Hubo un tiempo, que vamos a acotar groseramente entre 1985 y 1995 (give or take a year or two), en el que el rock and roll importaba. Tal vez conviene aquí eso que yo tanto odiaba cuando lo hacían mis profesores pero que tanta falta hace: aclarar la terminología. El buen Fran G. Matute lo hizo con el pop y con el Pop, yo voy a intentarlo con el rock and roll. Entiendo por rock toda la música popular de los últimos 60 años, inspirada por ritmos anglosajones, principalmente negros, y todas sus derivadas y variantes.
En el término “rock” incluyo así a Elvis, a Stevie Wonder, a Village People, a los Sex Pistols, a Madonna y a Jason Mraz, pero no a Montserrat Caballé o Barbra Streisand. Me se entiende, ¿no? Dentro de este maremágnum, rock and roll sería concretamente la música nacida en su origen de la fusión del blues y el country, rítmica, pensada en sus inicios para bailar, e interpretada sobre todo a base de pianos y de guitarras eléctricas. Para entendernos, rock and roll, sería la faceta que ha conservado el halo de “autenticidad” dentro de toda la música rock (o pop): Elvis, Rolling Stones, Hendrix, Led Zeppelin, Aerosmith, Guns n' Roses…
Alguna gente habla de “rock clásico” para referirse a la supuesta edad dorada del rock and roll, entre 1967 y 1972, en la que surgieron artistas como Hendrix, los Doors, Steppenwolf, Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath, David Bowie… Otros artistas más blanditos pero igualmente auténticos (más que nada porque eran los únicos que había) pueden, según el caso, añadirse a esta nómina; me estoy refiriendo a peña como los Beatles, Simon & Garfunkel, Beach Boys o Elton John.
Por último, la etiqueta rock’n’roll suele reservarse para denominar los primeros estilos de rock and roll surgidos en los años 50: el vocal, el de Nueva Orleans, el de Memphis, son los discos de (otra vez) Elvis, Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis, Buddy Holly o The Marcels.
Pues bien, hubo un tiempo en el que el rock and roll importaba, sobre todo el rock clásico. Coincidió con la implantación universal del CD como formato de escucha, y parecía que la cosa iba bien al reeditarse los catálogos de Beatles, Rolling Stones o Hendrix. En 1993 no era raro escuchar en Los 40 Principales una canción de los 4 de Liverpool o del zambo zurdo de Seattle. En aquella época tenía sentido que la juventud lo flipase con canciones con las que lo había flipado la juventud hacía 20 ó 30 años. Hoy no. Hacía 20 ó 30 años tampoco. Por esta razón pienso que la época a la que me refiero tiene algo de especial porque es, en cierto sentido, única.
Vale, mis amigos y yo éramos frikancos, escuchábamos a Hendrix, los Who, la Creedence o Pink Floyd con 15, 16, 17 años. Éramos minoría, pero no éramos los únicos. Tampoco era la única música que escuchábamos, pero sí fue un ingrediente fundamental a la hora de forjar nuestros gustos, por no decir nuestro criterio. ¿Y cómo conocíamos esa música? No porque la heredáramos de nuestros padres (no de los míos, desde luego), ya aquello en España había sido poco menos que música underground. Se conocía y estaba a nuestro alcance, porque sonaba en la radio, en programas más o menos especializados, porque tenía presencia en los medios escritos, porque importaba.
Todo esto acabó más o menos en los años noventa, con la llegada del nihilista grunge (que, paradójicamente era punk, pero que ayudó a no tomar en serio a los dinosaurios), con la popularización masiva de la música tecno y el hip hop, es inevitable que los gustos cambien. Hoy día vaya usted a un instituto, señora y pregunte por Jimi Hendrix. Vaya usted al mejor instituto de su localidad, a los niños más musiqueros, a los que llevan camisetas negras.
De todo esto me he acordado hoy (aunque llevaba tiempo queriendo darle forma en un post a estas ideas) revisionando la hilarante peli Las aventuras de Ford Fairlane (1990). Trata sobre un “detective del rock and roll”, que por aquel entonces era sinónimo de “industria discográfica”, ya que el rap aún no había eclosionado al nivel mainstream que alcanzó en los 90. Una peli como Ford Fairlane (con un protagonista que imita a Elvis, con la propia Priscilla Presley en el reparto, trufada de citas de canciones de Hendrix o los Rolling Stones, con un trasfondo de estrellas de heavy metal asesinadas) no tendría sentido hoy día, pienso que a nadie le haría gracia.
De ahí el título del post de hoy: el rock ha muerto, viva el rock, etc…
En el término “rock” incluyo así a Elvis, a Stevie Wonder, a Village People, a los Sex Pistols, a Madonna y a Jason Mraz, pero no a Montserrat Caballé o Barbra Streisand. Me se entiende, ¿no? Dentro de este maremágnum, rock and roll sería concretamente la música nacida en su origen de la fusión del blues y el country, rítmica, pensada en sus inicios para bailar, e interpretada sobre todo a base de pianos y de guitarras eléctricas. Para entendernos, rock and roll, sería la faceta que ha conservado el halo de “autenticidad” dentro de toda la música rock (o pop): Elvis, Rolling Stones, Hendrix, Led Zeppelin, Aerosmith, Guns n' Roses…
Alguna gente habla de “rock clásico” para referirse a la supuesta edad dorada del rock and roll, entre 1967 y 1972, en la que surgieron artistas como Hendrix, los Doors, Steppenwolf, Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath, David Bowie… Otros artistas más blanditos pero igualmente auténticos (más que nada porque eran los únicos que había) pueden, según el caso, añadirse a esta nómina; me estoy refiriendo a peña como los Beatles, Simon & Garfunkel, Beach Boys o Elton John.
Por último, la etiqueta rock’n’roll suele reservarse para denominar los primeros estilos de rock and roll surgidos en los años 50: el vocal, el de Nueva Orleans, el de Memphis, son los discos de (otra vez) Elvis, Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis, Buddy Holly o The Marcels.
Pues bien, hubo un tiempo en el que el rock and roll importaba, sobre todo el rock clásico. Coincidió con la implantación universal del CD como formato de escucha, y parecía que la cosa iba bien al reeditarse los catálogos de Beatles, Rolling Stones o Hendrix. En 1993 no era raro escuchar en Los 40 Principales una canción de los 4 de Liverpool o del zambo zurdo de Seattle. En aquella época tenía sentido que la juventud lo flipase con canciones con las que lo había flipado la juventud hacía 20 ó 30 años. Hoy no. Hacía 20 ó 30 años tampoco. Por esta razón pienso que la época a la que me refiero tiene algo de especial porque es, en cierto sentido, única.
Vale, mis amigos y yo éramos frikancos, escuchábamos a Hendrix, los Who, la Creedence o Pink Floyd con 15, 16, 17 años. Éramos minoría, pero no éramos los únicos. Tampoco era la única música que escuchábamos, pero sí fue un ingrediente fundamental a la hora de forjar nuestros gustos, por no decir nuestro criterio. ¿Y cómo conocíamos esa música? No porque la heredáramos de nuestros padres (no de los míos, desde luego), ya aquello en España había sido poco menos que música underground. Se conocía y estaba a nuestro alcance, porque sonaba en la radio, en programas más o menos especializados, porque tenía presencia en los medios escritos, porque importaba.
Todo esto acabó más o menos en los años noventa, con la llegada del nihilista grunge (que, paradójicamente era punk, pero que ayudó a no tomar en serio a los dinosaurios), con la popularización masiva de la música tecno y el hip hop, es inevitable que los gustos cambien. Hoy día vaya usted a un instituto, señora y pregunte por Jimi Hendrix. Vaya usted al mejor instituto de su localidad, a los niños más musiqueros, a los que llevan camisetas negras.
De todo esto me he acordado hoy (aunque llevaba tiempo queriendo darle forma en un post a estas ideas) revisionando la hilarante peli Las aventuras de Ford Fairlane (1990). Trata sobre un “detective del rock and roll”, que por aquel entonces era sinónimo de “industria discográfica”, ya que el rap aún no había eclosionado al nivel mainstream que alcanzó en los 90. Una peli como Ford Fairlane (con un protagonista que imita a Elvis, con la propia Priscilla Presley en el reparto, trufada de citas de canciones de Hendrix o los Rolling Stones, con un trasfondo de estrellas de heavy metal asesinadas) no tendría sentido hoy día, pienso que a nadie le haría gracia.
De ahí el título del post de hoy: el rock ha muerto, viva el rock, etc…
8 comentarios:
Cito al buen Riggy y digo: qué gratificante es volver de una semanita de vacaciones y encontrarte varios posts de Estatuas Verdes que leer del tirón.
Algunos me resultan extremadamente interesantes, como éste último, que tiene mucha chicha. Sólo le hincaré el diente a las referencias al hip-hop. O muy sesgado estoy o me ha parecido que poco menos que le adjudicas al hip-hop (junto a la música electrónica) el sambenito de haberse cargado la popularidad del rock'n'roll con el aumento de la suya. ¿No habría que buscar dentro del propio rock'n'roll las causas?
Por mi experiencia puedo decir que los que hemos sido quinceañeros en los títulos de crédito de los noventa y disfrutamos del buen hip-hop solemos ser los que más apreciamos las raíces de las que nació y los que hemos acabado buceando más en su búsqueda.
Habiendo dicho esto sólo me queda añadir que El Perro Lunar vuelve con ganas, (a ver cuánto le duran).
Susu.
Me alegra verte por aquí, buen Susu. En cuanto a lo del hip hop, a lo mejor no me he explicado bien.
Todo mi post es, claro está, una simplificación, y se basa en impresiones más que en investigaciones, pero trataré de matizar. Y que conste que en el post no hay ninguna crítica, ni siquiera velada, al rap, que me encanta.
Estarás conmigo en que hoy en día el rock o el rock and roll no importan un pimiento a la juventud, como ética ni como estética: la cosa ha quedado reducida a un nicho de época, como pueda ser la yenka o la zarzuela.
No sé si estarás de acuerdo, pero pienso que gente como Public Enemy, Dr Dre y los grandes del gangsta rap son los causantes de que el hip hop sea la música más popular entre la juventud USA = juventud mundial. Todo este rollo de "música urbana", nuevo R&B, etc... no ha sido gracias a los negros, sino gracias a los niños blancos, que eran los que mayoritariamente compraban los discos y veían los vídeos en la MTV, apoyando así una música que en un principio no iba dirigida a ellos.
A eso me refería, pero no es culpa de nadie, y además, si te fijas en el post hablo de rock clásico y rock and roll antiguo, en plan nostalgiada... es cierto que el propio rock se ha quedado estancado, o ha mutado en otras cosas, lo cual yo no juzgo. Pero sí me da un poco de pena que ya nadie mire atrás ni respete mucho la tradición, porque sabes, sin las Supremes no habría Madonna ni Beyoncé, y sin Elvis Presley no habría Tokio Hotel.
Un abrazo, y espero no haber resultado un rollazo!
Buenas... muy buen blog! Felicitaciones!!!
Te invito a que visites nuestro blog y que luego consideres darnos tu voto en la sección SOLIDARIOS.
Damos de comer a los jóvenes que viven en la calle y el premio redundaría en beneficio de ellos.
Gracias por tu valioso tiempo!!!
Paula y Manuel
www.elmacarronsolidario.blogspot.com
Totalmente de acuerdo en todo. Yo quiero confiar en que el rock volverá...
A ver, de acuerdo en todo, no mucho, eso de terminar el rock clasico en el 72, meter a los Doors como rock clásico -por qué? por el break on through???-, al tiempor que decir que los Beatles son blanditos no me acaba de cuadrar -helter skelter es más rock duro que cualquier canción de los doors o los stones-.
Pero vamos, lo que si que no, que no, y que no es que en el 93 en los 40 ponían a los Beatles o a Hendrix. Vamos, que ni de coña. Lo que podrían poner es algún retazo de grunge o algo así...pero ni a los Beatles ni a Hendrix. O te refieres a programas de aquellos de revival? joder, claro, es que son de revival.
Otra cosa, el grunge no es punk. Díselo a un punk y te parte la cabeza, díselo a un grunge y se parte la cabeza él. Si no te gusta el grunge -suena a manía, yo también tuve manía a Nirvana en su día- es otra cosa.
Por cierto, yo también he sido un fanático de Pink Floyd, de los Who, de los Kinks, de Police, de Costello, de la CCR, de los Stones, de los Doors, de Moody Blues, de Eagles, de Triana, de Tequila, de Nacha Pop...y también de Green Day, de Radiohead, de Pulp, de Oasis, de Blur,...en fin...de la música.
Lo más acertado de todo lo que pusiste es que sí que han desaparecido las emisoras y programs que nos descubrían los grandes clásicos. Ahora hay programas que nos descubren el indie nuevo, menos mal, pero son oasis en las radio fórmulas triunfadoras.
Mr Kite.
-Mr. Kite: Bienvenido a Estatuas Verdes y gracias por tu comentario. Sin ánimo de enzarzarme en polémica contigo, paso a contestarte lo que me preguntas.
1) Pongo el fin de "la edad de oro del rock" en 1972 porque lo leí en un libro de Jordi Serra i Fabra con 12 años y la verdad es que la fecha me conviene. Luego, ya sabes, crisis del petróleo, cambio de gustos, etc...
2) Incluyo a los Doors dentro del "rock clásico" porque son un grupo de rock de los más clásicos. Aquí sí que me dejas fuera de juego. ¿Podrías decirte tú por qué los dejas fuera?
3) Los Beatles son más blandos que la mierda de pavo, pero eso no es malo. "Helter Skelter" es una de las 209 canciones que publicaron. Y sí, estásn "Revolution", "Hey Bulldog", la de "Me and My Monkey"... lo que se quiera. Pero canción por canción, los Beatles son pop, ¿no? y los Rolling rock. Creo que digo esto por la cantidad de blues que incluían unos y otros.
4)En el 93 los Beatles sonaban en la lista general de canciones de Los 40 coincidiendo con la reedición en CD de los recopilatorios azul y rojo. Aparte, Beatles, Stones y demás sonaban en programas como "Tres, dos o uno" de Joaquín Luqui y "Plásticos y decibelios" de Julián Ruiz.
5)Espero que nadie me parta la cabeza, pero el grunge es punk. No sé por qué dices que no. Yo te digo por qué digo que sí: por su actitud iconoclasta, su estética mamarrachera, su violencia, sus letras nihilistas y porque los grunges se criaron escuchando punk. No me dirás ahora que los discos de Nirvana no son punkies...
Un saludo, y espero haber aclarado mi postura!
Alguien debería escribir una enciclopedia del rock, y sabes que no eres tú, porerror.
Con afecto,
Topuno.
-Iso Topuno: Está claro!!! Ojalá alguien escribiera libros sobre este tema...
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