Queridos amigos: hay veces en que uno se tiene que comer sus propias palabras, o situaciones en la vida que nos hacen replantearnos nuestras creencias. No trato de ponerme trascendente, es sólo que de un tiempo a esta parte estoy cambiando mi opinión sobre un tema que siempre me ha gustado e interesado mucho, y aunque no me molesta cambiar mis convicciones si es necesario, siempre es algo que me resulta chocante. Sin más misterio os lo confieso: estoy hablando de los años 60.
Hasta hace poco creía que los 60 eran mi década favorita del siglo XX, lo que equivalía a decir de la Historia. Y si os digo la verdad, lo que más me interesaba de los 60 eran sus planos social y cultural, veía yo en aquellos tiempos el nacimiento de algo grande, una suerte de alumbramiento de los tiempos (post)modernos, de nuestros tiempos. Hubo muchos cambios en aquella década, y siempre quise creer que marcaron una ruptura grande. Lo de antes de los años 60 = antiguallas, y lo de después, pues poco a poco se iba pareciendo a lo nuestro.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, me vengo dando de bruces con una tozuda evidencia en todos los planos: los Sesenta, así, en mayúscula, fueron un gran fraude colectivo, inducido tal vez por la buena voluntad pero que en realidad no pasan de la categoría de mito. Como buen mito, son una narración que, convenientemente expuesta, nos sirve para explicarnos muchas cosas. Como buen mito, resulta que son mentira.
Ahora me doy cuenta de que casi todo lo bueno, especial o mágico que se les atribuye a los años 60 o bien le corresponde en realidad a otra década o bien es una gran patraña. Sobre todo me estoy refiriendo -otra vez- a los planos social y cultural, a la mentalidad. Un ejemplo muy chistoso que escuché una vez en un documental del Canal de Historia sobre la Revolución sexual: “Todo lo que pensamos que ocurrió en los 60 en materia de sexo, en realidad ocurrió en los 70”. Dice un lugar común anglosajón que si una persona recuerda los sesenta es que entonces no los vivió. Siempre he entendido esto como que fue una década tan guay y tan fiestera que el que la vivió de verdad anduvo siempre borracho o drogado. Lamentable herencia, ¿no?
Lo anterior también se podría interpretar como que hay muchísimos datos recibidos sobre aquella época, en forma de opiniones, artículos, libros, discos, películas, documentales, y en cierto modo, todos tenemos nuestra propia idea de los 60, más o menos idealizada. Los que somos tan jóvenes que ni vivimos la década ni tenemos edad para recordarla, puede darse la paradoja de que conozcamos más datos objetivos sobre los años 60 que los que en verdad estuvieron allí (lo cual no quiere decir en absoluto que conozcamos mejor aquellos tiempos). Ejemplos de esto me los encuentro a menudo entre mis amigos los eruditos musicales, que te bombardean aclarando que si “Paperback Writer” de los Beatles fue #1 en las listas inglesas durante tal o cual semana... etc, etc. Todos conocéis gente así, ¿verdad?
Otro punto previo que me gustaría aclarar es que cuando digo que admiraba los años 60 me refería a lo que he dicho antes, a mis años 60 inventados. O sea, a los 60 británicos y americanos, con sus supuestas convulsiones culturales y su vanguardia artística. Si acaso algún toque francés o italiano, para darle color, y el “La, la, la” de Massiel, pero cuando pienso en los años 60 lo primero que me viene a la mente no es la efigie de Franco, para que me vayáis entendiendo. Esta visión parcial y arbitraria es hija directa de mis intereses en el tema: música rock y pop, arte pop y abstracto, Guerra Fría, Guerra de Vietnam, cultura californiana, intelectualidad hippy... de ahí sacaba yo mis argumentos para decir cuán maravillosa era la década.
Pero amigos, pasa el tiempo, me voy haciendo mayor, voy conociendo más y más productos culturales (de todas las décadas) y las cosas se van poniendo en perspectiva, cayendo por su propio peso. El mito de la genialidad y la originalidad de los 60 no se sostiene de ninguna de las maneras. Porerror, bien que llevas siete párrafos metiéndote con la década y todavía no has aportado ni un sólo argumento o ejemplo. Dice usted verdad, señora, en el post de hoy sólo quería dejar constancia de mi tesis. Para eso que usted dice de explicarlo, habrá que seguir leyendo Estatuas Verdes en días venideros.
7 comentarios:
YO SIGO ANCLADO EN LOS 40,AHÍ SI QUE HABÍA HITS DE LOS BUENOS
Creo intuir por dónde van los tiros de tu tesis... Estoy impaciente por analizar los argumentos...
Pienso lo mismo que Fran, y más por lo que vimos ayer ;) Aquí esperamos ...
Puedo estar un poco de acuerdo en lo de que los 60 (tal y como los recordamos) son un mito y por lo tanto mentira. Pero no hay que infravalorar la importancia de los mitos, como bien dices, "para explicarnos muchas cosas".
¿Qué época no se ha mitificado (para bien o para mal) con el recuerdo?
Yo quiero pruebas, que me he quedado intrigado :P
El Gran Fraude es tu gran comic...Josemari.
Porerror, nos tienes en ascuas...
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