Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Dënver, o: Sensaciones pop


-“Algo nuevo, diferente y muy moderno…”
(La Casa Azul)





Parafraseando al gran Diego Manrique, “Por una vez, la última sensación de la música indie es precisamente eso: sensacional”. Llevo un par de días escuchando Música, gramática, gimnasia (2010), el nuevo disco del dúo chileno Dënver y debo deciros que me rindo completamente a su propuesta. Quiero Dënver!

El buen gusto, la teología, la geometría (por continuar citando asignaturas al azar) y varios años afilando las preferencias en el mundo del pop nos han enseñado a desconfiar de cualquier artista, grupo o “proyecto” que exhiba una diéresis o crema en su nombre. Correcto. De hecho, cualquier diacrítico gratuito resulta a estas alturas sospechoso. Pero a Dënver se le perdona porque… porque son buenísimos! A lo mejor en Chile esa ortografía resulta lo más de lo más…


Dënver son los chicos de moda: la gente cuelga en Facebook sus vídeos, el festival ContemPOPránea los ha fichado para este año (lo cuenta El Gallo Verde)… ellos no pueden ser más indies y –ojo al dato- he aquí su punto fuerte y puede que para algunos su mayor debilidad también. Sé que a muchos de vosotros la música indie os provoca urticarias. Que os parece ñoña, esnob, falsamente frívola, descuidada (lo-fi, por usar la nomenclatura preferida)… algunos hasta seguís a las artistas indies por su cachamen, mamones, que me lo habéis dicho.

Sí, hay que admitir que a día de hoy la etiqueta indie ha superado su significado original de “independiente económicamente”, “alternativo”, etc, para pasar a conformar una serie de rasgos estilísticos comunes. En España tenemos trillones de ejemplos de esto: son los defectos que enumeraba en el párrafo anterior, solo que a los que nos gusta el indie los vemos como virtudes. Pero este falso desinterés, esa actitud cool, blasé de “no-podría-importarme-menos” resulta francamente atractiva cuando queda natural y no forzada. Ñoñismo a cargo de cuarentones? No gracias! Incultura cortesía de eruditos? Pfffffff!!!!! Desgana servida por maniáticos de la perfección? Brbrbrbrbrbr!!! Que se lo digan si no a Felipón Fresón, Astrud o J el de Los Planetas, por citar solo a tres ejemplos patrios.


Una lectora me espeta: “Pero entonces la actitud indie es una pose, no?” Bingo! Pero como todas las poses, llevada con dignidad puede tener su gracia, y dar lugar a bastantes hallazgos. Me centro en Dënver, objeto de este post. Encuentro en ellos toda la frescura, todas las ganas de explotar de los mejores grupos indies españoles en sus mejores tiempos. La aparente facilidad lírica de unos Family o un Francisco Nixon, la psicodelia de Los Planetas en sus días buenos, los arreglos que nos traían la buena vida y Louis Philippe a finales de los noventa y un poco de esa espontaneidad desmañada que tan bien le sentó hace un par de años a Linda Mirada. La nómina podría seguir: encuentro trazas de Facto Delafé, Fitness Forever… pero sería ocioso soltar y soltar referencias que no se entienden a menos que se escuche la música de Dënver.

Un tema como “Los adolescentes” es lo más fresco que he escuchado en años, pese a durar siete minutos y contar con guitarras distorsionadas. Cuenta también con un ritmo que no hay más remedio que seguir con la cabeza y una especie de estribillo-mantra al que es imposible sustraerse. “Diane Keaton” (cómo no: referencias a celebrities pop: otro “fijo” indie), divertida y juguetona como el mejor Guille Casa Azul. “Lo que quieras” –primer single- nos ofrece una letra y una melodía entre la serenidad y la amenaza, en un exquisito juego de contrastes.


Además de “Los adolescentes”, verdadera pièce de résistance del disco, la canción que más me ha engatusado es la prodigiosa “En medio de una fiesta”, cuya letra y música captan a la perfección las sensaciones que rodean el modelo de juerga indie (que siempre será mucho más cool que el vuestro, gañanes!), con “Las luces girando como planetas, chicos que se estrellan como cometas”, auténtica frase del millón de dólares.

Si queréis dejar pasar de largo esta oportunidad de ser felices escuchando a Dënver lo entiendo, sobre todo si este tipo de música os la ha prohibido el médico. Pero luego no me vengáis llorando y quejándoos de que todos los grupos de ahora son una mierda…

4 comentarios:

natalia dijo...

Solo (sin tilde ya)he conocido a una persona que sepa de música tanto o más que tú (perdóname). Realmente alucino. Me pongo ya a escucharlos.

El_Tesorero dijo...

Venirse pal Contempopránea, hombre.
Si vienes te contamos cómo se han fichado a los Dënver para el festival :D

Anónimo dijo...

Habrá que escucharlos. No quiero verme en Alburquerque, espero que podamos ir, obligado por ti a ponerme en primera línea de batalla y no conocer ningún tema.
Un simple mojaquero.

Riggy dijo...

A mí no me molan mucho, pero dejo mi comentario para apoyar que en Estatuas Verdes se hable de grupos de música que no escucha casi nadie.

 
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