“Después de esto, vi que había una multitud tan grande que nadie la habría podido contar. Eran gentes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Permanecían de pie delante del trono y delante del Cordero”
(Apocalipsis de San Juan: 7.9)
Os voy a dar una primicia: existe una técnica artística consistente en coger tablas de madera y mancharlas con pinturas a base de aceite para recrear el mundo. Os doy otra: la gente que pinta se llaman pintores, los ha habido en todas las épocas, de hecho, se puede estudiar su evolución de manera histórica: hay miles de ellos. Hay miles de pintores que pintaban tablas, lienzos, frescos….. y luego estaban los hermanos Van Eyck.
Al espacio más o menos confinado que se recubre (o no, modernamente) de pintura se le llama cuadro. Al políptico que representa la Adoración del Cordero Místico de los Van Eyck yo lo llamo simplemente el Cuadro. Veréis, el Cuadro (que no tiene título, unos lo llaman El Cordero Místico, otros el Altar de Gante o el Políptico de San Bavón –en alusión a la catedral donde se encuentra) es mi obra de arte favorita de todos los tiempos. Con diferencia.
Soy un flipado de la Edad Media, y la Edad Media flamenca es otra galaxia (ellos iban siglos por delante). El arte medieval me encanta porque además de ser bonico servía para algo, muy comúnmente para rezar, y esa idea me parece cojonuda. Los pintores primitivos flamencos son mis favoritos: su técnica al óleo, el rico detallismo de sus interiores domésticos (en que reflejan las calidades de telas, joyas, muebles, etc…) y exteriores, ora urbanos ora rurales, con sus edificios, su vegetación… ¿qué queréis que os diga? Es lo más bonito que he visto nunca (y me dejo los retratos, que también son la repanocha).
El Cuadro es un políptico (muchas tablas, además tiene dos lados: abierto y cerrado) pintado en 1432 por Jan y Hubert Van Eyck (sobre todo Jan, la verdad) que representa en 24 tablas un pasaje del Apocalipsis pero es mucho más: su rico simbolismo y complejo programa iconográfico dan para una explicación en audioguía de más de tres cuartos de hora. Pero yo no soy experto en arte, solo aficionado, y mi intención con este post no es explicar el Cuadro, sino llamar la atención sobre él.
El devenir histórico del Cuadro ha sido también flipante. Normalmente se mostraba cerrado, abriéndose solo en ocasiones muy solemnes. En el siglo XIX el puritanismo hizo que las tablas originales de Adán y Eva (que los representan en porretas) fueran sustituidas por unas copias en que nuestros primeros padres tenían las partes pudendas completamente cubiertas de vello, cual jodidos osos. Los nazis lo robaron durante la ocupación, con el propósito de exponerlo en un delirante Museo de Arte Ario que jamás se llegó a materializar. El Cuadro se recuperó, pero hubo otros robos, y una de las tablas menores se ha perdido para siempre, lo que nos queda es una copia.
Como he dicho antes, el Cuadro se encuentra en la ciudad belga de Gante, y yo cada vez que voy a Bélgica no perdono una visita para contemplarlo extasiado. He tenido la suerte de hacerlo cuatro veces en doce años, y pido a Dios que esta última (latest) vez –hace dos semanas- no sea la última (last). Los turistas se arremolinan en la sala o capilla donde se expone: detrás de una cabina de grueso cristal de seguridad. Al observarlos observar el Cuadro, nunca puedo olvidarme de las palabras de San Juan: “Vi que había una multitud tan grande que nadie la habría podido contar. Eran gentes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Permanecían de pie delante del trono y delante del Cordero”. Así sea.
(Apocalipsis de San Juan: 7.9)
Os voy a dar una primicia: existe una técnica artística consistente en coger tablas de madera y mancharlas con pinturas a base de aceite para recrear el mundo. Os doy otra: la gente que pinta se llaman pintores, los ha habido en todas las épocas, de hecho, se puede estudiar su evolución de manera histórica: hay miles de ellos. Hay miles de pintores que pintaban tablas, lienzos, frescos….. y luego estaban los hermanos Van Eyck.
Al espacio más o menos confinado que se recubre (o no, modernamente) de pintura se le llama cuadro. Al políptico que representa la Adoración del Cordero Místico de los Van Eyck yo lo llamo simplemente el Cuadro. Veréis, el Cuadro (que no tiene título, unos lo llaman El Cordero Místico, otros el Altar de Gante o el Políptico de San Bavón –en alusión a la catedral donde se encuentra) es mi obra de arte favorita de todos los tiempos. Con diferencia.
Soy un flipado de la Edad Media, y la Edad Media flamenca es otra galaxia (ellos iban siglos por delante). El arte medieval me encanta porque además de ser bonico servía para algo, muy comúnmente para rezar, y esa idea me parece cojonuda. Los pintores primitivos flamencos son mis favoritos: su técnica al óleo, el rico detallismo de sus interiores domésticos (en que reflejan las calidades de telas, joyas, muebles, etc…) y exteriores, ora urbanos ora rurales, con sus edificios, su vegetación… ¿qué queréis que os diga? Es lo más bonito que he visto nunca (y me dejo los retratos, que también son la repanocha).
El Cuadro es un políptico (muchas tablas, además tiene dos lados: abierto y cerrado) pintado en 1432 por Jan y Hubert Van Eyck (sobre todo Jan, la verdad) que representa en 24 tablas un pasaje del Apocalipsis pero es mucho más: su rico simbolismo y complejo programa iconográfico dan para una explicación en audioguía de más de tres cuartos de hora. Pero yo no soy experto en arte, solo aficionado, y mi intención con este post no es explicar el Cuadro, sino llamar la atención sobre él.
El devenir histórico del Cuadro ha sido también flipante. Normalmente se mostraba cerrado, abriéndose solo en ocasiones muy solemnes. En el siglo XIX el puritanismo hizo que las tablas originales de Adán y Eva (que los representan en porretas) fueran sustituidas por unas copias en que nuestros primeros padres tenían las partes pudendas completamente cubiertas de vello, cual jodidos osos. Los nazis lo robaron durante la ocupación, con el propósito de exponerlo en un delirante Museo de Arte Ario que jamás se llegó a materializar. El Cuadro se recuperó, pero hubo otros robos, y una de las tablas menores se ha perdido para siempre, lo que nos queda es una copia.
Como he dicho antes, el Cuadro se encuentra en la ciudad belga de Gante, y yo cada vez que voy a Bélgica no perdono una visita para contemplarlo extasiado. He tenido la suerte de hacerlo cuatro veces en doce años, y pido a Dios que esta última (latest) vez –hace dos semanas- no sea la última (last). Los turistas se arremolinan en la sala o capilla donde se expone: detrás de una cabina de grueso cristal de seguridad. Al observarlos observar el Cuadro, nunca puedo olvidarme de las palabras de San Juan: “Vi que había una multitud tan grande que nadie la habría podido contar. Eran gentes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Permanecían de pie delante del trono y delante del Cordero”. Así sea.
5 comentarios:
La verdad es que este cuadro es fascinante, inagotable... quizás sea de las obras de arte (académicas) que más impacto me han causado.
Coincido contigo en la veneración del arte flamenco. Los tíos eran unos cracks...
Hablando de la Edad Media ¿qué te parece Giotto? Para mí es otro grande, aunque su obra, a nivel popular, no esté muy reconocida...
en Gante soy mas de McDonalds...
Yo tambien Kike...Josemari.
Te doy mis felicitaciones por dedicarle un post al arte, a la pintura y finalmente a los Van Eyck. Espero que no sea el último. Sin duda estamos ante una de las grandes obras de la historia del arte universal. Comparto tu afición y admiración por estos maestros flamencos (recordar "el matrimonio del arnolfini")y por la pintura gótica. A pesar de los años siguen impresionando las pinturas de Grünewald o Roger Van der Weyden. Ahora que lo pienso porerror...los románticos del XIX miraron y buscaron refugio en la denostada edad media...¿significa eso que tenemos algo de románticos?
PATATAS FRITAS CON SALSA ANDALUZA....Y QUE SE QUITE EL CORDERO
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