Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Lo memorable en Scorsese


Leímos ayer que la película El cabo del miedo (1991) cosechó el lunes noche en La Sexta un desastroso resultado de audiencia: menos de un 5%. El dato me sorprende sobre todo porque parece que la peña siempre casca de la mierda que echan por la tele y para una vez que se emite un peliculón, no lo ve nadie. Quizás la solución al enigma sea que esta famosa peli de Scorsese ya la ha visto todo el mundo (claramente es una broma, ved si no lo que pasa cada vez que echan Pretty Woman o Lo que el viento se llevó).

Para bien o para mal, El cabo del miedo ha quedado en nuestro imaginario colectivo por parodias como las de Cruz y Raya o Los Simpson. Aquellas cosas de “Abogadoooo…” y el actor secundario Bob haciendo tríceps dentro de su celda. Echo la vista atrás y hay muchas cosas que recuerdo de las películas de Martin Scorsese, muchas escenas y personajes memorables. Repasando el catálogo me viene a la mente el De Niro tontaco de Malas calles (1973), también de Malas calles la escena de una pelea de bar al son de “Be My Baby” de las Ronettes.


Por no hablar de Taxi Driver (1976), De Niro comprando discos de Kris Kristofferson, posando con su pistola ante el espejo o en el cine guarro con Cybill Shepherd. Pienso en La última tentación de Cristo (1988) y es Jesús con la churra al aire recibiendo una paliza por orden de David Bowie o yaciendo con la Magdalena. Infiltrados (2006): un pavo al que le parten un cuadro en la cabeza mientras suena una de Badfinger. Bandas de Nueva York (2002): la canción de U2 y Daniel Day-Lewis repartiendo jarilla.

Veo Casino (1995) y veo un coche explotando y a los Rolling sonando. Y Sharon Stone. Uno de los nuestros (1990) es Joe Pesci poniéndole los huevos de corbata a Ray Liotta o matando a gente porque le replican. Toro salvaje (1980) es De Niro –otra vez- hablando delante de un espejo –otra vez- o volcándole una mesa a su mujer porque el filete no está a su gusto. De El cabo del miedo ya lo hemos dicho: el asesino fuera de sí (“Abogadoooo….”), su mirada roja deudora de la de Norman Bates. Sobre El último vals (1978) directamente no os digo nada: me viene a la memoria entera, de principio a fin.


La conclusión que saco es que todo lo que me resulta memorable del cine de Scorsese tiene que ver con violencia, sexo o música. También con personajes marginales: tarados, fuera de la ley o ambas cosas (otra vez violencia, en cualquier caso). Y música, mucha música. La conclusión que saco es que lo que me resulta memorable del cine de Scorsese es lo que me interesa o me sorprende.

Como antídoto a mi actual crisis de conciencia mi buena madre me propone ver La edad de la inocencia (1993), con las otrora sex symbols Winona Ryder y Michelle Pfeiffer y el otrora duro Daniel Day-Lewis. Es una película muy del gusto de mi madre (gran aficionada a las adaptaciones literarias de época: Jane Austen, las Brönte, E.M. Forster), absolutamente memorable para ella. Yo la veo y la encuentro correctísima, bien rodada, es la trasposición admirablemente recreada de una novela naturalista del mismo título de Edith Warton.


La peli, como digo, es más que correcta, pero se me antoja que lo mismo la podía haber rodado Martin Scorsese que James Ivory o Alan Smithee. Nada en ella me habla de las señas de identidad de Scorsese, nada se me pega a la memoria, mientras que ya habéis visto: otras veces las escenas y personajes del director italoamericano se han quedado adheridos a mi conciencia cual chicle fresco pisado. A mi madre en cambio le brillan los ojos con solo hablar de La edad de la inocencia: todo le resulta memorable, las vajillas, los trajes, el mobiliario, incluso determinados situaciones y usos sociales. A mí, de todo eso, la verdad es que nada me sorprende o me interesa.

Pienso entonces en las tres o cuatro cosas que hacen que el cine de Scorsese me agarre por los huevos, a) violencia, es inexistente en la peli, como no sea una muy sutil de índole psicológico, b) sexo, creo que la escena más caliente es cuando los protagonistas se cogen de la mano, c) música, ópera de Gounod y valses de Strauss, hardly my cup of tea, como dicen los ingleses. En cuanto a personajes marginales, ahí sí, bingo, pero la marginalidad de la Condesa Olenska es de risa comparada con las de Travis el taxi driver, Max Cady el presidiario filósofo o los mafiosos Tommy De Vito o el boxeador Jake LaMotta.

Recuerdo que J.L. Godard decía que para hacer una peli solo hacía falta tener una pistola y una chica. Ahora os digo yo que para que la peli sea de Scorsese hacen falta además, una bofetada y una buena canción de los Rolling Stones.

7 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

Estoy de acuerdo contigo salvo en lo del "El Cabo Del Miedo"... ¿No quedamos en que era muy mala?...

Fueraparte, me resulta curioso que no cites "Jo! Qué Noche", "El Rey de la comedia" o "Alicia Ya No Vive Aquí", que son las buenas de verdad de este hombre... ;)

Anónimo dijo...

Para mí, otra imagen de El cabo del miedo a partir del oto día será imaginarte a ti tatuado y haciendo flexiones para enganchar al gran hijo de puta que te robó el abrigo. Migue.

Daniel Ruiz García dijo...

Creo, Porerror, que "La edad de la inocencia", al contrario de lo que dices, es muy de Scorsese. No, desde luego, en los ingredientes (música, sexo, violencia), pero sí en la forma de filmar. Si te fijas, a pesar del planteamiento convencional, está rodada con gran habilidad, introduciendo muchos recursos postmodernos, tales como ángulos aberrantes, travellings de largo aliento. La voz en off también es muy "scorsesiana". Desde luego, está claro que quiso hacer "su película victoriana", quizá como una especie de contestación al victorianismo recargado de Coppola en Drácula (los ambientes me recuerdan bastante). A mí me parece un peliculón, como casi todo de él. "Alicia ya no vive aquí", Fran, creo que es bienintencionada, pero a mi gusto fallida. "Jo que noche" es la leche, salvo por la traducción del título.

Recomiendo, por cierto, vivamente, la serie-documental en la que Scorsese habla de su visión particular del cine, y hace un recorrido por sus hitos cinematográficos, desde los Lumiere hasta los 70. Un documental imprescindible, que te ayuda todavía más a amar al personaje.

Abrazos,

azaharsalud dijo...

MIGUE LO DE PORERROR HACIENDO FLEXIONES PUEDO JURAR QUE LO HE VISTO...CREO

Anónimo dijo...

Estoy contigo, Porerror. Para mí Scorsese es una escena violenta montada excepcionalmente con un contrapunto musical. Solo Tarantino se acerca eso.
Con respecto a "El cabo del miedo", para mí es una peli de escenas, aunque el resultado final es mejorable. Recomiendo "El cabo del terror", de J.Lee Thompson, en la que se basa la de Scorsese. Me parece más inquietante aún. El personaje de de Niro lo interpreta Robert Michum, y el de Nolte, Gregory Peck.

Anónimo dijo...

Perdón por no identificarme.
Un simple Mojaquero, aunque ya lo imaginarías

Porerror dijo...

Gracias una vez más por vuestros comentarios!

-Fran G.: La verdad es que solo he citado de Scorsese las pelis que convenían a mi argumento, como en todo texto argumentativo. ;) De todas maneras, de las que citas hay una que no he visto, a ver si me la pillo!

-Migue: Como siempre, tus polémicos comentarios incendian este humilde blog. Cuando quieras te meto una mascá para comprobarlo...

-Daniel R. G.: Ayer flipé al leer tu última entrada en tu blog y ver cómo nombrabas a Scorsese. Qué casualidad! He visto parte de la serie documental que mencionas, me parece preciosa. Y, en cuanto a La edad de la inocencia, me gustó, y aprecio lo que dices, pero por mucho que la pantalla se pusiera en rojo o en amarillo... no sé, no sé...

-Gorrión solitario: Hijoputa, tú lo que viste es al que me robó el abrigo pero no hiciste nada para impedirlo, de la papa que llevabas...

-Buen Mojaquero: desde la segunda línea sabía que eras tú. Aprecio tus comentarios cinéfilos y sobre todo tu fidelidad a Estatuas Verdes!

 
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