Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

martes, 7 de diciembre de 2010

Tamara Drewe me deja un poco Frears


Bien sabéis que el médico me tiene prohibidísimos esos novelones decimonónicos que tanto os gustan. Por eso no he leído Lejos del mundanal ruido (1874) de Thomas Hardy (aparte de que el médico me tiene a Hardy prohibido específicamente, hasta su poesía). Para que os hagáis una idea, no he sido capaz de terminarme ni la sinopsis de la novela que da Wikipedia. Por eso poco tenía como marco de referencia cuando leí que Tamara Drewe (2010), la nueva peli de Stephen Frears, era una supuesta “adaptación” del susodicho libro.

Si lo es, lo será como Fuera de Onda (1996) lo fue de Emma (1815) de Jane Austen, o algo así, porque a lo poco que he entrevisto en Wikipedia, ambos productos no tienen nada que ver (salvo que se desarrollan en el campo, y sale un perro). De lo que sí es una adaptación Tamara Drewe es de Tamara Drewe (2005-2007), una novela gráfica –ahora les llamáis así a los tebeos, ¿no?- de la periodista Posy Simmonds. Stephen Frears mola porque su cine es garantía de cosas interesantes, ahí están Las amistades peligrosas, Los timadores, Héroe por accidente, Café irlandés, La camioneta, Alta fidelidad o La Reina para atestiguarlo… (no pongo los años para no aburriros).


Hang on, Porerror! Vas ya por el tercer párrafo y todavía no has dicho nada de la peli en sí? Uyuyuy… Ya, ya, señora…shshshshshshsh! Cállese, que me hunde usted el chiringo. Tamara Drewe, ¿eh? Debéis ir a verla? Ni sí ni no, sino todo lo contrario. La película tiene virtudes innegables, y hablo siempre desde el punto de vista cultural y narrativo, no cinematográfico, que ignoro. La película trasciende géneros (es una comedia negra, podríamos concluir), presenta personajes interesantísimos, juega con las convenciones para luego hacerlas polvo para luego reforzarlas, tiene un leve barniz cultureta a la par que es chabacana, lo que la hace posmoderna, en la mentalidad al menos…

Y sin embargo la suma de todas estas atractivas piezas no me termina por encajar. La resolución de la trama, for one thing, me deja frío y más insatisfecho que el final de Perdidos. Los personajes, tan vivos, tan bien dibujados, interaccionan pero en un momento dado se ponen a hacer cosas que no les pegan para nada. Es que han e.v.o.l.u.c.i.o.n.a.d.o., Porerror, pero tú no te has dado cuenta. Aaaaaaahhh! Luego está la estupenda ambientación en una Inglaterra rural de gallinas Buff Orpington, de scones con nata y mermelada y de festivales indies, adobada con el festival de acentos si la vais a ver en V.O., lo que le añade muchos enteros.


Durante la peli te ríes, porque te tienes que reír, pero es más una sonrisa que una risa, es la complicidad nudge nudge de quien se reconoce miembro de esa élite cultureta (porque a nosotros la campiña de Thomas Hardy no nos dice nada… o sí?). En Tamara Drewe hay una escena de váter pero no son los hermanos Farrelly, y hay varias cenas literiaroides, pero no es Woody Allen, no sé si me explico. Ni como comedia elevada ni como farsa me llega a mí la cosa a funcionar del todo, o en palabras de la buena T-Girl: “la película no llega a explotar”.

Así y todo, no puedo desestimar esta peli como algo malo sin más: durante el 90% de su metraje pasé un rato agradabilísimo viéndola. Hay sátira, hay enredo, hay personajes excéntricos (es Inglaterra, ¿no?), hay cama, hay cirugía estética, hay música indie, hay firmas de libros, hay comentario social. Pero qué queréis que os diga, hijos míos, la película pretende abarcar tanto… Nada puedo decir de si le hace justicia o no al cómic original, eso os lo dejo a ustedes. Pero como producto en sí mismo… no sé, id a verla at your own peril (o sea: si os da la gana).

3 comentarios:

Cris dijo...

Cambiaré mis costumbres, cosa que ultimamente hago demasiado, y veré la peli y a la susodicha señorita antes de leer el tebeo o novela gráfica o en fin...

Saludos, porreor
siempre genial, tú.

pd. Hagamos caso a los médicos y olvidemos las novelas proibidas. A nuestra salud. Chin chin.

Karmen dijo...

¡Ah, Porerror!
Ví la peli en el Festival de Cine de Sevilla. Se llevó el Gran Premio del Público, así que imagina cómo fueron las demás...
La verdad es que a mí me dejó buen sabor de boca. El final es un poco rarete, cierto, pero el conjunto completo me agradó bastante.
¡Un saludo!

natalia dijo...

Pero, pero, pero....si es muy divertida!Nos empeñamos en profundizar en todo, que todo tenga un fondo trascenental que nos marque y nos haga pensar. Yo la recomendé por divertida, siento el chasco, porerror. El cine es de las pocas cosas que te hacen olvidar. Te sientas y te engulle la pantalla, te transportas a otro mundo y durante dos horitas, si no se trata de un bodrio, vives otra vida. Me reí mucho con el personaje del batería y con las niñas. No me pareció gran película, pero pocas me lo parecen, la verdad. Un rato agradable, porque todo no puede ser Barry Lindon o El séptimo sello. En fin.

 
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