Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

domingo, 23 de marzo de 2008

"Yo maté a El Principito"


Decía el otro día Juan Manuel De Prada en el ABC que el periodo entreguerras mundiales había sido la época de los impostores. Con todos esos nobles de imperios desintegrados, tantos refugiados, aquellos trenes…

No digo yo que no, pero me da la sensación de que en estos tiempos que corren tampoco les vamos a la zaga. ¿Ejemplos? El Ministro de Sanidad Bernat Soria falsificando su currículum (¡Roldán, vuelve!), el auge del Pressing Catch, Rodolfo Chikilicuatre en Eurovisión… Mirando atrás un par de años tenemos a los chicos de “Amo a Laura” o a aquel supuesto piano man que dijo aparecer amnésico en las costas de Escocia.

La mención a las costas de Escocia siempre nos retrotrae a Jorge Luis Borges, igual que la impostura. Él dio vida, por ejemplo, a Pierre Menard (“autor de El Quijote”), a detectives asesinos y a “El impostor inverosímil Tom Castro”, cuento que por cierto vi citado en la prensa la semana pasada también a propósito de Bernat Soria y el Chikilicuatre.

Pero no es del escritor argentino de quien quiero hablar hoy sino de otro, francés: Antoine de Saint Exupéry. Este tiene inmortal fama asegurada como autor del mítico cuento-alegoría-paparrucha titulado El principito (1943). Esta obra, que ha pasado de clásico infantil a biblia del Buen Rollo, posee un magnetismo innegable. Y si no que se lo pregunten a los que se ganan la vida vendiendo merchandising del pajizo muchacho de ojos de búho. No hay que ser Sherlock Holmes (el mejor descubridor de impostores) para darse cuenta de que a mí este libro no me simpatiza demasiado. Dejad de gritarme.

Supongo que sería porque de chiquitito me lo metieron con calzador: mis padres me lo contaban antes de que supiera leer, en el cole nos lo leyeron íntegro en voz alta, Antoine de Saint Exupéry en los billetes de 50 francos, en mi casa había ejemplares en español, en francés, en italiano, en portugués… El Principito cuida de su rosa, El Principito ocho cuartos, Le Petit Prince ve una boa digiriendo a un elefante y se piensa que es un sombrero, O Principezinho vuela por los aires, etc… Lo único que me ha llegado al alma de ese libro es cuando The Little Prince habla con un borracho que le cuenta “Bebo para olvidar”. “¿Para olvidar qué?”. “Para olvidar que bebo” (¡ni André Breton, oiga!).

Luftwaffe Automotive contra...

El autor, A. de Saint Exupéry era aviador, y cuenta sus peripecias en Vuelo nocturno (1931), otro libro bastante infumable. Lo malo es que pilotaba un avión-correo sobre la Patagonia, y tal vez no sean ni el aparato ni el contexto más emocionantes. Durante la Segunda Guerra Mundial voló para la Francia libre una cascarria de P-38 Lightning en el teatro del Mediterráneo, y hasta ahora siempre se había dicho que desapareció en una misión el 31 de julio de 1944.

Pero hete aquí que el 16 de marzo pasado la prensa se desayunaba con la historia de un aviador alemán, Horst Rippert, que a los ochenta y ocho años anunciaba “Yo derribé a Antoine de Saint Exupéry el 31 de julio de 1944”. 64 años después –contando con que la noticia sea cierta- viene el pavo y cuenta que ese día iba a los mandos de su caza Messerschmitt Bf 109 y que derribó a un P-38 sobre la zona en que desapareció el avión de Exupéry. Yo, qué queréis que os diga, casi prefiero que no sea verdad, y que nos encontremos ante un Bernat Soria del combate aéreo.

Ya puestos, prefería el final misterioso, el que perdía al escritor-piloto en una bruma de incertidumbre, confiriéndole un halo mítico. Ahora resulta que la muerte del autor de El Principito fue un derribo más, pero ¿a qué viene soltarlo ahora? ¿Es que pretende alcanzar la fama?

...el Chiquitino Fantasmada

Y es aquí donde viene a cuento el título del post. ¡Qué triste claim to fame, no? Vaya manera de asegurarse el entrar en la Historia. Para eso, mejor estar calladitos. Me imagino a Horst Rippert recorriendo escaparates de librerías con sus nietecillos, que irán diciéndole “Abuelito, ¡léenos Der kleine Prinz!”, y el andoba pensando “¡madre, madre, madre!... A ver cuándo suelto yo mi bomba, y no me refiero a ese armatoste de 500 kilos que cargaba en el Messerschmitt”.

¿Qué será lo próximo? ¿Yo corrompí a Caperucita? ¿Yo organicé una parrillada con los Tres Cerditos? ¿Yo fui el frutero de la Madrastra de Blancanieves?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo..., me carga El Principito, su autor y demás Impostores. Pero es que hay libros, y no sólo este, llamados Imprescindibles que por mucho que les busque la sal y la pimienta lo único que encuentro es un bostezo.
Lo que no significa que por eso pierda el derecho a rectificar algún día, que eso sí que es de sabios.

La Mery

Riggy dijo...

A pesar de que he atravesado tiempos durísimos sin conexión a internet, no he dejado de pasarme por aquí cuando tenía oportunidad, adquiriendo la costumbre leer varios posts del tirón. Es un placer ver como el paso del tiempo no hace bajar el nivel.

Lo de la biblia del Buen Rollo me ha encantado, y siempre me descojono con tus reflexiones sobre el lenguaje periodístico.

GRILLO SOLITARIO dijo...

AUNQUE ME ENCANTA VOLAR, LO CIERTO ES QUE AÚN NO SÉ HACERLO. POR LO QUE NO COGERÉ MI CAZA ALIADO (O ALEMÁN, QUÉ MÁS DA) PARA DERRIBAR A NADIE. PERO SÍ ME PONDRÉ CON LA ARTILLERÍA ANTI AÉREA.

RESULTA QUE PORERROR HA IDO A DAR EN DOS SITIOS DONDE ME ESCUECE: LA AVIACIÓN (MILITAR O NO) DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX, Y CIERTOS CUENTOS, ENTRE LOS QUE ESTÁ "EL PRINCIPITO".

Y POR SI FUERA POCO LA MERY HA USADO UN REFRÁN, COSA QUE NO SOPORTO (COMO LE PASA A POR ERROR CON EL PRINCIPITO, POR UN TRAUMA DE INFANCIA, DONDE MIS PROFESORES PARA LLEVAR RAZÓN USABAN REFRANES Y LISTO).

PERO AL CUENTO VOY. ¿QUÉ HAY DE IMPOSTURA? ES UNA LÁSTIMA QUE TE FASTIDIARAN EL CUENTO, PERO LAS HISTORIAS QUE CUENTA ME PARECEN IMPRESIONANTES. MUY BIEN CONSTRUIDAS, Y DE ÉSTAS SOBRE LAS QUE TE PUEDES PASAR HORAS PENSANDO. PARA MÍ SON UN MONTÓN DE PÁGINAS LLENAS DE BELLEZA. Y CONSTE QUE PARA QUE ALGO ME PAREZCA DE ESA MANERA HA DE SER MUY ESPECIAL, QUE CUALQUIERA DE LOS QUE ME CONOCÉIS SABÉIS QUE LE TENGO BASTANTE AVERSIÓN A "LO BONITO" Y AL BUEN ROLLO EN GENERAL. PERO "EL PRINCIPITO" NO ES LA BIBLIA DEL BUEN ROLLO. ES SIMPLEMENTE UN LIBRO PRECIOSO.

RESPECTO A LA MUERTE DEL AUTOR ¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE QUE DESAPARECIERA O LO DERRIBARAN? PARECE COMO SI ÉL MISMO SE HUBIERA CREADO LA LEYENDA DE "YO DESAPARECÍ, QUE ASÍ QUEDA GUAY".

RESPECTO A SI EL PERSONAJE ÉSTE DICE LA VERDAD O NO, SABE DIOS. PERO INSISTO: ME ES INDIFERENTE EN CUANTO A LO QUE AL AUTOR SE REFIERE. ME RECUERDA A UNA PEGGY SUE QUE SALIÓ HACE UNAS SEMANAS DICIENDO QUE ELLA ES LA DE LA CANCIÓN (ESO AL PARECER ES CIERTO SEGURO), Y QUE BUDDY HOLLY IBA A DEJAR A SU MUJER POR ELLA (LO CUAL NIEGA LA VIUDA, Y NO SE LO CREE NADIE). PERO A BUDDY HOLLY LO VOY A SEGUIR ESCUCHANDO IGUAL.

Karmen dijo...

¡Hola de nuevo, Porerror! ¡Qué agradable sorpresa el post de hoy!

Me ha devuelto recuerdos muy queridos. ¿Sabes? Me atrevería a decir que Saint-Exúpery era el escritor favorito de mi padre. Le gustaba muchísimo. "El Principito" era su libro de cabecera. Yo lo leí siendo bien pequeñita (y recuerdo que me fascinaban tanto el texto como las ilustraciones que lo acompañan).

Cada vez que busco un libro en la estantería del salón de mi casa me topo con un volumen que contiene las obras completas del autor francés. Es antiguo y, además, está muy viejo. Imagino a mi padre, de joven, llevándolo de acá para allá. Nunca supe lo que significaba Saint-Exúpery para él, pero estoy segura de que la noticia no le habría sido indiferente...

Gracias por compartir tus reflexiones, Porerror.

Pink Panther dijo...

¡Muy bueno, porerror! Me animo a escribir un comentario pese a que soy consciente de que no tengo gran cosa que añadir. Lo de la biblia del buen rollo ha sido un buen punto - muchas cosas son la BDBR hoy por hoy... jaja. Yo El Principito lo ley hace siglos y casi no recuerdo nada (salvo lo del sombrero)... así que mala señal. Lo que sí es cierto es que uno parece toparse con este libro de forma recurrente allá donde vaya y resulta bastante "annoying". Pero no seré yo quien juzgue la calidad literaria de nada. Ahora mismo, en mi mesilla de noche tengo, "The 48 Laws of Power" y "The Naked Brain: How the Emerging Neurosociety is Changing How we Live, Think, and Work" - como se puede ver, nada de lirismo. Pero muy interesante este último. Casualmente leía ayer en este libro que el mero hecho de hablar de algo, aunque sea para denunciarlo como falso, tiene el efecto de que tal cosa se recuerde como veraz. Se llama "The Illusion of Truth Effect"... así que lo mismo tu post nos anima a releer El Principito y a que permanezca en nuestro imaginario colectivo como un gran clásico.

Fran G. Matute dijo...

No tiene nada que ver con El Principito pero sí con Juan Manuel de Prada y con los "encuentros casuales". Hoy he leído un artículo suyo en el periódico ese que tiene grapas y me ha llamado poderosamente la atención.

De hecho hasta he escrito un Post motivado por su lectura...

Anónimo dijo...

Porerror, has dado completamente en el clavo. Ese cuento, que ha sido siempre tan odiado en mi familia, y consecuentemente nunca me ha dicho nada, se ha vuelto la biblia de los progres guays e icono de los buenrollistas. Del mismo modo, totalmente de acuerdo con Mery y Pink Panther.

Porerror dijo...

¡Qué os gusta la polémica...! Mi intención era darle caña a El Principito, sabía que era un tema sensible, pero me alegra ver que hay gente para todos los gustos.

Sin embargo, creo que no me he explicado bien con el tema de los "impostores". Yo nunca he dicho que A. de Saint-Exupéry fuera un impostor, lo de impostor iba por el que dice haberlo derribado. Pero a lo mejor es verdad y todo. Es que claro, cañones de 20 mm contra una bandada de palomas... es muy fuerte, ¿no, señor Grillo?

Anónimo dijo...

Es curioso que la gente se lleve las manos a la cabeza conel éxito de Rodolfo Chikilicuatre y sin embargo no lo haga al saber que tenemos a un ministro de sanidad impostor. Cuál será la próxima mentira de Soria ¿que en España no hay listas de espera?

PD: Por cierto tengo un amigo que no se ha leído el principito. Me enteré el otro día y nos quedamos flipado, porque para colmo es filólogo. cosas de la vida...

GRILLO SOLITARIO dijo...

HOMBRE, PRIMERO HABLAS DE LOS IMPOSTORES Y LUEGO DICES QUE EL POST VA SOBRE SAINT-EXUPÉRY.

Y POR CIERTO, VAYA MIERDA CAÑÓN UNO DE 20mm (RECORDEMOS, ESO SON 2cm) ¿PARA LAS PALOMAS? PUES CON ESE TAMAÑO ES SUFICIENTE, :-P.

Y RESPECTO AL CHIQUILICUATRE, NO ES NINGÚN IMPOSTOR. DE HECHO VA CON LA VERDAD POR DELANTE. SE LE PUEDEN DECIR MIL COSAS, PERO NO IMPOSTOR...

Anónimo dijo...

Para gustos, los colores.. (lo siento Grillo Solitario)

Yo me leo el Principito y me suena a camelo...., para mí un cuento precioso que anda por casa es "Chepita" de Carmen Kurtz...

Saludos

La Mery

Seño Ana dijo...

Esto, como decirte que TE ODIO (ya estamos empatados por lo de la terremoto, no?).

Pues yo tengo muy buenos recuerdos de El Principito. Quizás porque mi padre supo no traumatizarme con él, porque a los 10 años (cuando lo leí por primera vez) puede ser una historia interesante y sobre todo porque me ocurrió algo "misterioso" justo al cerrar el libro por primera vez (recordad, 10 años de edad). El libro termina diciendo "...Si un niño llega hasta ustedes, si este niño ríe y tiene cabellos de oro y nunca responde a sus preguntas, adivinarán en seguida quién es. ¡Sean amables con él! Y comuníquenme rápidamente que ha regresado. ¡No me dejen tan triste!". Pues resulta que yo estaba en la playa leyendo y justo cuando termino de leer el libro me acerco a mi padre que se ha parado en la arena al lado de un niño de unos 5 años que está solo, rubio, sonriente y pasando olímpicamente de lo que mi padre le está preguntando... Joé! es para flipar, no? Yo lo hice.

He de decir también que El Principito fue importante en mi adolescencia y que sus historias han ilustrado muchos instantes o sensaciones en mi vida, sobre todo en esa época... será que soy así de cursi, que le vamos a hacer, los hay frikis y las hay cursis (te he dicho ya que te odio, verdad?).

P.D.: el niño era un alemán que se había perdido.

Kike dijo...

"Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Pero tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de comprenderlo todo, incluso los libros para niños.

Tengo una tercera excusa todavía: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene, por consiguiente, una gran necesidad de ser consolada. Si no fueran suficientes todas esas razones, quiero entonces dedicar este libro al niño que fue hace tiempo esta persona mayor. Todas las personas mayores antes han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan).

Corrijo, por consiguiente, mi dedicatoria:



A LEÓN WERTH
cuando era niño "


La mejor, la tercera excusa---> Este señor vive en FRANCIA, pobrecillo, asi que se lo dedico a el, que ya tiene bastante con eso. Solo por eso ya deberia ser considerado una obra maestra este libro. Quiza solo Carla Bruni ha comprendido Francia tan bien como Saint-Exupery...

kike

 
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