El pasado 8 de diciembre tuvo lugar un mini-hito en el mundo discográfico. Por fin vio la luz (como dicen los cursis) una caja recopilatoria o box-set que antologiza la carrera del (sshh! que no nos oiga nadie) mejor grupo inglés de todos los tiempos: los Kinks. Esta caja, llamada Picture Book (2008), extrae material de las cuatro décadas de carrera del grupo: por primera vez se han puesto de acuerdo las –que yo sepa- cuatro discográficas de los Kinks a lo largo de los años para aportar canciones y dar al conjunto… pues eso, una visión de conjunto.
Siguiendo la tradición bien reseñada por Xabipop del box-set y el “autoregalo”, el viernes pasado me hice con la cajita, y tengo que decir que mi reacción ante ella ha sido un poco perpleja. Leí en la web de The Guardian que esta caja estaba muy bien (porque los Kinks están muy bien) pero que no se entendía a qué público iba dirigida. Para el fan acérrimo, la caja contiene una inmensa mayoría de temas que ya se conocen y se tienen, y su contenido en rarezas (maquetas, directos, tomas alternativas) es magro.
Para el oyente casual –expresión que me encanta, sacada de All Music Guide- la box-set supone tamaña abundancia de material que llega a abrumar, y aunque la disposición es cronológica, escuchar la caja entera (6 CDs, gracias!) nos garantiza una cantidad de morralla que nos puede estallar la cabeza. Para hablar de Picture Book, por tanto, no me queda más remedio que disociarme o esquizofrenizarme, para hablar de ella alternativamente BIEN y MAL.
BIEN: Con decir que en Picture Book vienen todas las canciones buenas de los Kinks ya estamos diciendo que merece muchísimo la pena. Tópicos aparte (los Kinks eran dos hermanos del Norte de Londres, Ray Davies se creía mejor que Lennon y McCartney juntos, inventaron el rock duro, inventaron el music hall, inventaron el chicle…) lo que nos queda de los Kinks son las canciones. El tema de este grupo es que entre 1964 y 1968 sacaron la que posiblemente sea la mejor racha de singles de toda la historia del pop, y luego en 1968 les dio por hacer discazos y no pararon hasta 1972. Y luego les dio por el teatro musical, y aunque se les fue la olla, hay muchísimo material salvable de esta época que es excelente (y está en la caja).
MAL: Quitémonos la careta, con el Village Green Preservation Society (1968) –cuyo concierto homenaje dio lugar a una sabrosa polémica “virtual”- y con un par de recopilatorios se puede uno hacer una excelente idea del legado de los Kinks. Si ya te gusta tener todos los álbumes y además te compras Picture Book, esperas un valor añadido. La verdad, no es la primera box-set que adquiero, y se han visto maravillas: esa serie de cajas Nuggets, con ensayos a cargo de Lenny Kaye, Greg Shaw o Greil Marcus, en especial esa reciente de San Francisco Nuggets (2007), con un cuidadísimo folleto de papel satinado lleno de fotografías de gran calidad. En esta box-set de los Kinks la presentación no es muy cuidada. Hay fotos chulas, pero pocas. El papel del libreto es endeble y la información interior, regulera y poco novedosa (básicamente dice que los Kinks eran dos hermanos del Norte de Londres, etc…).
MAL: Musicalmente, he hablado de “morralla” en el sentido de ciertas composiciones de las décadas de los 80 y 90. No sé si es justo o no, pero sí sé una cosa. Mientras que en los 60 y 70 los Kinks eran un grupo de referencia (hasta a los punks les llegó su onda), hace diez o quince años ya solo importaban a sus fans más incondicionales. Su prestigio no ha disminuido, me refiero a la relevancia de su música nueva. Además, si bien la caja Picture Book incluye algunos cortes descartados o “donados” a otros artistas y algo de prehistoria Kinks, uno echa en falta un verdadero trabajo arqueológico en plan Beatles Anthology (1995-96).
BIEN: No pienso acabar un post sobre los Kinks hablando mal de ellos (no sea que venga algún “juez virtual” y me ponga a caldo), el sabor de boca quiero reservarlo para la maravillosa música de los hermanos Davies. Varias de sus canciones se cuentan entre mis favoritas absolutas, y ellos como nadie me hicieron comprender que éxito y honestidad artística no iban de la mano en el mundo del rock. Solo con escuchar los tres primeros CDs de la caja Picture Book le puede a uno entrar jaqueca ante tantos y tantísimos temazos buenos. En conclusión, y por zanjar el debate: esta caja de los Kinks, ¿hay que tenerla? La kinkera respuesta es que ni sí ni no, sino todo lo contrario.
Siguiendo la tradición bien reseñada por Xabipop del box-set y el “autoregalo”, el viernes pasado me hice con la cajita, y tengo que decir que mi reacción ante ella ha sido un poco perpleja. Leí en la web de The Guardian que esta caja estaba muy bien (porque los Kinks están muy bien) pero que no se entendía a qué público iba dirigida. Para el fan acérrimo, la caja contiene una inmensa mayoría de temas que ya se conocen y se tienen, y su contenido en rarezas (maquetas, directos, tomas alternativas) es magro.
Para el oyente casual –expresión que me encanta, sacada de All Music Guide- la box-set supone tamaña abundancia de material que llega a abrumar, y aunque la disposición es cronológica, escuchar la caja entera (6 CDs, gracias!) nos garantiza una cantidad de morralla que nos puede estallar la cabeza. Para hablar de Picture Book, por tanto, no me queda más remedio que disociarme o esquizofrenizarme, para hablar de ella alternativamente BIEN y MAL.
BIEN: Con decir que en Picture Book vienen todas las canciones buenas de los Kinks ya estamos diciendo que merece muchísimo la pena. Tópicos aparte (los Kinks eran dos hermanos del Norte de Londres, Ray Davies se creía mejor que Lennon y McCartney juntos, inventaron el rock duro, inventaron el music hall, inventaron el chicle…) lo que nos queda de los Kinks son las canciones. El tema de este grupo es que entre 1964 y 1968 sacaron la que posiblemente sea la mejor racha de singles de toda la historia del pop, y luego en 1968 les dio por hacer discazos y no pararon hasta 1972. Y luego les dio por el teatro musical, y aunque se les fue la olla, hay muchísimo material salvable de esta época que es excelente (y está en la caja).
MAL: Quitémonos la careta, con el Village Green Preservation Society (1968) –cuyo concierto homenaje dio lugar a una sabrosa polémica “virtual”- y con un par de recopilatorios se puede uno hacer una excelente idea del legado de los Kinks. Si ya te gusta tener todos los álbumes y además te compras Picture Book, esperas un valor añadido. La verdad, no es la primera box-set que adquiero, y se han visto maravillas: esa serie de cajas Nuggets, con ensayos a cargo de Lenny Kaye, Greg Shaw o Greil Marcus, en especial esa reciente de San Francisco Nuggets (2007), con un cuidadísimo folleto de papel satinado lleno de fotografías de gran calidad. En esta box-set de los Kinks la presentación no es muy cuidada. Hay fotos chulas, pero pocas. El papel del libreto es endeble y la información interior, regulera y poco novedosa (básicamente dice que los Kinks eran dos hermanos del Norte de Londres, etc…).
MAL: Musicalmente, he hablado de “morralla” en el sentido de ciertas composiciones de las décadas de los 80 y 90. No sé si es justo o no, pero sí sé una cosa. Mientras que en los 60 y 70 los Kinks eran un grupo de referencia (hasta a los punks les llegó su onda), hace diez o quince años ya solo importaban a sus fans más incondicionales. Su prestigio no ha disminuido, me refiero a la relevancia de su música nueva. Además, si bien la caja Picture Book incluye algunos cortes descartados o “donados” a otros artistas y algo de prehistoria Kinks, uno echa en falta un verdadero trabajo arqueológico en plan Beatles Anthology (1995-96).
BIEN: No pienso acabar un post sobre los Kinks hablando mal de ellos (no sea que venga algún “juez virtual” y me ponga a caldo), el sabor de boca quiero reservarlo para la maravillosa música de los hermanos Davies. Varias de sus canciones se cuentan entre mis favoritas absolutas, y ellos como nadie me hicieron comprender que éxito y honestidad artística no iban de la mano en el mundo del rock. Solo con escuchar los tres primeros CDs de la caja Picture Book le puede a uno entrar jaqueca ante tantos y tantísimos temazos buenos. En conclusión, y por zanjar el debate: esta caja de los Kinks, ¿hay que tenerla? La kinkera respuesta es que ni sí ni no, sino todo lo contrario.
11 comentarios:
A mí estas preciosidades de los box sets se me escapan del presupuesto para discos, pero anda que no molaría tener la de los Kinks.
De todas formas es que no hay por qué decir si la caja está bien o mal. Porerror, tú no sabes que se puede estar bien y mal a la vez?
Te lo dice Barry Gibb: http://muchachadanui.rtve.es/videos/barry-gibb-19.html
anda! hace poco le mandé un email a un amigo común sobre esta caja y tú ya te la has comprado! Reconozco que, aunque los conocía desde hacía tiempo, hasta hace relativamente poco no me metí en el grupo y por supuesto, me encantaron. Así que en mi caso la caja sí que molaría pues no tengo ningún disco original de ellos y no me los sé de memoria. La pena es que no tenga dinero y los reyes ya los tenga casi liquidaos, jeje.
Cada vez que los escucho me parecen más modernos. Qué grande el principio de Viaje a Darjeeling (Wes Anderson) con Adrian Brody y Bill Murray corriendo tras el tren y de fondo el temazo "This time tomorrow".
Con respecto a la caja, no sabía si pillármela, pero ahora... me he quedado igual.
Mojaquero.
Estimado Caballero Mongoloide:
En realidad no me apetecía perder el tiempo en este insulso blog de pacotilla que llevas, pero como no soy amigo de las injusticias y me dedico a desfacer entuertos virtuales, y siendo además sobrino de quién eres, no me ha quedado más remedio que intervenir.
Vaya por delante que los Kinks es MI GRUPO FAVORITO, que no quiere decir que crea que es el mejor grupo del mundo ni nada de eso (aunque lo es). Yo también me compré el box set (varios minutos antes que tú, que lo sepas) sobre el que despotricas de forma clasista y con claro desconocimiento de causa y te diré dos palabras: SUAVIZANTE!
Si bien es cierto que el libreto no es el GRAN ENSAYO sobre el grupo de Muswell Hill, entiendo que hay poca más información que dar sobre el grupo. Si bien es cierto que las rarezas, demos y “previously unissued” son escasos (entiendo que comparados con los Anthology de The Beatles), te diré, ya que parece que lo desconoces, que los Kinks grabaron en un estudio patatero donde no se registraban las tomas de las canciones y que como no tenían presupuesto pues se grababa encima y esa es la razón de que apenas existan temas raros de los Kinks y los que hay ya salieron en el fantástico “The Great Lost Kink Album” (1973) que adquirí por mis viajes por Europa.
Por lo tanto me parece injustérrimo que critiques una materia de la que queda patente que eres un neófito pretencioso, pues entiendo que para aquéllos que no son completistas como yo, que conozco hasta el último “fuck you” escondido en los solos de guitarra de Dave Davies, el box set es el documento definitivo, cubre las 4 décadas de esplendor del grupo y si bien podríamos pasar horas en polígonos discutiendo sobre qué canciones meteríamos (¿“Did Ya”?) o quitaríamos (¿”Ring The Bells”?), aliento al personal a que adquiera esta maravillosa colección que además no es nada cara. Es más, es bastante accesible al bolsillo del oyente casual…
Industrialmente suyo.
Hola,
Llevo unos cuantos días liado con Picture Book y la verdad es que para mi el balance es positivo. Ni siquiera Ray Davies puede despachar 138 canciones todas igual de buenas. A mí si que me gusta lo de la última época, no todo, pero hay unas cuantas muy buenas. Hay un post al respecto:http://blog.yes.fm/2008/12/15/kinks-y-katalogo
Pues yo me hice fan de los Kinks gracias a mi novio (vergüencica): los dos primeros CDs que me grabó fueron "Village Green Preservation Society" y "Odessey and Oracle", de los Zombies.
Durante más de un mes no pude dejar de cantar...
"Pictures f your mama,
taken by your papa,
a long time ago..."
Quizás el box-set sea demasiado (por lo de abrumador y carete), pero sí agradezco toda la información contenida en este post, Porerror.
"So have a good day today."
-Buen Riggy: No desesperes, ya te llegará la época de los box sets, y si no, para eso están los Reyes Magos.
En cuanto a lo de Barry Gibb: ¡amigo, lo has clavado! Precisamente tenía en mente esa canción cuando he escrito todo el rollo de BIEN y MAL. "Viendo a un cuentacuentos que ponía caricas...".
-Orphangirl: Sí, quizás la caja de los Kinks sí sea para ti, que a lo mejor no eres ultrafan pero ya los conoces más o menos. Pídela a los Reyes, que es baratica!
-Anónimo Mojaquero: A ti también te la recomiendo (tú, que eres muy de las bandas sonoras de Wes Anderson). 6 CDs por 42 pavos, está de puta madre. Sé que la disfrutarás, y si no yo te la grabo, que también es muy tuyo.
-Kiko Fuentes: Bienvenido a Estatuas Verdes. He estado en tu blog y he dejado un comentario. Para mí el balance también es positivo, pero es cierto que esperaba muchísimo más.
-Karmen: Grandes discos los que te grabó tu novio. Yo para ligar contigo te hubiera grabado algo de Lefty Frizzel (con perdón).
Estimado jovenzuelo virtual (y petulante):
En realidad no me apetecía perder el tiempo contestándote pero me alegro de que al menos no lo hayas hecho de manera anónima, ya que tu derecho a réplica habría perdido todo su sentido.
Ignoro de qué polígonos industriales habrás salido pero me da la impresión de que no has escuchado a los Kinks en toda tu vida, y que eres de los que no se compran ni un disco (seguro que todo lo que tienes es bajado de internet).
Yo, por contra, tengo amigos que a diferencia de ti sí son fans de The Kinks, han comprado sus discos en países como Francia, Luxemburgo u otros, y han llegado a decir que los Kinks deberían ser una asignatura obligatoria en todos los colegios.
Yo mismo tengo varios discos de los Kinks en vinilo (que tú no sabrás ni lo que es eso), comprados en exclusivas tiendas de Madrid, y pagados con dinero que gano trabajando honradamente con muchos sudores (y alguna que otra tiritona).
Eres un seudointelectual. Qué fácil es esconderse tras una pantallita, en tu mesita, con tu ordenadorcito, y escribir con tus deditos maquiavélicos para desbaratar el duro trabajo de los demás, en este caso mi humilde blog, compuesto con ilusión en horas robadas al suelo en pueblos rurales lejos de mi familia, novia y amigos.
He dicho.
"robadas al sueño", quería decir. Tu seudointelectualismo y tu plogonería me sacan de mis casillas y hasta cometo erratas.
Muérete, fraude!
Hacía tiempo que no te leía, porerror, y me ha encantado el post.
No tengo ni esta box ni muchas otras, siempre me tacharon de falsa fan y ahora con más razón que nunca... No obstante me ofende que algunos me pregunten cosas como "¿a tí te gustaban los Kinks, no?"...
Creo que no has hablado explícitamente de las letras... me parecen brillantes y clearly ahead of their time... si de verdad entendiésemos eso que nos contaban de que "girls will be boys and boys will be girls it's a mixed up muddled up shook up world"... el mundo sería mucho más divertido, thus better.
Please haz tus deberes con The Jam, promise?
Pues mira que ya lo he visto en algún escaparate y me apetecía saber más. Tu post me ayuda a entender básicamente de qué clase de box set estamos hablando.
Gracias por la info y saludos navideños.
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