En aquella divertidísima película Monjas a la carrera (1990), Eric Idle (el Monty Python que, crucificado, le silbaba al lado brillante de la vida) y Robbie Coltrane se escondían en un colegio de monjas para eludir a la mafia. Este último se veía obligado a explicar en clase de Religión el Misterio de la Santísima Trinidad, y decía: “chavales, Dios es como un trébol... pequeño, verde y con tres hojitas”.
De un modo paralelo, en mi cabeza las gemelas Olsen, pareja mítica, conforman un binomio inseparable, son un nuevo Misterio de la Dualidad. Mary Kate y Ashley, una y dos a la vez, su identidad se resuelve en la de la pequeñina Michelle Tanner, la bebé de Padres forzosos (1987-1995). De hecho, cuando yo veía de chico los créditos de esta serie y salía la imagen con el rótulo Mary Kate Ashley Olsen recuerdo que pensaba “qué nombre más largo tiene esa niña” (al parecer los productores no querían que se supiese que el papel lo hacían dos personas).
No pasó mucho antes de que nos enterásemos (en un Lecturas o un Diez Minutos quizás) de que la niña de Padres forzosos era en realidad dos. Con el tiempo también descubrimos que John Stamos, el actor que encarnaba a Tío Jesse, se estaba encarnando a la petona Rebecca Romijn, pero ese es otro tema.
Las simpáticas gemelitas Olsen, niñas-para-comérselas, gozaron de una inmensa popularidad televisiva en USA merced a Padres forzosos. Su encaje en posteriores producciones resultó menos brillante, cuando a los 9 años su serie fue cancelada y aparecieron sucesivamente en Cosas de gemelas (Two of a Kind, 1998-1999), donde hacían de gemelas traviesas y Dos en Malibú (So Little Time, 2001-2004), donde hacían de gemelas traviesas. También hicieron cantidad de telefilmes, como Perdidas en Navidad (1992), en el que hacían de gemelas traviesas, Papá de película (1998) o Pasaporte a París (1999), donde interpretaban el papel de gemelas traviesas y de gemelas traviesas, respectivamente.
La transición de la niñez prodigio a la adolescencia y no digamos la edad adulta fue siempre problemática. Ahí esta si no, para atestiguarlo, nuestro Joselito (el niño de la voz de oro y el tabique de plata). Este pasó de cantar cual ruiseñor y acabó emulando a Arthur Rimbaud, no precisamente escribiendo poesía parnasiana sino traficando con armas en África. Pero no, las gemelas Olsen no han terminado (de momento) de juguetes rotos, simplemente se han hecho mayores. Han dado el salto a la gran pantalla (Muévete, esto es Nueva York, 2004) con regulera fortuna, y continúan forrándose con sus líneas prendas de vestir y accesorios, que se venden en Wal-Mart.
De un modo paralelo, en mi cabeza las gemelas Olsen, pareja mítica, conforman un binomio inseparable, son un nuevo Misterio de la Dualidad. Mary Kate y Ashley, una y dos a la vez, su identidad se resuelve en la de la pequeñina Michelle Tanner, la bebé de Padres forzosos (1987-1995). De hecho, cuando yo veía de chico los créditos de esta serie y salía la imagen con el rótulo Mary Kate Ashley Olsen recuerdo que pensaba “qué nombre más largo tiene esa niña” (al parecer los productores no querían que se supiese que el papel lo hacían dos personas).
No pasó mucho antes de que nos enterásemos (en un Lecturas o un Diez Minutos quizás) de que la niña de Padres forzosos era en realidad dos. Con el tiempo también descubrimos que John Stamos, el actor que encarnaba a Tío Jesse, se estaba encarnando a la petona Rebecca Romijn, pero ese es otro tema.
Las simpáticas gemelitas Olsen, niñas-para-comérselas, gozaron de una inmensa popularidad televisiva en USA merced a Padres forzosos. Su encaje en posteriores producciones resultó menos brillante, cuando a los 9 años su serie fue cancelada y aparecieron sucesivamente en Cosas de gemelas (Two of a Kind, 1998-1999), donde hacían de gemelas traviesas y Dos en Malibú (So Little Time, 2001-2004), donde hacían de gemelas traviesas. También hicieron cantidad de telefilmes, como Perdidas en Navidad (1992), en el que hacían de gemelas traviesas, Papá de película (1998) o Pasaporte a París (1999), donde interpretaban el papel de gemelas traviesas y de gemelas traviesas, respectivamente.
La transición de la niñez prodigio a la adolescencia y no digamos la edad adulta fue siempre problemática. Ahí esta si no, para atestiguarlo, nuestro Joselito (el niño de la voz de oro y el tabique de plata). Este pasó de cantar cual ruiseñor y acabó emulando a Arthur Rimbaud, no precisamente escribiendo poesía parnasiana sino traficando con armas en África. Pero no, las gemelas Olsen no han terminado (de momento) de juguetes rotos, simplemente se han hecho mayores. Han dado el salto a la gran pantalla (Muévete, esto es Nueva York, 2004) con regulera fortuna, y continúan forrándose con sus líneas prendas de vestir y accesorios, que se venden en Wal-Mart.
Cuando estuve en América tenía una amiga que con 22 años se compró una mochila “de la colección” de Mary Kate y Ashley Olsen, y todos se burlaban de ella, menos yo, claro. Las gemelas han ido madurando, y han pasado de iconos infantojuveniles a abanderadas de ese look bohemio-chic que exhiben también otras pin-ups como Kate Moss o Sienna Miller. De hecho, tengo que confesar que la idea para este post la he sacado del blog de una lectora argentina, que las tiene sacralizadas. Leyendo su última entrada me he enterado de que la editorial Penguin les va a publicar a las hermanitas un libro sobre moda, por título Influence.
A pesar del humor y la ironía que he empleado al hablar de ellas tengo que confesar que las gemelas Olsen me molan, tal vez sacan mi lado más bizarro, el que se siente fascinado por unos personajes que lo mismo te interpretan una telecomedia que te promocionan una línea de camisetas o te hacen un vídeo de aerobic. Para mí lo más problemático es y seguirá siendo percibir a las Olsen como mujeres adultas (por más que tengan 22 años). Tíos más jóvenes, que no vieron Padres forzosos, me dicen que “están muy buenas”. ¡Por Diosss!!! ¡Asaltacunas! ¡¿No os dais cuenta de que estamos hablando de Michelle Tanner?!
5 comentarios:
A mi las gemelas Olsen me dan un poco de grima. "Padres Forzosos" estaba muy bien (hasta salieron en un capítulo The Beach Boys, si mal no recuerdo), pero una vez talluditas... mmmm...
P.D: ¿"...lo mismo te interpretan una telecomedia que te promocionan una línea de camisetas o te hacen un vídeo de aerobic"?
¿Seguro que esa no era Jane Fonda?
Si hubiera sido Jane Fonda habría dicho "lo mismo se visten de vaqueras, las detienen por comunistas, hacen de Barbarella con un traje de papel de plata que te organizan un envío de suministros al Vietcong".
Los Beach Boys salían en la serie, recuerdo que ahí conocí yo los temas "Kokomo" y "Be True to Your School". ¡Canela!
Cuando le preguntaron a Joselito qué objeto elegía llevarse a la isla de Supervivientes, y él contestó que "una recortá", los productores del programa estuvieron pensando si había sido conveniente invitarlo al programa. Nunca olvidaré cuando saltó del helicóptero. Migue.
Algunos problemas de anorexia si que tienen y el perfil de jueguetes rotos mas aún.
Inma.
Michelle Tanner es lo máximo.
Lo siento: crecí (muy felizmente) alternando cenas entre "Padres Forzosos" y "El Equipo A".
Las gemelas Olsen (para mí también) siempre han sido (y serán) Michelle.
Hace cuatro años y medio volví a ver la serie entera en tan sólo cuatro meses (y a razón de 3 capítulos diarios). ¡Qué locura! ¡Steve Urkel también salía!
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