Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Los nazis y la Ley de Godwin


Un amigo me enseña una entrada de Wikipedia: "La Ley de Godwin", leo, seguida de una definición que traduzco:

“A medida que una discusión de Internet se hace más larga, la probabilidad de una comparación con los nazis o Hitler se aproxima a uno.”

O sea, que según el tal Godwin, abogado y escritor norteamericano, en cualquier foro o discusión online lo bastante larga podemos tener la certeza absoluta de que alguien acabará sacando a relucir a Hitler o los nazis como argumento. La Ley de Godwin tiene un corolario que dice que “en cuanto sale a relucir la comparación con los nazis, se acaba la discusión y quien la haya usado como argumento ‘pierde’ automáticamente el debate”.

Esto, que empezó como una regla para grupos de discusión, se aplica ya a las listas de correo electrónico, foros, chats e incluso páginas de comentarios de blogs. En principio me suena a chiste, al Teorema del punto gordo: “mientras más gordo se dibuje un punto más rectas pasarán por él”.

Pero no, resulta que la Ley de Godwin está bastante extendida en Internet, igual que la falacia lógica de Reductio ad Hitlerum (decir que algo es malo porque lo hacían o fomentaban los nazis, y como los nazis eran malos…). El nombre de esta falacia en latín macarrónico tiene ecos del de Reductio ad absurdum (cuando en Matemáticas nos decían “y se demuestra que esto es así porque no es asá, no es asao…etc”: o sea, no te demostraban nada; por eso soy de Letras).

Compruebo que la Ley de Godwin y la Reductio ad Hitlerum aparecen mencionadas en artículos de revistas, tiras cómicas online y otras fuentes, y no me extraña su vigencia. Tengamos en cuenta que Internet la manejan los americanos, la mayoría de estas discusiones electrónicas tienen lugar en inglés, y ya se sabe que en el mundo anglo Hitler = todo lo malo (dictadura, violencia, totalitarismo, antisemitismo, invasión ilegal de países…: lo opuesto a USA). No ha mucho otro amigo historiador me comentaba cómo veía que en las librerías, los nazis –como tema- eran “más populares que el Demonio”.

Si recordamos que muchos americanos siguen percibiendo la 2ª Guerra Mundial como un combate mítico entre el Bien y el Mal que además ganaron ellos (los rusos no cuentan porque salieron rana), es comprensible esta importancia de los nazis en su imaginario colectivo, y de ahí la trivialización del término. Había un episodio clásico de Seinfeld titulado "El nazi de la sopa", que trataba de un cocinero intransigente y autoritario. Yo mismo he utilizado la palabra “nazi” a la ligera muchísimas veces.

Sería interesante constatar la validez de la Ley de Godwin en foros online de China, Hispanoamérica o los países árabes. Cada cultura tiene sus propios fantasmas. En España, sin ir más lejos, podríamos reformular una nueva Ley de Godwin: sustitúyanse las palabras “Hitler” y “nazis” por “Franco” y “fachas”. Solo que aquí, por desgracia, parece que es al revés: cualquiera que saque a relucir los anteriores términos y acuse al oponente de fascista tiene automáticamente ganada la discusión.

2 comentarios:

Karmen dijo...

José escribió: "Solo que aquí, por desgracia, parece que es al revés: cualquiera que saque a relucir los anteriores términos y acuse al oponente de fascista tiene automáticamente ganada la discusión." ¡A menos, claro, que alguien le responda: "¿Por qué no te callas?"! ;-) Muchas gracias por tu entrada, José: ¡Qué interesante! C.

GRILLO SOLITARIO dijo...

¡¡¡GRANDÍSIMO, KARMEN!!! :- >>

 
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