Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Oda a mi barrio

Ya ha durado bastante la broma. La única tienda de discos que había en mi barrio (donde lo mismo se compraba un disco de Count Basie que de Reincidentes que de Gesualdo) es hoy una óptica. Of all things una óptica, Dios mío!, mi comercio-bestia negra. Esto me ha sumido en una profunda tristeza, que, unida a otros acontecimientos recientes, me ha movido a por fin dedicarle un post a mi barrio.

Mi barrio no es especialmente bonito, y lo bueno que tiene (objetivamente) es ser relativamente tranquilo, además de quedar muy cerca del centro de Miciudad. Subjetivamente, lo mejor que tiene es que es el sitio donde me he criado, y por eso me gusta tanto. Por haber vivido en él familias de clase media y media alta y por tener una adscripción mítica al conservadurismo, mi barrio carga en Miciudad con el sambenito de “pijo”. En mi barrio hay pijos, más que en muchos barrios pero no más que en todos. Y no todo el mundo es pijo.

Lejos quedan ya los tiempos en que el fallecido Jordi Estadella hacía chistes en el programa de Luis del Olmo diciendo que en mi barrio iban a poner un carril Rolls-Royce. Lo que sí hay ahora es un cochambroso carril bici cortesía de vuestro alcalde, que ha mermado el número de plazas de aparcamiento y mutilado salvajemente el espacio de los grandes olvidados por la sostenibilidad: los peatones. Lejos quedan ya los tiempos en que en mi barrio aparecían pintadas de skinheads. Pero mi barrio –amigos- sigue siendo el más rancio, pijo y facha de Miciudad, y lo seguirá siendo en el imaginario colectivo hasta que la gente “cool” le levante el castigo.

Hace muchos años ya que en otras zonas de Miciudad la vivienda es más cara que en mi barrio (abundante en pisos vejetes y no tan cómodos o bien equipados), pero su idónea ubicación cerca del centro hace de mi barrio una zona favorita de especuladores inmobiliarios. Mucha gente estirada y absurda ha dado mala fama a mi barrio, es cierto que hay gente estúpida, esnobs que gustan de aparentar y muchos “quiero y no puedo”. Pero me encantaría ver una estadística y saber de qué porcentaje de la población del barrio estamos hablando. Hoy día me da que lo que más hay en mi barrio es gente mayor.

En mi barrio una acera rota puede durar así una década: el ayuntamiento no la arregla porque aquí el partido que gobierna no es el más votado (tampoco lo es en el conjunto de Miciudad, pero gobierna gracias a la maravillosa democracia). Las aceras de mi barrio están untadas de esa Nocilla canina que es la mierda de perro. Los edificios de mi barrio son por lo general bastante feos: fruto de un gusto arquitectónico sesentero y setentero que se ha quedado antiguo. Pero qué queréis que os diga, uno se encariña con lo que conoce, y yo asocio a mi barrio muchos de los más importantes momentos de mi vida.

Hoy por hoy, mi barrio es posiblemente el segundo más denostado de Miciudad (detrás de uno que sale siempre en Callejeros), a nivel de crítica popular. De hecho, meterse con mi barrio se ha convertido en un tópico, como hablar del tiempo o el tempus fugit. La primera vez que tuve conciencia de este hecho fue hace 15 años, cuando salí de él a estudiar COU en el instituto de un barrio más pijo que el mío, pero daba igual. Hace muy poco fui “acusado” de escuchar a Mecano y Hombres G por provenir precisamente de determinadas calles.

A mí todo esto me da igual, me gusta mi barrio con todas sus imperfecciones, y no digo que sea el mejor de nada ni de ninguna parte pero una cosa sí os digo: es el sitio en el que quisiera vivir de mayor. Vivo de alquiler en mi barrio a costa de pagar una pastoriza, y me voy a comprar un piso en las estribaciones del perímetro clásico del barrio, zona que en pocos años quedará sin lugar a dudas absorbida dentro de él.

Cuando éramos adolescentes, un amigo-lector y yo solíamos fantasear con recorrer su arteria principal de cabo a rabo andando por el centro de la calzada, en agosto, cuando no había coches. Hace unos meses vuestro alcalde semipeatonalizó la mitad de esa calle, con lo que al menos me queda el consuelo de ver cumplido –en parte- uno de mis sueños infantojuveniles.

7 comentarios:

Rukia dijo...

Ese era también uno de mis sueños juveniles porerror, como el de que hubiera carril bici ;)

Fran G. Matute dijo...

Por alusiones, confieso que yo ya recorrí esa calle a pie antes de su peatonalización. Olvidas decir que tu barrio fue pionero en la fusión flamenco-rock y en la contracultura de tuciudad y que numerosos personajillos nacieron allí y que nadie se acuerda de ellos pero dieron lustre y originalidad a un paisaje que ciertamente, hoy día, es desolador.

Sólo me queda darte las gracias por querer perdurar el legado de ese barrio del que yo ya he perdido toda esperanza de regeneración...

Anónimo dijo...

Hay una calle de tu barrio que es como si fuera mía. Mis abuelos vivían allí y de pequeño iba todos los fines de semana. Mi madre, que vivió antes en otros sitios, se afincó desde pequeña en tu barrio y es, hoy el que consdera suyo. Siempre habla de él con nostalgia. El otro día le comenté que había pasado por una calle emblemática de tu barrio recientemente peatonalizada y que esaba preciosa. Me dijo que el actual alcalde había heche dos cosas buenas: el mote del candidato de la oposición y esa calle. Migue.

Anónimo dijo...

RESPONDE A ESTO NOTA;¿CÚANTO DURARÍA UN MUBLE TOCADISCOS TIRADO JUNTO A UN CONTENEDOR EN TU BARRIO?

natalia dijo...

Conozco ese barrio. Sí que era (es)pijo, pero también estaba allí uno de los bares más alternativos que se podían pisar hace 25 años, me permito el lujo de decirlo. LA GRAMOLA. Allí lo mismo podías escuchar un tema de The Cure que de Everything but the girl,que de Dacon Blue, que de Radio futura. Y comiéndote un maravilloso sadwich vegetal que quitaba el hipo. Y nadie te miraba raro si vestías, como yo en aquellos años, ropa negra ajustada.Y es que para mí, nada es más intolerante que un hippie. Yo iba a tu barrio desde la otra punta de la ciudad, desde otro barrio pija aunque considerado algo más progre, porque allí me sentía muy bien. Vivan los pijos, su buena educación (por regla general, aunque no siempre)y su respeto a los demás.Viva tu barrio.

orphangirl dijo...

Oh! Este tema mola ... más ahora que es mi ex-barrio aunque como mis padres aún viven allí, no dejaré de visitarlo. Como bien apunta Fran, de nuestro barrio han salido personajes ilustres ... porque cierto es que a veces, entre tanto pijo (con buen nivel cultural) salía uno que quería transitar por caminos distintos ... Cuando has dicho lo de las pintadas de skindheads he tenido un flash-back brutal! Mi primer novio, que es del centro, decía que le daba miedete irme a buscar allí por eso mismo. ¿Os acordáis de cuando te encontrabas con cierta asiduidad a heroinómanos pinchándose entre los portales-patios y el parque? Años más tarde, en plena juventud, me encontraría lo mismo en la Alameda por la noche pero claro, allí todo aquello resultaba más cool.

En fin, yo tengo muy buenos recuerdos de infancia del barrio, de los juegos en la calle y el parque ... aunque a partir de los 14 sentía que no encajaba con los de allí. Deseaba tener amigos en mi barrio a los que les interesara las mismas cosas que a mí y no tener que ir casi siempre al centro para divertirme ... pero bueno, tenías sus cosas buenas con las que pasar tu tiempo libre como ir a salas de cine en VSO, en el cineclub UGT y el Corona. Ningún otro barrio salvo el centro tenía aquella oferta, eh? Pero bueno, menos mal que años más tarde os conocí y volví a hacer vida social por las calles de las Vírgenes :)

Rukia dijo...

El Corona Center y el bar Burbujas son algo que añoro muchísimo de mi barrio, buen apunte orphangirl =)

Por otro lado, aun tiene sitios guays para comer, como el Sloopy y la pizzeria Gayra (conocida entre mis amigos como "el molletazo") ^^

 
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