Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Semos todos


Muchos grandes tuvieron problemas con Hacienda: Arancha Sánchez Vicario, Robin Hood, PG Wodehouse, Ray Davies, Pedrito Ruiz… Humildemente, hoy me sumo a esta lista de egregios. ¿Motivo? Mis tribulaciones con el fisco, que a continuación paso a relataros.

Yo no le llego ni a la suela del zapato a los personajes mencionados, pero por algún motivo, la Agencia Tributaria española la ha tomado conmigo y le ha dado por perseguirme. Muchos profesionales del gremio (entre ellos, varios inspectores de Hacienda) me comentan siempre que sería tan facilísimo recaudar trillones de las antiguas pesetas más de lo que actualmente se recauda. Bastaría con ponerse. Pero como bien me dijo otra persona, a Hacienda no le compensa pagarle el sueldo a un tío para que te persiga.

Porque van a sacar cuatro duros. Pero al parecer, hay montones de empresas y particulares de los que facturan dinerales, que defraudan lo indefraudable y que son dejados medio tranquilos. ¿Mantenimiento del status quo?


Yo solo soy un miserable asalariado, que cobra por hora menos de un tercio de lo que te lleva un mecánico del coche, y además tengo las cuentas muy claritas: ni propiedades, ni terrenos, ni dinero invertido. Bueno, pues no sé bien por qué arte de birlibirloque los señores del fisco se la pasan asaeteándome a cartitas y tocándome las narices. Y lo más bonito es que, tras el susto, el disgusto, el trastorno, la reunión del papeleo, la pérdida de horas de trabajo y todo lo que haga falta, acaban dándome la razón.

“Uy, perdón, era un error nuestro: jí, jí, jí, jí…” Este verano llego yo tan pancho de un estupendo viajito relajante y me encuentro en el buzón otra cartaza de Hacienda, que si requerimiento, que si patatín y patatán… que si no será usted enviado a galeras… Adiós relax y adiós tranquilidad otorgada por las vacaciones. No me extraña que en los tebeos de Mortadelo y Filemón presentar la Declaración del IRPF fuese pintado como un trauma, o que los Beatles cantaran “Taxman” (F. Ibáñez y George Harrison, otros grandes damnificados por el tema).


Luego, mis dos Ángeles de la Guarda de los impuestos (un familiar Inspector de Hacienda y un amigo asesor fiscal) siempre me sacan del apuro. Ya digo, todo se soluciona sin problema, porque yo no defraudo y lo hago todo bien, pero el disgusto que me llevo es siempre morrocotudo. Joder, en Estados Unidos presenté la Declaración de la Renta durante dos ejercicios y no tuve ningún tipo de problema. Pero aquí… ¿tendré que mudarme a Andorra para que me dejen en paz?

Para acabar no me remonto a los Beatles ni a Cheap Trick (que también cantaron aquello de “Taxman, Mr. Thief”). Decía Mecano en un tema suyo, “y en el año que viene, a ver si en vez de un millón pueden ser dos”. Yo simplemente quiero decir, “señores del fisco, en el año que viene a ver si en vez de tocarme las narices a mí otra vez se las tocáis a otro”. Porque Hacienda somos todos. ¿O sí?

4 comentarios:

GRILLO SOLITARIO dijo...

PERDONA, PORERROR, PERO A DIFERENCIA DEL RESTO, Y EN ESPECIAL DE LAS ÚLTIMAS... ¡¡¡ESTA ENTRADA ES UNA MIERRRRDA!!! ¿CÓMO PUEDES HABLAR DE GENTE CON PROBLEMAS CON HACIENDA Y OLVIDÁRSETE EL UNA PESETA POR CADA ESPAÑOL DE LOLA FLORES? PORERROR, NO ESTÁS EN LO QUE ESTÁS... :-P

Fran G. Matute dijo...

En una cosa que comentas está la clave de todo esto: a Hacienda no le resulta rentable pagar a un Inspector para que mire las declaraciones de la Renta del personal de a pie, porque para sacar dos duros mejor ni se mueven. Por eso se han inventado lo del requerimiento automático. Un ordenador decide aleatoriamente a quién llamar y si te toca, te tocó aún no habiendo hecho nada ni lejanamente fraudulento... Y claro, el susto te lo llevas...

Cosas de la tecnología.

Anónimo dijo...

Si me queréis IRSE!!!!

Muy grande Grillo

Porerror dijo...

Gran fallo por mi parte olvidarme en este post de la Faraona, sí, mea culpa.Es que Hacienda me trastorna realmente...

 
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