-“Un lago negro, un lago blanco…”
(Chiquito de la Calzada)
Decía el cantante panameño Basilio (de una de cuyas canciones sacó Chiquito su afamada frase) que no había un cisne negro y otro blanco, pero hete aquí que llega Darren Aronofsky para intentar convencernos de precisamente lo contrario. Cisne negro (2010) es la película con la que se pretende un asalto en toda regla a los Oscars, sobre todo por parte de Natalie Portman, quien lleva ya ni se sabe de premios, por ejemplo el Globo de Oro y el BAFTA, por citar dos. Natalie Portman, ¿eh? En Estatuas Verdes seguimos su carrera y nos atrevemos a decir que aquí se sale del pellejo con su interpretación.
La verdad es que Aronofsky me parece uno de los cineastas más interesantes de la última década; ventajas de esta peli sobre otras anteriores del buen señor: nadie hace matemáticas, nadie imagina que es la Reina Isabel la Católica, nadie le dice a nadie “My conquistador!” y nadie se droga (un momento… esto sí!). Aceptamos “barco” y que Cisne negro es un thriller psicológico pero antes que nada os advierto: es un poquitín desagradéibol. Si sois de los que os va Saw VII (2010) en 3D entonces, pas de problème! Ahora bien… si sois de los que llorasteis viendo Bambi (1942)… agarrarse.
Hhmmm… yo no soy ni de lo uno ni de lo otro y tengo que decir que hubo momentos de la peli en que sentí franco desagrado. No soy masoca, pero sublimo estas sensaciones como testimonio de lo buena y bien hecha que está Cisne negro, porque una peli no deja de ser un engaño, en esta además nos muestra la pantalla varias cosas inverosímiles y aún así dan miedo y asco: chapó por el director y el equipo que lo han hecho posible. Pensad que vais a ver una de terror y ya.
La película consigue crear un ambiente muy extraño, opresivo, que hace crecer la desazón. Ya todos sabéis de qué va. La historia es simple: Nina, una bailarina técnicamente perfecta y deseosa de dar el salto vive con su sobreprotectora madre cuando de pronto tiene la oportunidad de interpretar el papel principal en el ballet de Tchaikovsky El lago de los cisnes. ¿Problema? Que el cisne blanco lo clava (porque es el bueno, y ella es muy buena, inocente, pura, etc) pero para el cisne negro le harían falta unas gotitas de mala leche/picardía/perversidad. El giro místico de la peli es que se supone que la intérprete no será capaz de encarnar al personaje oscuro hasta que ella misma haya llegado a emputecerse un poco (con perdón).
Luego resulta que Nina no era tan puritita como lo habíamos pensado (ni tan equilibrada psicológicamente: digámoslo ya) y que todo el proceso creativo de encarnación del personaje doble de los cisnes bueno/malo le pasa una tremenda factura a nivel físico y sobre todo emocional, con consecuencias dramáticas que constituyen el meollo de la película (y que, obviamente, no voy a desvelar). Es el eterno combate entre el Bien y el Mal, con el aliciente de que en Cisne negro asistimos a cómo se desarrolla dentro de una misma persona.
Lo demás: estupenda música, guión, fotografía, actores secundarios (Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder -¡esa sí que ha sido un cisne negro!) y muchas cositas de las que no quiero hablar. De hecho, no me apetece entrar a analizar la peli, solo dejar constancia de que la he visto, y animaros a verla y a opinar por vosotros mismos. Hoy en el trabajo no menos de cinco compis habían ido a verla durante el fin de semana, y ha habido encendidos debates. Esta tarde, mi pareja para el examen oral de francés traía preparado el comentario de la película por si caía hablar de cine (ha caído el arte abstracto…).
Y por favor, que nadie empiece su comentario diciendo: “Pues a mí sí que me ha gustado” porque a mí también me gustó, no me dio todo lo que esperaba pero sí me gustó mucho. Os recomiendo que vayáis al cisne.
P.D. Perdonadme el juego de palabras, llevaba todo el post queriendo hacerlo… ;)
(Chiquito de la Calzada)
Decía el cantante panameño Basilio (de una de cuyas canciones sacó Chiquito su afamada frase) que no había un cisne negro y otro blanco, pero hete aquí que llega Darren Aronofsky para intentar convencernos de precisamente lo contrario. Cisne negro (2010) es la película con la que se pretende un asalto en toda regla a los Oscars, sobre todo por parte de Natalie Portman, quien lleva ya ni se sabe de premios, por ejemplo el Globo de Oro y el BAFTA, por citar dos. Natalie Portman, ¿eh? En Estatuas Verdes seguimos su carrera y nos atrevemos a decir que aquí se sale del pellejo con su interpretación.
La verdad es que Aronofsky me parece uno de los cineastas más interesantes de la última década; ventajas de esta peli sobre otras anteriores del buen señor: nadie hace matemáticas, nadie imagina que es la Reina Isabel la Católica, nadie le dice a nadie “My conquistador!” y nadie se droga (un momento… esto sí!). Aceptamos “barco” y que Cisne negro es un thriller psicológico pero antes que nada os advierto: es un poquitín desagradéibol. Si sois de los que os va Saw VII (2010) en 3D entonces, pas de problème! Ahora bien… si sois de los que llorasteis viendo Bambi (1942)… agarrarse.
Hhmmm… yo no soy ni de lo uno ni de lo otro y tengo que decir que hubo momentos de la peli en que sentí franco desagrado. No soy masoca, pero sublimo estas sensaciones como testimonio de lo buena y bien hecha que está Cisne negro, porque una peli no deja de ser un engaño, en esta además nos muestra la pantalla varias cosas inverosímiles y aún así dan miedo y asco: chapó por el director y el equipo que lo han hecho posible. Pensad que vais a ver una de terror y ya.
La película consigue crear un ambiente muy extraño, opresivo, que hace crecer la desazón. Ya todos sabéis de qué va. La historia es simple: Nina, una bailarina técnicamente perfecta y deseosa de dar el salto vive con su sobreprotectora madre cuando de pronto tiene la oportunidad de interpretar el papel principal en el ballet de Tchaikovsky El lago de los cisnes. ¿Problema? Que el cisne blanco lo clava (porque es el bueno, y ella es muy buena, inocente, pura, etc) pero para el cisne negro le harían falta unas gotitas de mala leche/picardía/perversidad. El giro místico de la peli es que se supone que la intérprete no será capaz de encarnar al personaje oscuro hasta que ella misma haya llegado a emputecerse un poco (con perdón).
Luego resulta que Nina no era tan puritita como lo habíamos pensado (ni tan equilibrada psicológicamente: digámoslo ya) y que todo el proceso creativo de encarnación del personaje doble de los cisnes bueno/malo le pasa una tremenda factura a nivel físico y sobre todo emocional, con consecuencias dramáticas que constituyen el meollo de la película (y que, obviamente, no voy a desvelar). Es el eterno combate entre el Bien y el Mal, con el aliciente de que en Cisne negro asistimos a cómo se desarrolla dentro de una misma persona.
Lo demás: estupenda música, guión, fotografía, actores secundarios (Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder -¡esa sí que ha sido un cisne negro!) y muchas cositas de las que no quiero hablar. De hecho, no me apetece entrar a analizar la peli, solo dejar constancia de que la he visto, y animaros a verla y a opinar por vosotros mismos. Hoy en el trabajo no menos de cinco compis habían ido a verla durante el fin de semana, y ha habido encendidos debates. Esta tarde, mi pareja para el examen oral de francés traía preparado el comentario de la película por si caía hablar de cine (ha caído el arte abstracto…).
Y por favor, que nadie empiece su comentario diciendo: “Pues a mí sí que me ha gustado” porque a mí también me gustó, no me dio todo lo que esperaba pero sí me gustó mucho. Os recomiendo que vayáis al cisne.
P.D. Perdonadme el juego de palabras, llevaba todo el post queriendo hacerlo… ;)
5 comentarios:
FANTÁSTICA MEZCLA DE "CARRIE" Y "FAMA",CON ALGUNOS TOQUES DE "STREPTEASE" UN POQUITO DE ROLLO "OSOS AMOROSOS" Y AHÍ ESTA EL OSCAR DE LA PORTMAN...
No hay nada más terrible que el deseo de perfección. Y si es autoperfección ya ni os cuento. Personalmente es un tema que me ha amargado bastante la vida estos últimos años,aunque no soy yo la que anhela lo perfectible. En una de las últimas cositas que me he leído de Tolstoi (Infancia, Adolescencia, Juventud), decía:"..he ido superando mis defectos de adolescente, a excepción del principal, que tanto me ha perjudicado en la vida, mi tendencia al análisis". La obsesión analítica, el deseo de perfección, son cosas que se traducen en una intolerancia que dificulta enormemente la vida de los demás. Digo yo, vamos. Me encantó la peli, aunque sí, sufrí mucho, no por las escenas desagradables (después de ver "La pianista" ya estoy curada de espanto), sino por lo tristísima que me resultó. Lloré amargamente.
La vi ayer, me pareció un peliculón. No obstante, no puedo decir que la disfrutase o que conectara mucho con ella, porque todo me daba mucha grima. Tanta uña, tanta tijera, tantos violines chirriantes.
Menos mal que el buen Aronofski nos coloca una escena de sexo lésbico a la mitad para que nos relajemos un momento. (Está por eso, ¿no? Por su importancia en la trama no será...)
Salí del cine cansadísimo.
Yo también salí del "cisne" exhausto... Por lo demás, estoy contigo en que la peli podría haber sido algo más (¿cuántas veces le tiene Vincent Cassel que decir a la chiquilla que le sale muy bien el cisne blanco pero que el negro está regulín?), pero creo que no era esa su intención... Lo suyo es ofrecer una experiencia física, y en eso la peli resulta magnífica.
Como dijo Tyler Durden: "La autoperfección es simple masturbación".
Creo que es una gran película, aunque yo iba con la idea de que sería una peli de miedo. En cuanto a la escena de Natalie Portman con Mila Kunis... (sin palabras). La recomiendo a todo el mundo!
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