAL. Pero ¡si tiene más peligro casi que ser peatón y turista primerizo en Amsterdam (que si tranvía, que si calzada, que si bicis, que si carril bus)!

Pero ¿dónde puñetas está mi acera, esa acera por la que podía antes caminar tranquilamente y sin sobresaltos?

Y no te digo ya ir con una mujer embarazada junto a ti por calles peatonales de Miciudad: es una experiencia que pone los pelos de punta...

Y para los pobres ancianitos, digo yo que tendrá que ser superemocionante también: no apto para abuelos con problemas cardiacos (y esto lo digo sin coña...).

PD. Como, para colmo, al final paren la construcción del famoso rascacielos de Miciudad, el susodicho ex alcalde va a quedar estupendamente...

Anónimo dijo...

INDIGNAO,YO QUE VIVO ENCIMA DE UNA CORNISA DESDE LA QUE SE DIVISA VUESTRACIUDAD(ANTERIORMENTE MICIUDAD ,INCLUSO NACÍ Y VIVI EN EL BARRIO CON MÁS ARTE),Y POR TANTO VOTO A OTROS ALCALDES,OS DIGO QUE OS ESTÁN DEJANDO UNA VUESTRACIUDAD MAGNÍFICA Y QUE SERÁ PEFERIBLE MIL VECES APRENDER A "TOREAR" CICLISTAS A LO QUE TENIAIS ANTES...

Anónimo dijo...

Lástima que llego tarde a un precioso debate planteado.

Soy ciclista aunque, en mi caso, es super raro que un peatón me llame la atención por circular imprudentemente. Al final, todo depende de la cultura personal de cada uno (aunque eso es otro debate: la cultura personal suma sinérgicamente a la cultura social-global de una ciudad o es ésta la que influye sobre la conducta personal?).

¿Cuánto le hubiese costado al político-fulanito que sea echar un vistazo en Amsterdam o en Copenhague y tratar de copiar más o menos lo mismo? A un tontito, dale un carguito...

Es cierto, lamentablemente se han arrancado árboles, pero en NuestraCiudad también se han dejado inexplicablemente en "tol" medio del cemento verde, por no hablar de los acojonantes cambios de rasante, de la falta de aparcamiento para vehículos o de la anchura que queda para los viandantes. En definitiva, un desastre.

También he de decir que quisiera ver realmente a la policía multando a los ciclistas que se cuelan y abusan de un derecho que no tienen, y también a los peatones intransigentes. Hay de todo, señora.

Don CalcetínRelleno

Anónimo dijo...

Llevo viviendo en Sevilla más de 15 años y creo que hablo con conocimiento de causa si digo que lo que están haciendo de/con Sevilla es una atrocidad. Desde los carriles bicis (que además, resbalan los puñeteros) hasta las famosas setas de la Encarnación, pasando por las baldosas de la Alameda...todo, francamente, me da pena.
Sevilla es una ciudad con un potencial tremendo, con un encanto ( y un color!) especial....pero parece que quienes toman decisiones aquí realmente, no quieren a su ciudad.
Como bien decía un cartel: Sevilla, la DESTRUCCION de un sueño...

Saludos!
Silvia

Anónimo dijo...

Estimados colectores,

Yo no estoy de acuerdo con la influencia del carril bici en Miciudad. Ha facilitado tanto las cosas que ha conseguido traer algo de los paises civilizados a nuestras calles sureñas...Por no mencionar al llamado "Frente de Liberación de la Bicicleta" mencionado en el texto, con el que yo aun no me he cruzado, la verdad. No veo ciclistas kamikazes que atenten contra pacíficos peatones diana...quizás sea cuestion del color con que se mire...

Saludos de un ciclista ocasional y peatón eterno.

 
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