Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

martes, 17 de marzo de 2009

We Are the Pram Town Injurieichon Society


Gran Bretaña, principios del siglo XXI. Una vez que Elvis Costello se hubo dado definitivamente a cantar música de cowboys y que Ray Davies también les cantaba a los cowboys (de Vietnam, eso sí…), ¿no había de quedar nadie que cronicara con sus letras el día a día de la clase media baja? ¿Y que lo hiciera con mala leche?

Os traigo unos candidatos: el grupo de pop-rock indie Kaiser Chiefs, solo os dejo con dos citas suyas:

1) Intento montarme en mi taxi, me ataca un hombre con chándal
2) -¿Qué quieres de cenar? -Quiero patatas fritas de bolsa

Cualquiera que conozca un poquito la realidad inglesa sabe que en frases así está radiografiada perfectamente la verdadera esencia del país. Problema: Kaiser Chiefs son un grupo excelente, pero como buen grupo de rock andan más preocupados por la melodía y el ritmo que por las letras (ya sabéis, ellos “Never Miss a Beat”).


Os traigo ahora al Costello de los pobres, Darren Hayman. El que fuera líder del grupo indie Hefner y que ahora se presenta acompañado por The Secondary Modern, me atrevería a decir que es el mejor letrista y compositor de canciones británico de los últimos diez años. Ríase usted de Jarvis Cocker y de Damon Albarn (de hecho, riámonos todos un ratito de ellos: JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA!!!!.... qué fatuos son… ¿Ya? Continuamos). Sus letras consiguen emocionar sin caer en ningún momento en la ñoñada, de hecho exhiben toda la mala leche, ironía y verdad de las de un Costello a mediados de los ochenta.


Para la antología queda el álbum de Hefner We Love the City (2000), con versos como “El amor no detiene ninguna guerra, no detiene el cáncer, pero detiene mi corazón” o “Nos reiremos el día que muera la Thatcher, aunque sabemos que no está bonito, cantaremos y bailaremos toda la noche” (en UK la Thatcher encarna lo mismo que aquí Aznar: el chivo expiatorio de todos los males). Hefner cortaron el bacalao lírico hasta mediados de la década, yo tuve la suerte de verlos en el año 2000 en Sheffield, no los conocía, y me impactaron como pocos grupos en directo, sobre todo por sus inteligentísimas letras.

Hace un par de años vi en Sevilla a Darren Hayman, venía en plan cantautor, estaba envejecido. La verdad es que no recuerdo si tocó alguna de Hefner, yo creo que sí, pero en cualquier caso presentó un repertorio en solitario muy digno y muy sólido. En aquel concierto pillé un single suyo y no volví a saber de él, hasta que hace unas semanas salió a la venta el nuevo disco de este hombre, y no es cualquier cosa, oiga.


Pram Town (2009) es un disco concepto que se subtitula como “Una ópera folk” y de él ha dicho la revista ROCKDELUX que es una mierda: conclusión, debe ser obra maestra. Me fascinaría comprobar si los que escriben las críticas en ROCKDELUX llegan de hecho a escuchar los discos de los que hablan, aquí comentan que Pram Town se trata sobre un barrio de Essex (¿????) de principios de los 50, cuando es una ciudad, y de los años 40. Me imagino que si el crítico (David Morán) hubiera entendido las letras el disco de Darren Hayman le habría gustado bastante más.

También supongo que el término “ópera folk” lo utiliza Hayman porque ya estaban pillados “ópera rock” y “ópera pop”. ¿Por qué no lo ha llamado “ópera jazz”, u “ópera organillo Casio? Tampoco importa tanto. Lo que fascina de este álbum, de verdad, es el concepto. ¿Cómo se puede tener la poca vergüenza de crear una “ópera” de lo que sea, un ambicioso disco conceptual sobre urbanismo grabándolo en el estudio de su casa en plan lo-fi? Atended, que he contado hasta catorce músicos y 32 instrumentos diferentes en los créditos del disco, tampoco es el nota en un sótano con guitarra acústica y harmónica, ¿eh? Y aún así, las canciones de Pram Town suenan intimistas, nada grandilocuentes, son viñetas sobre la vida suburbana de una supuesta “ciudad modelo” inglesa de postguerra (sobre esto, los arquitectos que leen Estatuas Verdes podrán ilustrarnos más) que con el paso de las décadas se convierte en un suburbio sin alma.


Los temas de las canciones son conmovedores por su simplicidad y efectividad: grabarle una cinta de varios a la tía que te gusta (“Compilation Cassette”), el proceso de formación de un núcleo urbano (“Our Favourite Motorway” –y le saca poesía, el cabrón, hasta al carril de aceleración!), inventarse el nombre de una tía y el modo de deletrearlo (“No Middle Name”), cotilleos de borrachera en una fiesta (“Fire Stairs”)… simplemente delicioso. Lo que me fascina, y el fenómeno del que me parece emana casi toda la fuerza artística de Pram Town, es la ironía que proviene de la tensión. Darren Hayman saber sacar algo bonito y emocionante de donde los demás solo veríamos edificios grises, autopistas anodinas y pintadas canis. Exhibe una cierta nostalgia de su Pram Town, pero eso tiene mucho mérito, porque no estamos hablando de un bucólico Village Green à la Ray Davies: esto es una mierda de cemento armado.


Vuelvo al principio: crónicas de una Inglaterra urbana, más o menos gris pero en la que puede surgir la poesía. “Pram Town” (Villacarritos de Bebé) fue al parecer el sobrenombre que el periódico sensacionalista Daily Mirror le puso a New Harlow Town, engendro urbanístico donde la tasa de natalidad del baby boom era reflejo del optimismo de postguerra (y ciudad natal de Mari Vicky Beckham). Hoy día, si se va en tren desde el aeropuerto de Stansted hasta el centro de Londres se pasa por la estación de Harlow Town. Habrá que fijarse la próxima vez por la ventanilla, pero mucho me temo que los mozos ya no les graban a las mozas cintas de varios, que las lesbianas no se quieren tanto como cuenta Darren Hayman y sobre todo, ya sí que no hay tantísimos cochecitos de niño como antes.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

porerror, noto mucha amargura de fondo: chandales, ciudades grises, cemento armao a troche y moche???
Cualquiera diria que has vivido 1 dia gris, o 2 o 27 seguidos en alguna ciudad del norte ingles.

Para cuando un post comparativo del canilismo britanico y el espannol???

autefo

Karmen dijo...

Huy, Porerror, ¡cómo te veo con Kaiser Chiefs! Yo estuve en Londres el fin de semana antes de salir a la venta Off With Their Heads (tu disco de la semana), me compré el single de "Never Miss A Beat" y... le hice fotos a un cartel de promoción en una estación de metro cercana a Earls Court. El disco de Darren Hayman voy a tener que conseguirlo: tiene una pinta estupenda. Muy chulo el post. :-)

Anónimo dijo...

Pues a mí, una de las cosas en las que más me gusta fijarme es justamente en eso, porerror, en los edificios grises, los callejones escondidos, los patios traseros de las casas... es lo más auténtico de los estilos de vida de la gente de cualquier país, y no sólo la zona turística, que será lo más bonito, pero tamibén lo más impersonal. Me gusta observar a la gente normal de esas zonas e imaginarme cómo son sus vidas. Así que ya tengo ganas de escuchar ese disco, que por cierto, por qué me suena tanto Hefner? qué canciones tuvieron famosas en los 90?

CLP

orphangirl dijo...

Ey! poniéndome al día en el googlereader me he topado con este "viejo" post. A mí hefner siempre me molaron pero no he oído nada de Darren Hayman en solitario. Y si se saca un disco conceptual sobre esa ciudad por lo menos tendré que darle una escucha!

eduardo dijo...

OMG! estoy a punto de quedarme para siempre en mi pram town. trato de verle el lado bueno, pero siento que voy a enloquecer! hayman es un genio! por qué pienso todo de manera apresurada?!

 
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