Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 28 de julio de 2008

Sensaciones POP (II)


“Sean críticos, cojones, críticos”.
(Germán Coppini)


Voy a intentar dar hoy mis impresiones sobre el aspecto más importante del festival ContemPOPránea 2008: la música. Llámala indie, como reza el subtítulo del evento, llámala pop, como gustan los modernos. Aquí tienen cabida desde el petardeo a lo más progresivo, pero siempre dentro del pop rock alternativo.

Lo bonito de un festival como este es lo que tienen todos los actos que hermanan a gente con intereses específicos: hacen sentir a los frikancos como personas normales. Ya puede ser la Campus Party, el mundial de maquetismo de Gerona o un salón del cómic donde hacer cosplay. En el ContemPOPránea se ve uno de repente rodeado de miles de personas cuyos gustos comparte, y eso mola. Ve uno camisetas cuyos arcanos eslogans entiende, corea letras de canciones trabajosamente aprendidas en la soledad del dormitorio, ve a la gente flipar al ritmo de una música que uno pensaba minoritaria.

En el ContemPOPránea por ejemplo, un señor como Xoël López de Deluxe puede ser una estrella de rock, y comportarse como tal sobre el escenario sin resultar ridículo. Unos señores normales con camisas de cuadros (Teenage Fanclub) son directamente dioses. Habiendo donde elegir, muchos conciertos me los he perdido. He visto en total siete de veinte posibles, pero os aseguro que he presenciado todo lo que tenía en mi lista de obligatorios. A otros dos grupos ya los había visto en anteriores ocasiones sin molarme, y otros cinco no me interesaban. Solo me he perdido tres conciertos que quisiera ver, y la verdad, son una minucia comparado con lo que sí he visto.


El viernes, Emma Pollock hizo un poco de mamporrera para el plato fuerte de la noche: Teenage Fanclub. La madrina indie es un icono y todo lo que ustedes quieran, pero no tocó ningún tema de The Delgados sino de su disco nuevo en solitario, y la verdad… A Teenage Fanclub era la tercera vez que los veía (1998, 2000 y ahora). Están más viejos, pero su música no se ha resentido ni un ápice. Un día de 1996 soñé que eran el mejor grupo musical del mundo, entonces me desperté y resultó que de verdad lo eran. ¡Qué ganas de complacer al público! Qué diferentes del sinvergüenza de Dylan…

Tocaron temas de todos sus discos, destacando éxitos perennes como “Everything Flows”, “Don’t Look Back”, “Sparky’s Dream”, “Ain’t That Enough”, “I Need Direction”, “It’s All In My Mind” o “The Concept”, que dejaron sin habla al respetable. Muy difícil ser los siguientes sobre el escenario ante tamaño conciertazo, pero lo hicieron con muchísima dignidad los granadinos Lori Meyers, hijastros de los escoceses (hacen el mismo tipo de música pero en español). Los Lori tocaron los mejores temas de su reciente Cronolánea (2008) –“Luces de neón”, “La búsqueda del rol”, “Luciérnagas y mariposas”, “Alta fidelidad”-, un par de Hostal Pimodán (2005) –“Dilema”, “Sus nuevos zapatos” y tres o cuatro clásicos de su disco de debut (“Tokio ya no nos quiere”, “Viaje de estudios”, “La mujer esponja”).

El set de Lori Meyers supo a bastante poco (básicamente lo que vienen haciendo en su gira pero recortado), pero a menos supo todavía el concierto de Sidonie. La buena lectora Karmen hace referencia en un comentario al post de ayer al gran fraude de Sidonie: que no sonó “Giraluna”. Ni “Giraluna” ni prácticamente nada, coño. Los catalanes saltaron al escenario con casi 50 minutos de retraso, y prácticamente se comieron el tiempo que tenían asignado.

Su concierto no llegó a la media hora, algo con lo que al parecer no contaban, porque se fueron muy cabreados cuando les obligaron a ir terminando. Por lo menos les dio tiempo a interpretar “Persona”, “Fascinado”, “Nuestro baile del viernes”, “La vida bohemia” o “Sidonie Goes to Varanasi”, pero se quedaron muy cortos (hasta hubo un pavo que al principio les hizo entrega de un girasol, con la esperanza de que lo sacaran a relucir durante “Giraluna”, y se quedó con un palmo de narices).

Bueno, como veo que esto da para bastante, mañana os sigo contando la jornada del sábado y otras cositas. Hoy terminaré citando a Germán Coppini –ahora resulta que es un gurú indie: bueno, pues vale-, quien no se privó de recomendar al público que dedicaran parte de su tiempo a leer. Amén.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se te va la pinza, Porerror, con lo del "sinvergüenza Dylan". Me alegro de que te hayan gustado tus complacientes grupos, con sus compalcientes melodías, así com tu admiración hacia otros agradecidos grupos como La Oreja de V...Pero Dylan nunca ha tocado para agradar, desde Newport, donde fue abucheado- después reconocido como uno de los conciertos más grandes del rock- nunca ha vivido de su pasado.Solo recomiendo que el que vaya a un concierto de Dylan se informe antes, escuche algo de sus últimos trabajos (folk, swing y buen blues), y el que no, que se quede en casa... o vaya a escuchar a los compalcientes Rolling Stones u Orejas de Van Gogh.
Jose.

Porerror dijo...

Gracias por tu comentario, José. Me gustan las críticas porque me estimulan a pensar.

Te iba a contestar en plan irónico, pero no lo voy a hacer. Tu opinión es tan válida como la mía, o sea, que guay. Solo quería constatar que en la época en que tu "no complaciente" Dylan iba al festival de Newport, este era un evento gratuito, ¿no?

Hablando de todo un poco, sé que el pop provoca desprecio por lo "facilón" o por lo "simplote", pero eso es como acusar al cielo de ser azul. Pues sí. Seguiré yendo a conciertos más o menos rompedores, y espero que tú también, pero desde luego tendré mucho cuidado a ver qué me ofrecen a cambio de mi dinero, ya que la entrada de un concierto no deja de ser un bien o servicio que se compra, como pueda ser un disco.

Karmen dijo...

De esta segunda entrega me quedo con una observación: "En el ContemPOPránea se ve uno de repente rodeado de miles de personas cuyos gustos comparte, y eso mola."

¡Cuántas veces habré hablado yo de Deluxe, Lori Meyers, Sidonie & Co. a la gente que me rodea (familia, amigos, compañeros de trabajo), recibiendo un terrible "no me suena(n)" como reacción!

El ContemPOPránea paga con creces todas las sensaciones (de impotencia) tipo: "Dios mío, si son geniales..."

En cuanto a la disputa de arriba... Porerror, sinceramente creo que lo del "sinvergüenza de Dylan" es un poquito excesivo... Sí es verdad que me sentí bastante decepcionada con el concierto del que hablas, pero... no sé, Dylan es Dylan. Hoy día, creo que nadie más que él puede permitirse el lujo de no repartir caramelos a su público. Sólo los ultra-mega-super fieles obtienen su premio. :-(

 
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