Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

sábado, 15 de marzo de 2008

El encuentro casual


El encuentro casual da más alegría que la cita. Partimos de la base de que la persona a la que nos encontramos nos agrada, la queríamos ver. A veces el encuentro lo hemos imaginado en nuestra cabeza, tiene algo de premeditado, sin perder su secreto. Estaba a punto de llamarte, ¿sabes? Precisamente iba pensando en ti. Lo gracioso del tema es que nueve de cada diez veces es verdad, si no, ¿a qué decirlo?

Para que se den las condiciones idóneas del encuentro casual ha de hacer buen tiempo. No logro imaginarme cómo será en, digamos, Inglaterra. Pero en estos países mediterráneos sabremos disfrutar del solecito, de una brisa reparadora si fuese necesaria. Imposible el encuentro bajo la lluvia: eso es propio de amantes o de enemigos. En caso de estar lloviendo y ver de lejos al amigo, siempre cambiamos de acera, de vida. Pero cuando hace sol todo es distinto: ¡Qué pasa, cuánto tiempo!

Los estudiosos de la coincidencia no se ponen de acuerdo, pero podemos esbozar grosso modo dos tipos de encuentros fortuitos, según el sujeto encontrado. Primero está el encuentro del viejo amigo, o del amigo que hace tantísimo que no se veía. Este da mucha alegría, cierto, pero sabe a poco, sobre todo si hay prisa. Si hay tiempo, el encuentro suele dar paso a un agradable corolario, el café. Si no, ese café pasará a engrosar las listas de los cafés del limbo, esos que nunca tomaremos (A ver si otro día…).

Para períodos de más de un año sin verse todos los expertos señalan que es preciso sentarse. Como esto no suele ser posible (ni pensarlo en medio de la calle, o en el hipermercado), la mayoría de encuentros devienen meros saludos seguidos de un par de frases incómodas. Lo que nos produce incomodidad es la situación, no la persona. Una verdadera pena.

Si el encuentro se produce con un conocido o amigo al que solemos frecuentar, la cosa cambia. La cosa toma un cariz cotidiano, festivo casi. Llega al jolgorio si es alguien al que vimos por ejemplo ayer, o hace solo un rato. ¿Otra vez por aquí? ¡Tú es que me estás persiguiendo! Este tipo de encuentros, si son con vecinos no cuentan; por lo fácil resultan demasiado poco azarosos. Lo mejor es encontrarse a un amigo, una tarde de sol con media hora libre. Iba a Correos. Te acompaño. Voy a pelarme. Pues mira, yo también voy y así hago la gracia.

Uno de los dos verá al otro ya desde cien metros de distancia, y hará aspavientos, quedando indefectiblemente como un imbécil para el resto de los mortales. ¡Eeeeeeh! Inútil todo. Hasta que no estemos al lado, el conocido no mudará el semblante, con sorpresa. Hay que andar prevenidos por la vida, porque a veces puede darse el caso opuesto. Va uno por la calle tan tranquilo y de repente le tocan en el hombro: ¿No saludas?

Los dos se pondrán al día de la última semana, un mes a lo sumo, y concertarán otras quedadas más fructíferas pero –repito- nunca más placenteras. Es muy probable que uno de los dos desvíe su camino (en realidad no tenía ganas de hacer la gestión para la que estaba en la calle) y que acompañe al otro. Jamás fue tan preciso ir con escolta. Es muy probable que el que iba a la barbería termine en la oficina de Correos, o que el que se dirigía a visitar a su madre pase por una óptica, videoclub o librería, sin tenerlo programado.

Y he aquí la fuente del placer, comprendemos, del encuentro inesperado. Lo que de emocionante tiene la sorpresa, el desvío, el saltarse los planes. Por unos instantes (cinco minutos te acompaño nada más, que me están esperando), dejarse llevar y caminar, como reza la frase inglesa, “con los zapatos del otro”.


Por circunstancias ajenas mi voluntad es muy posible que en unos días no pueda escribir nada. Lo más probable es que vuelva el Domingo de Resurrección, gracias por vuestra fidelidad.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

lee el ultimo comentario de la entrada sobre fisica o quimica

Anónimo dijo...

Es un autentico honor que traigas hasta Estatuas verdes la obra "buenos días señor Courbet" 1854. Este pintor realista de personalidad arrolladora merece un post como dios manda.

El Nota

Anónimo dijo...

Recuerda los protagonistas de Rayuela (La Maga y Horacio, me parece), que nunca se citaban, esperando encontrarse por las calles de París. Me ha pasado hoy una cosa. Estaba bajando las escaleras de un centro comercial. Iba un poco cabreado. Acababa de acordarme de una persona a la que, desde hace unos días, me gustaría encontrarme cada minuto. Y de repente la veo, subiendo, en sentido opuesto. Casi no sé qué decir, porque ella vive lejos y no era probable verla allí. Mi escalera baja, la suya sube. Hola, qué haces por aquí...En una película, alguno de los dos hubiera esperado. En este caso, iba con el novio. En fin. Migue.

Anónimo dijo...

Bueno ,primero que nada me encanta tu blog ,mas que nada cuando hablas sobre peliculas ya que tantos libros no he leido ,pero me gustaria poder leerlo mas ,digo, encerio tenes que escribrir tanto? Osea generalmente describis las peliculas como nadie ,y siempre sabes usar la palabra correcta ,pero ,¿Hay que usar todos esos terminos? ¿Nombrar a tal director ,tal otro escritor? Todos sabemos que los conoces ,no nos quepa duda ,pero a veces lo magico de las peliculas es no analizarlas tanto, digo... enserio hay que compararla con las grandes peliculas, los increibles directores,todo?
Porque ,nos has hecho mas que desilusionarme de las peliculas que mas me gustan ,ME ESTAS DEJANDO SIN ILUSIONES!

Jaja ,o almenos acorta los post ,que soy de aburrirme muy facilmente

Igual


Amo todo lo que escribis jaja ,es una relacion amor y odio

www.lasttcigarette.blogspot.com

GRILLO SOLITARIO dijo...

EN REALIDAD ALGO ASÍ NOS PASA A TODOS. LA RAZÓN ES MUY SIMPLE: EN REALIDAD A NINGUNO NOS GUSTA EL BLOG; SIN EMBARGO LA BITÁCORA ÉSTA ES DRAGADICTIVA, Y LA LEEMOS TODOS LOS DÍAS. DE HECHO SÉ QUE HOY NO VA A HABER NUEVO POST, Y QUE NO LOHABRÁ HASTA DENTRO DE UNA SEMANA, Y YA EMPIEZO A NOTAR EL MONO.

Anónimo dijo...

¿Causas ajenas a tu voluntad? ¿Huida de Sevilla por cercanía fechas semanasanteras?
Debo de ser una asocial, porque los únicos encuentros casuales de los que logro acordarme son del tipo que pocas ganas de mantener conversación esteroetipada, mejor me hago la tonta que no me vean o del horror pavor, me escondo que no me acuerdo ni de como se llamaba ese.

Anónimo dijo...

Hola.

He quedado muy sorprendida con tu Blog ya que (oh sorpresa!) sorprendentemente tenemos gustos muy similares en cuanto a literatura, música y cine.Y eso siempre es una sorprendente sorpresa.

(Ahora voy a empezar con los sinónimos)

Después de este arrobo inaudito, titubeante de pasmo me encuentro, nada más y nada menos, que eres vecino.Y digo yo, entre el estupor y el impacto: Voy a pedirle el mail al chico, que a lo mejor cuela!


Un saludo y un guiño.

Anónimo dijo...

Como dice Jorge Luis Borges: "Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino".
Creo más en las casualidades que en el destino...si el futuro fuera cuestión de destino, esos encuentros casuales perderían parte de su magia.

Bueno pero la pregunta del día es "QUé vamos a hacer una semana sin posts!!!???"

Silvia

GRILLO SOLITARIO dijo...

ESPERAR A VER SI NOS ENCONTRAMOS A ALGUIEN POR LA CALLE, A VER QUÉ REMEDIO...

Porerror dijo...

¡Vaya, vaya! Me alegro un montón del éxito que ha tenido este post tan personal. Cuando lo escribí tenía en mente esos encuentros con amigos pero me habéis recordado otra cosa que merecería capítulo aparte: cómo no... ¡encontrarse a la tía/ al tío que nos gusta! Eso sí que es lo máximo...

Porerror dijo...

Amiga anónima (entiendo que de Argentina):

Muchas gracias por tu comentario. Tus críticas me las tomo en serio y además no eres la primera persona que me dice que las entradas resultan "largas", "espesas" o "pedantes".

Mi intención al dar tantos datos no es dármelas de entendido ni abrumar a nadie, sino más bien abrir pequeñas ventanas, como sugerencias. Entiendo que a algunas personas esto pueda resultarle aburrido, pero a mí por contra me da mucho coraje cuando leo algo sobre un tema que me gusta, no lo conozco y no puedo profundizar por falta de datos.

Para ser más entretenido habrás visto que trato de hacer un blog variado y "aligerarlo" alternando temas de Literatura o Cultura con otros más chorras tipo TV o costumbrismo friki.

En cuanto a la longitud de las entradas, juro que lo estoy intentando, pero no me sale. Espero seguir mejorando.

Seño Ana dijo...

Aunque tarde, pero aqui va mi comentario. Esto de los encuentros casuales mola y hay una fecha que es bastante propicia: compras navideñas.

Os cuento: día tal de diciembre, centro comercial, caja para cobrar, media vuelta y... un par de conocidos que hace 5 años que no veo. Comentando la casualidad, nos interrumpen una pareja de amigos comunes que hacía una semana que no veía y los conocidos otros taitantos años. Bla, bla, bla un rato, a ver si quedamos y tal y cual (lo de siempre). Cambio de tienda en el centro comercial, buscando una cafetera (si Porerror what else?) y me encuentro a dos amigos que me da mucha alegría ver. Total que no hubo cafetera y si cenita y cine.

Seño Ana dijo...

Ah! se me ha olvidado en cuanto a lo de los encuentros con la persona que nos gusta... ¿Qué me decís de lo de hacerse la encontradiza? Confesad todos lo hemos hecho...

Anónimo dijo...

Encuentros casuales....mmm... ¿Cómo cuándo te encuentras a tu antiguo profesor de ingles corriendo por la calle y te cuenta que ha visitado Jordania?
^^

PD:Ya me llegó la postal^^...has conseguido ponerme los dientes largos...xD

 
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