Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Vive como quieras: Otra peli como las de antes


-“¡Bonito país sería este si todos dedicásemos nuestro tiempo a ir al zoológico y a tocar la armónica!”
(A.P. Kirby, Vive como quieras)




Se pregunta el buen Xabipop en su blog si 1939 fue el año de oro del cine. Personalmente lo dudo, ya que en 1939 precisamente John Ford perpetraba ese crimen contra la humanidad que algunos llaman La diligencia. Pero un año antes, un cineasta de los buenos, un tal Frank Capra, un siciliano, dejó rodada una obra maestra de la comedia amable como solo él las sabía facturar. Estoy hablando de Vive como quieras (1938), en inglés You Can’t Take It With You (No te lo puedes llevar). ¿Y qué es lo que no te puedes llevar? Pues el dinero al Otro Barrio. De ahí p’arriba.

Son esas comedias anticapitalistas que tan bien hechas están y que hoy día nos parecen casi de ciencia-ficción. Me encanta la comedia, y a veces se me olvida de que no es un invento moderno. Me sucedió una noche viendo Sucedió una noche (1934) –otra de Capra-, que me dejó sin aliento. Vive como quieras es casi tan buena, y tan feelgood que no entiendo por qué no la emiten también en Navidad junto a Qué bello es vivir (1946) –otra de Capra-. Os he engañado un poco, porque en 1939 Capra también rodó una obra maestra: Caballero sin espada. En los años 40, el buen Frank Capra hizo his bit por la causa Aliada rodando documentales de guerra, pero Vive como quieras pertenece a otra época, casi a otro planeta.


A ese planeta “inocente” de entreguerras en el que los USA eran un gran país de 48 estados, cuya marina no pegaba un tiro desde la Guerra de Cuba, donde los rusos todavía se veían como “buenos”, y estaba guay burlarse de los “ismos” (comunismo, fascismo, vudú-ismo, según Capra), un país tan democrático que se burlaba de los árboles de familia, y donde la fotosíntesis era todavía un misterio. Desgraciadamente, también había mucho espacio para el racismo y el machismo, pero, según Hollywood los hombres más odiados de América debían ser los magnates: los Rockefeller, Rotschild, Frick, Morgan, Ford…

Después de todo, el capitalismo salvaje había traído una crisis financiera e industrial con grandes tasas de paro y gente saltando por las ventanas (no sé si os suena de algo), y todo ¿por qué? Según Frank Capra, porque no se sabían divertir. O en el idioma de Estatuas Verdes, porque no tenían alma. Frente al Capital malvado está el embelesamiento de las “artes liberales”: la pintura, la música, la danza, la literatura, la pirotecnia. Vive como quieras, la peli entera, está cifrada en una escena memorable. El Sr. Poppins, contable con alma de juguetero, comienza haciendo odiosas sumas (no ha cometido un error en 20 años) cuando es distraído por el Abuelo Vanderhof, empresario que un día dejó la banca para dedicarse a coleccionar sellos.


Se ponen a hablar y Poppins acaba yéndose a casa de Vanderhof a hacer juguetes, se convierte en un “lirio del campo” (es la frase bíblica que usan), dándole la espalda a la ruda firma inmobiliaria donde le gritan y no lo valoran como persona. “You can’t take it with you”: da igual el dinero que tengas, porque no te lo vas a poder llevar. Y sin embargo el cariño y la amistad sincera (no motivados por la pasta) sí son valores verdaderos para Capra y su elenco.

No he dicho hasta ahora de qué va la peli, y a lo mejor no la conocíais. La historia es simple: un magnate-tiburón necesita para cerrar un negocio comprar una casa propiedad de una familia de chiflados y que es un refugio para todo el que quiere pasarlo bien y hacer lo que le viene en gana. La cosa se complica cuando el hijo del magnate (que es bueno y pretende estudiar la fotosíntesis) se enamora de la nieta de la familia chiflada, que es su secretaria. Romeo y Julieta tras la crisis del ’29.


Es divertido darse cuenta de que toda esta farra anticapitalista nos la esté sirviendo la Columbia Pictures Corporation para sacar dinero, existe la tentación del cinismo, pero también hay que recordar que en 1938 Vive como quieras se llevó dos Oscars (mejor peli y mejor director), y que, palmarés aparte, se trata de un producto de la máxima calidad. Siempre se ha dicho que la clave de la comedia es la temporalización, el cronómetro, y hay dos escenas de libro de texto en esta película. Una es entre los dos tortolitos en un parque, cuando ambos hablan de su amor, y él le habla a ella de la fotosíntesis, y aparecen unos chiquitines que les enseñan a bailar a cambio de una moneda. Delicioso. Pero la escena del millón de dólares es una en la casa de locos, cuando van a conocerse las dos familias (la de los ricos y la de los pasotas) y aquello acaba como el rosario de la aurora.

Toda mi vida he oído nombrar Vive como quieras como un reflejo de mi familia materna, que con sus defectos y virtudes (y excentricidades) ha buscado siempre la felicidad, lo cual admiro y he aprendido. Pero mi familia no son “lirios del campo”, también me han inculcado tener un pie en la tierra. Lo que me turba un poquito de la filosofía que preside esta peli es toda esa obsesión por “pasarlo bien” y “hacer lo que te apetezca” a toda costa. Eso mola mogollón, y en ciertos momentos diríase que es lo que guía mi vida pero, como escuché una vez en otra peli, “sin dinero no hay pequeñas cosas”. Así que toquemos la armónica, vayamos al zoo, y si eso, entre medio cumplamos también con nuestras obligaciones, por favor.

4 comentarios:

X dijo...

Gran película, sí señor. Capra para mi es fascinante, me llevaría sus películas a una isla desierta sin pensármelo dos veces. Te recomiendo su autobiografía si no la has leído ya. Sobre él escuché en una ocasión que si existe alguien que no le emocione el cine de Frank Capra, ese alguien verdaderamente tiene un problema.

Una vez escribí que me resulta admirable la integridad con la que fue capaz de defender su manera de entender la vida, con todas las consecuencias, trasladándola a su profesión: al Cine, trasladándola a cada uno de los protagonistas de sus películas y a cada una de las líneas de sus guiones. Todos y cada uno de estos aspectos hacen que las películas de Capra sólo puedan pertenecer, a Capra, pues nadie ha podido entender el cine como él lo supo entender, pocos pueden entender la vida como él la supo entender y pocos pueden creer en el hombre de la manera en la que él lo hizo. Esa manera de entender el Cine y esa manera de creer en el hombre, son para mi sencillamente admirables.

Termino con una cita extraída de la citada autobiografía: "El Hombre Delante Del Título":

"Mis films explorarán el corazón no con lógica, sino con compasión... Me ocuparé de las dudas del hombre insignificante, de sus maldiciones, su pérdida de fe en sí mismo, en su semejante, en su Dios. Y mostraré la superación de las dudas, la valerosa renovación de la fe, y la convicción final de que puede y debe sobrevivir por sí mismo y seguir siendo libre. Porque el único auténtico revolucionario es el hombre libre, y la revolución es libertad, y la libertad es revolución. Y recordaré al hombre insignificante que su misión en la tierra es avanzar espiritualmente... Como cineasta defenderé al hombre, lucharé por sus causas, protestaré por la degradación de su dignidad, espíritu, divinidad... Yo he presumido de decir en mis films: Amigo, eres una mezcla de valor y encanto. ¡Sigue así! Si las puertas se abrieron para mi, pueden abrirse para cualquiera."

Saludos y gracias por acordarte de mi.

Fran G. Matute dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo que 1939 no es el mejor año de la historia del cine (aunque no por lo de "La Diligencia", claro está). De hecho, 1938 es mucho mejor. Lee esto y llora: "Jezabel", "Robin de los bosques", "Ángeles con caras sucias", "La fiera de mi niña"... nada que envidiar a ningún año.

Pero para mí, el mejor año podría ser 1957: "Doce hombres sin piedad", "El séptimo sello", "Tu y yo", "Fresas salvajes", "Trono de sangre", "Las noches de cabiria", "Duelo de titanes", "Senderos de gloria", "Testigo de cargo", "Aparajito", "Chantajes en Broadway", tu querida "El puente sobre el río Kwai"... Pelis como las de antes, eh?

Kike dijo...

para mi el mejor año es sin duda 1984:

La historia interminable, los santos inocentes, Terminator, Cazafantasmas, Gremlins, Amadeus, Indiana Jones en el templo maldito, Dos super dos, Pesadilla en Elm Street, La mujer de rojo, Karate Kid, Top Secret, 1,2,3 splash, Loca academia de policia, La revancha de los novatos, superdetective en hollywood...

Fran G. Matute dijo...

Jajaja... Kike, la verdad que tu lista es incontestable. Qué peliculones!

Yo añadiría "Despedida de solteros", "Dune", "Cieta a ciegas", "Purple Rain", "Desaparecido en combate", "Runaway", "Tras el corazón verde", "Supergirl", "Calles de fuego", "Starman", "16 velas", "This Is Spinal Tap", "Star Trek III: En busca de Spock", "Top Secret"... Joder, me has convencido Kike! Viva 1984!

 
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