Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

sábado, 5 de julio de 2008

El increíble Hulk: Superheroísmo a tope


De todos los superhéroes el más trágico siempre me pareció la Masa. Ahora resulta que se dice “el increíble Hulk”, bueno pues Hulk. Digo trágico porque es un tipo que tiene, por empezar citando a Capote, “un don y un látigo para fustigarse con él”. Muchos superhéroes Marvel lo son a su pesar, y sufren cantidad, ahí están casi todos los X-Men, Spiderman, en un momento dado Iron Man… Pero este pobrete de Hulk… no sé, su poder es también su ruina. Es un héroe trágico, una especie de Rey Midas al revés (por continuar citando a los Hollies o a Mansun, a quien prefiráis). Todo lo que toca se convierte en pupita.

Leo en Wikipedia que en una encuesta de 1965 realizada entre estudiantes USA se citaba a Hulk y a Spiderman junto a Bob Dylan o al Che Guevara como sus ídolos antisistema. Interesante. Leo también que cuando en 2003 el soporífero director Ang Lee llevó al cine al personaje anduvo influenciado por la moda “No a la guerra” de Irak, extremo que no puedo calibrar puesto que no vi dicha adaptación, que fue por demás un fracaso crítico y de taquilla. A lo mejor por eso han vuelto ahora a hacer una nueva película sobre la Masa, El increíble Hulk (2008).

Creo que esta nueva capta a la perfección el espíritu trágico del personaje, hasta el punto de convertirlo en un fugitivo (hay momentos en que te crees que estás viendo al Dr. Richard Kimball) y de no tener el típico final made in Hollywood. Esta peli corta con la de 2003, supone un nuevo comienzo “desde cero”, por lo que no influye haber visto o no la otra. La historia es simple: un tal científico llamado Bruce Banner sufre una pupita inducida por rayos gamma consistente en que si se enfada se vuelve un señor gigante verde, y no me estoy refiriendo al de las hortalizas. El buen hombre trata de librarse de esta cruz con el concurso de otros científicos, entre ellos su amorcete Betty Ross.


El problema es que el padre de Betty, el general Ross, fue el inductor del mal de Banner/Hulk, quien sin saberlo formaba parte de un programa para el desarrollo de un “supersoldado”. Sumemos a todo esto mamporros y explosiones por doquier, sin olvidar a Abominación (otro engendro-ser-supersoldado ateo, comunista y ruso), y ya tenemos la receta para el último éxito cinematográfico de la Marvel. De esta peli diré lo mismo que en su día dije sobre Iron Man (2008): que es muy entretenida. Tampoco le faltan frases lapidarias, como: “Las he pasado putas en misiones muy jodidas”, “Yo odio al gobierno como el que más”, etc.

Igual que en el caso del Hombre de Hierro, a lo satisfactoria que resulta la película contribuye en no poca medida su reparto. Aquí contamos con la presencia estelar de Edward Norton, William Hurt, Liv Tyler y un inconmensurable Tim Roth. Mola porque (igual que ocurría con Robert Downey, Jr., Gwyneth Paltrow y Jeff Bridges) a todos estos actores los hemos visto ya en otras ocasiones, y ninguno aparece precisamente en su mejor momento de físico. Aquí no se escatiman arrugas, cicatrices, ojeras, patas de gallo, flacideces… y esto, con los milagros del maquillaje y del PhotoShop no puedo sino pensar que resulta intencionado. Su apariencia no importa tanto como sus interpretaciones y eso, en una peli de superhéroes de cómic, ya es un puntazo.

Luego está el hecho de que El increíble Hulk no parece tomarse demasiado en serio a sí misma. No hay aquí banderas americanas al viento ni conjuras que amenacen la paz mundial. Hay un hombre atormentado que para colmo es perseguido, lo que le impide hallar reposo mental o físico. Hay, si queremos, un trocito del mito del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, con la dicotomía Banner/Hulk, un poquito de La bella y la bestia (enorme historia de amor entre Norton y Tyler, el pobre no puede palparla porque si se palotiza se convierte en Hulk: ríase usted de Tristán e Isolda). También hay un poquitín del mito de Prometeo y Pandora (si Frankestein era “el moderno Prometeo”, ¿podría Hulk ser el postmoderno?).


Pero no os asustéis, lo que más hay es mamporros. La pelea final entre Hulk y Abominación supone una suerte de Pressing Catch bizarro entre dos costillares de cerdo ibérico. Tal es el grado de violencia que la pobre Liv Tyler se ve obligada a gritar “¡Basta!” (ya digo, el final no es de los típicos, y no develo más). Muchas reflexiones para quien quiera ponerse a buscarlas, pero sobre todo hay disfrute y diversión a raudales.

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SPOILER: Y, por si esto fuera poco, al final aparece Tony Stark diciendo que quiere formar un “equipo”… (y no precisamente de fútbol).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, vi Atraco perfecto. Genial. ¿Has visto La niebla? A ver si nos vemos. Te cuento lo de la cama y tú lo de la discoteca (me ha recordado a Coque Raya en Todo es mentira). Migue.

Kike dijo...

yo fui a verla ayer... y no me gusto un pelo. Amos a ver, mamporros por todos lados, un señor (bueno, 2) gigantes de verde, liv tyler. Hasta ahi, todo bien. Que conste que no me he leido ningun comic de la masa asi que no se de que va el tema... Pero yo creia que los superheroes,aparte de tener poderes sobrehumanos, ayudaban o puteaban a los humanos, segun fueran buenos o malos. Este Hulk esta muy poco definido y su lucha es mas consigo mismo.

Con respecto a lo de Ironman del final, me parece ya rizar el rizo con la fantasmada (aunque soy consciente de que esto es una cosa muy comun en el mundo del comic).

Porerror dijo...

-Kike, creo que el problema (o no) de esta peli es el mismo de todas las que inician una saga de superhéroes: el tener que explicar la génesis del personaje.

Esto lo iba a poner en el post pero se me olvidó. En la mayoría de estas pelis (eg. Spaiderman, Iron Man) se pasan el 80% del tiempo contándote cómo surgió el tema y al final te dan un caramelo de un combate final mojonero.

En El increíble Hulk no hay este problema ya que la trama en sí de la peli es la lucha/huida de Hulk (para bien o para mal). De todas maneras, muchos cómics de Hulk se basan en su huida de las fuerzas del orden y en los destrozos que comete. Pero igual es que el personaje no te mola entonces.

Fran G. Matute dijo...

Yo debo ser de los pocos que defiende la peli de Ang Lee, que me pareció maravillosa (salvo el "forzado" final), ahondando en los conflictos personales de Bruce Banner más que en el tema de la violencia y los saltos... Y además era espectacular y el reparto se me antoja muy similar al de la nueva versión. Eric Bana estaba muy bien, Jennifer Connely ya ni te digo... y el malo era Nick Nolte...

Te animo a ver la anterior versión, que para nada me pareció meritoria de tanta mala baba y mucho menos de que obligase a la Marvel (o a Hollywood) a "re-inventar" el personaje como hicieron con James Bond y "Casino Royale"...

 
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