-“De boca en boca, de uno a otro, de foto en foto, de culo roto en culo roto.”
(Juaninacka)
A veces las cosas no salen como uno las planea, otras veces salen exactamente como uno las planea; en mi experiencia el primer caso suele ser bastante más interesante y divertido. El azar o una concatenación de circunstancias que no os interesarían hizo que anoche me metiera a ver la película del modisto trocado en cineasta Tom Ford, por título Un hombre soltero (2009). Atended, que la cosa tiene más pedigrí de lo que yo suponía. Me he enterado hoy (¿qué sería Estatuas Verdes sin un poco de research?) de que Un hombre soltero es la adaptación de un libro.
Nada menos que de una novela homónima de 1964 de Christopher Isherwood (os sonará por Cabaret, 1972), profesor gay británico emigrado en USA. La historia de Un hombre soltero es simple: Un profesor gay británico emigrado en USA pierde a su pareja de 16 años de convivencia en un accidente y decide suicidarse. Todo esto en el contexto de la crisis de los misiles cubanos (estética onda Mad Men, que tan de moda está).
Y se dirá lo que quiera sobre Tom Ford, amigos (¿Sabía hacer cine de antemano? ¿Esta peli se la han hecho? ¿Estamos ante un hombre del Renacimiento?), pero lo que no se podrá negar es que el elegantísimo diseñador nos ha regalado una obra que solo puedo calificar de preciosísima. Lejos del feroz panfleto gay, Un hombre soltero es una exquisita reflexión sobre dos temas, acaso los dos únicos temas que existen: el amor y la muerte. Nada más y nada menos. Su compromiso político con la minoría gay supongo que se diluye hoy en día, mientras que en 1964 la novela de Isherwood debió resultar incendiaria.
Pero la peli va más allá de esa anécdota, con estar firmemente anclada en la llamada “Era de la Contención” (años 50-60, Guerra Fría), los temas que toca son universales. Una persona pierde al amor de su vida de forma trágica, la sociedad le niega el reconocimiento público (la homosexualidad estaba oculta o “invisible”) y esa persona decide que la vida no merece la pena ser vivida. No desvelo nada si adelanto que Un hombre soltero es una tragedia. Pero tampoco voy a desvelar los mecanismos de los que el guión se vale para desarrollarla.
Tragedia y todo, la película abunda en unos golpes de humor nada intelectual, me atrevería a decir que visual, que francamente, aligeran su carga filosófica y son más que bienvenidos. La fotografía es otro aspecto a destacar, con ese sutil juego de colores que es un reflejo del estado de ánimo del prota (vedla y lo entenderéis), y también lo son la música (tanto el score como el diegético easy listening sesentero) que tan bien acompaña a las imágenes, el cuidadísimo vestuario y cómo no, la actuación del elenco. Sobresalen el protagonista (Colin Firth, en su mejor papel desde Funeral en Berlín, 1966) y su desgraciada amiga Julianne Moore.
Los diálogos de la película tampoco son moco de pavo, como bien apuntó mi acompañante (a quien no se le escapa una). Entre lo filosófico y lo banal, caminan por una senda muy difícil, y no sé cómo lo hacen pero siempre logran salir airosos, sin resultar pedantes ni ridículos. Un hombre soltero ha resultado una obra de grandes sorpresas, empezando por el hecho de que no tenía planeado ir a verla. Pero la misma peli se encarga de recordarnos que en la vida nada parece salir como uno espera o tiene planeado. Id a verla, amigos, os la recomiendo sin reservas. Id a verla aunque sea por error.
(Juaninacka)
A veces las cosas no salen como uno las planea, otras veces salen exactamente como uno las planea; en mi experiencia el primer caso suele ser bastante más interesante y divertido. El azar o una concatenación de circunstancias que no os interesarían hizo que anoche me metiera a ver la película del modisto trocado en cineasta Tom Ford, por título Un hombre soltero (2009). Atended, que la cosa tiene más pedigrí de lo que yo suponía. Me he enterado hoy (¿qué sería Estatuas Verdes sin un poco de research?) de que Un hombre soltero es la adaptación de un libro.
Nada menos que de una novela homónima de 1964 de Christopher Isherwood (os sonará por Cabaret, 1972), profesor gay británico emigrado en USA. La historia de Un hombre soltero es simple: Un profesor gay británico emigrado en USA pierde a su pareja de 16 años de convivencia en un accidente y decide suicidarse. Todo esto en el contexto de la crisis de los misiles cubanos (estética onda Mad Men, que tan de moda está).
Y se dirá lo que quiera sobre Tom Ford, amigos (¿Sabía hacer cine de antemano? ¿Esta peli se la han hecho? ¿Estamos ante un hombre del Renacimiento?), pero lo que no se podrá negar es que el elegantísimo diseñador nos ha regalado una obra que solo puedo calificar de preciosísima. Lejos del feroz panfleto gay, Un hombre soltero es una exquisita reflexión sobre dos temas, acaso los dos únicos temas que existen: el amor y la muerte. Nada más y nada menos. Su compromiso político con la minoría gay supongo que se diluye hoy en día, mientras que en 1964 la novela de Isherwood debió resultar incendiaria.
Pero la peli va más allá de esa anécdota, con estar firmemente anclada en la llamada “Era de la Contención” (años 50-60, Guerra Fría), los temas que toca son universales. Una persona pierde al amor de su vida de forma trágica, la sociedad le niega el reconocimiento público (la homosexualidad estaba oculta o “invisible”) y esa persona decide que la vida no merece la pena ser vivida. No desvelo nada si adelanto que Un hombre soltero es una tragedia. Pero tampoco voy a desvelar los mecanismos de los que el guión se vale para desarrollarla.
Tragedia y todo, la película abunda en unos golpes de humor nada intelectual, me atrevería a decir que visual, que francamente, aligeran su carga filosófica y son más que bienvenidos. La fotografía es otro aspecto a destacar, con ese sutil juego de colores que es un reflejo del estado de ánimo del prota (vedla y lo entenderéis), y también lo son la música (tanto el score como el diegético easy listening sesentero) que tan bien acompaña a las imágenes, el cuidadísimo vestuario y cómo no, la actuación del elenco. Sobresalen el protagonista (Colin Firth, en su mejor papel desde Funeral en Berlín, 1966) y su desgraciada amiga Julianne Moore.
Los diálogos de la película tampoco son moco de pavo, como bien apuntó mi acompañante (a quien no se le escapa una). Entre lo filosófico y lo banal, caminan por una senda muy difícil, y no sé cómo lo hacen pero siempre logran salir airosos, sin resultar pedantes ni ridículos. Un hombre soltero ha resultado una obra de grandes sorpresas, empezando por el hecho de que no tenía planeado ir a verla. Pero la misma peli se encarga de recordarnos que en la vida nada parece salir como uno espera o tiene planeado. Id a verla, amigos, os la recomiendo sin reservas. Id a verla aunque sea por error.
5 comentarios:
"A few times in my life I've had moments of absolute clarity, when for a few brief seconds the silence drowns out the noise and I can feel rather than think, and things seem so sharp and the world seems so fresh. I can never make these moments last. I cling to them, but like everything, they fade. I have lived my life on these moments. They pull me back to the present, and I realize that everything is exactly the way it was meant to be."
Para mí a esa peli se le puede calificar con el sabor que tienen las galletitas belgas que por cierto alguien tomó prestadas de cierto bar de nombre inglés (aunque muchos crean que es francés) en TuCiudad; pero siguiendo la sutileza de la peli la definiré como "Arpège".
Yo SoY
Tanqueray, modelos españoles y Booker T & The MGs, eh? La mejor combinación...
Tenía ganas de verla antes de estrenarse (Tom ford es uno de mis diseñarodes favoritos), luego vinieron las malas críticas (salvo por la fotografía) y ahora tú me las devuelves ... quizás no sea demasiado tarde para valorarla por mi misma. Y claro, ver a Jon Kortajarena en pantalla grande seguro que merece ... ¿Booker T & The MGs?!!! Otra motivación
Pues qué quieres que te diga... el miércoles dejo aparcada la que iba a ver y busco esta... si es que ante tal exposición iría a ver hasta una en la que interviniese Conchita como actris protagonista...jajajaja
Un beso
muy bueno el final!!
y con quién voy yo, joooo???mjesús
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