Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

El post de IKEA


"El joven sin futuro, comparto tu cruz, o sea, el que tiene los mismos muebles que tú: de IKEA"
(Tote King)




Sí, sí: ja, ja, jajota. Estreno piso de alquiler y voy a hacer un post costumbrista sobre IKEA para sentirme uno de vosotros. IKEA, ¿eh? Anoche estaba viendo un curioso programa en la BBC: "Semejanzas entre Suecia y Malasia" (apasionante), y salió un malayo diciendo que la gran comunión entre las dos patrias consistía en que a los malayos les encantaba IKEA, sobre todo sus albóndigas. Bingo! Creo que idéntico paralelismo podría hacerse entre cualquier país y Suecia.

Que desprecio la cultura escandinava no es ningún secreto (por cierto, recomiendo al respecto el blog Pelando Rábanos), pero debo admitir que IKEA me fascina profundamente. A excepción de que haya que montar sus absurdos muebles (todos bautizados con absurdos nombres), todo lo demás de la tienda sueca me parece maravilloso. A excepción también de que no vendan almohadas de matrimonio... ejem! Pasear por IKEA es un placer para la vista, siempre y cuando no esté petado de gente, y además son los creadores del mejor cartel de la Historia de la Humanidad, ese que dice "¿Te ha gustado nuestra bolsa amarilla? ¡Pues llévatela en azul!"


Maravilloso, sublime, no tengo palabras. Sería el equivalente a un bar donde te dijeran "¿Le gusta al señor la cerveza? ¡Pues pídase una horchata!" Con dos cojones. Y luego dicen que el surrealismo se inventó en Francia... Últimamente he estado en IKEA dando una batida de reconocimiento (próximamente adquisiciones), y desde entonces mi vida se ha inundado de diéresis, cintas métricas, estantes con baldas, buen rollito. No es que en Cosica o anteriormente en casa de mi madre no hubiese disfrutado de las bondades de la marca sueca (He visto cosas: transportar las Puertas de Tannhäuser desmontadas en mi coche con poca visibilidad, eludiendo los rayos C de la Guardia Civil de Tráfico...). No es que antes no hubiera ido a IKEA, pero ahora ha invadido mi vida.

Sus anuncios publicitarios son muy buenos, give you that, incluídas las irritantes canciones. Ignoro si sirven o no para atraer a la gente, aunque IKEA tiene el exitazo de ser una de esas marcas "estilo de vida" como Coca-Cola o Apple, que además de productos pretenden venderte un sueño. A fin de cuentas, "donde caben dos caben tres", "república independiente de tu casa", etc. A fin de cuentas, ellos decoraron el minipiso de 25 m2 antes de que lo inventara la ministra Trujillo. Y luego tienen esos absurdos conceptos suecos que dan lugar a esos anuncios como ese del bienestar por tirar cosas a la basura (escalofriante) o ese otro en el que lanzan abetos por las ventanas.


Ir por primera vez a IKEA suele ser una experiencia interesante, acompañar a alguien que va por primera vez lo es aún más. Si no te gusta al menos una de estas tres cosas a) las casas, b) comprar, c) la diéresis o crema, una visita a IKEA debe resultar un aburrimiento espantoso. Pero no es mi caso. Espoleado como estoy por mi necesidad de espacio, acojo con arrobo esos muestrarios de estanterías brillantes, robustas, económicas y sobre todo... vacías. Nada como medir tu casa y ver si te cabe uno de esos armatostes desmontables.

Cuando no tenía casa propia ni pespectiva de tenerla, me conformaba con ir a IKEA a comprar pilas, marcos de fotos y fundas para CDs. Contemplaba con envidia las casas de mis amigos con sus sólidas mesas, sus estilosos taburetes-escalerilla, sus coquetas lámparas de bajo consumo, sus eficientes relojes de pared. Ahora yo también puedo formar parte de esa élite, gracias sean dadas al Hacedor, yo también puedo, yo también... YES, WE CAN, Ich bin ein Berliner... eslipbais!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

PORERROR NO SE SI TE HA SALIDO O HA SIDO CASUAL...PERO AL TERMINAR TU ENTRADA CON EL GRAN JFK,ME HAS RECORDADO LA RELACIÓN QUE YO, UNA SUECA Y EL ,UN IRLANDES-AMERICANO MANTUVIMOS HACE TIEMPO...

Rukia dijo...

Bendito IKEA... me encanta ir a mirar cosas, el problema es que suelo ir con mi madre, y por mucho que yo de mi opinion siempre acaba comprando algo que a ella le encanta y a mi me parece horrible.

Fran G. Matute dijo...

Por si no lo conocéis, echadle un vistazo al anuncio de IKEA que hizo Spike Jonze para los americanos y sus dichosas neuras de no tirar los muebles nunca...

Riggy dijo...

Y lo bien que se lo pasaban allí los de 500 days of Summer, qué? A pesar de no ir nunca a IKEA, me he reído mucho con el post.

La madre de mi novia va a IKEA sólo a comprar pepinillos (o algún producto similar que no recuerdo).

Pelando Rábanos dijo...

Yeah! Nordic pawa!

Entre el IKEA y el CLAS OHLSON tienes todo lo que necesitas para tu casa. Y ambos provienen de Suecia. Casualidad? Creo que no. Los nórdicos son funcionales en todos los aspectos de la vida. Hasta en la religión: quítale al cristianismo todo lo que sobra (casi todo) y aparece el luteranismo.
Ahora bien, de tan funcionales son aburridos.

Yo también conozco a gente que va al IKEA a comprar comida (buen nombre para un grupo de facebook, si es que no lo hay ya). Míticas "salchichadas del ikea" que nos pegábamos los colegas!
Mola además porque es de los pocos sitios con REFILL en las bebidas. Aunque tiene sus peligros. Recuerdo una vez que me perdí de mi mujer en un IKEA de Paris durante más de media hora, y no había cobertura en el móvil. Sustaco! Casi nos cuesta el divorcio.

Hej då!

 
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