Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

martes, 25 de noviembre de 2008

Oda al donut


A esta horita ya de la tarde vamos a quitarnos la careta de una vez por todas y proclamar a los cuatro vientos un secreto a voces. No, no me estoy refiriendo al divorcio de Felipe González ni al hecho de que haya tongo en el Premio Planeta. Quiero dejar mi garganta, atormentada por los estreptococos, gritando que EL DONUT ES EL MAYOR INVENTO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.

Y os lo dice uno que no merienda, desde chico me acostumbré a no merendar. De todas maneras, si consultara a un nutrólogo fijo que me diría que para merendar me tomara dos mandarinas, o sea que ni caso. El donut es el mayor invento de la Humanidad, lo que pasa es que engorda y por eso está feo decirlo. Está hecho de grasaza animal, de chocolate, de crema, de azúcar… de cosas ricas que engordan. Lo primero que necesitamos para hablar de algo es delimitar el objeto de estudio. ¿Qué es un donut?


Una de las muchas cosas que he aprendido viendo la tele es que en Madrid y por ahí les llaman “bollos” a los pastelitos de bollería industrial: palmeras, cuñas, caracolas, xuxos, cañas… ¿Se encuentra el donut en esta categoría? ¡INJURIA! El donut, el buen donut, es una obra de arte, un poema que se nos ha dado para mancharnos los dedos pecando. Etimológicamente, la palabra donut es una bárbara simplificación yanqui de la palabra inglesa doughnut, que significa literalmente “pella de masa”. Todavía recuerdo cómo se rió de mí la profesora particular de inglés –graduada en Cambridge- cuando me vio escribir la palabra doughnut de aquella forma: donut. ¡Perdón, Vanessa, por seguir los absurdos dictados USA!


Para mis torpes ojos de niño español criado en los 80, un donut era esa especie de engendro o rosquilla que la empresa Donuts facturaba y factura para consumo estupefaciente y masivo en los colegios. Alguien debería hacer un estudio entre la relación de la comida basura y la música indie en España: Sr. Chinarro trabajando para Donuts, el de La Casa Azul para Nesquik… conozco a cantautores que pierden la cabeza por la bollería industrial. Volviendo al tema, es cierto, como es lamentable que en España durante muchos años se ha identificado “donut” con el nefando producto con un agujero en medio. Afortunadamente, la cosa ya está cambiando.

Incluso una miserable franquicia como Dunkin’ Donuts ha hecho bastante por hacernos ver la luz. Vayan allí, despáchense media docena y luego me cuentan. Yo me convertí al mundo del donut en USA, hay que admitirlo. Al igual que las hamburguesas y tantas otras cosas, el donut es un pequeño prodigio que si se hace bien cae dentro de la categoría de lo sublime; si se hace mal es simplemente asqueroso. Una vez más, los mejores donuts son los “artesanales”, realizados en pastelerías u obradores, de los que afortunadamente cada vez se ven más en nuestras ciudades. Allí en USA, hasta marcas mastodónticas como Krispy-Kreme o Entemann’s son capaces de facturar industrialmente delicias con las que aquí solo podemos soñar.


Pero cada vez es más y más posible comer buenos donuts en España. Yo apenas los pruebo, pero me complazco hablando de ellos, como esos ex fumadores que dicen a sus interlocutores, “fume usted, fume, que me da alegría verlo”. Pues a mí me pasa igual: me puedo comer cuatro o cinco donuts al año, pero me alegro pensando en que mis lectores los engullen a pares. Y ¡claro! que hay donuts con un agujero en medio, pero los mejores son redonditos, es un principio de física elemental. Si son macizos pueden estar rellenos de –oh, maravilla- chocolate, crema pastelera, nata, merengue, crema de café, mermelada de fresa, naranja, mora, frambuesa, grosella, arándanos rojos, compota de manzana, pera, plátano, dulce de leche…

Por fuera, ya lo sabéis, no me hagáis repetirlo, ¡No! Que no quiero verlo, como “La sangre derramada” que cantaba Lorca. Por fuera el donut puede ir a las bravas (sin nada), cubierto de chocolate, de azúcar, de canela, de café… También los hay de devil’s food (bizcocho de chocolate), angel food (bizcocho de claras de huevo)… ¡basta! No quiero verlos, ni pensar en ellos, pero quien pillara uno, ¿eh?


20 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

El donut, eh? Habría tanto qué decir... Yo la verdad que nunca he sido muy fan de la bollería... siempre preferí un bocata de mortadela con aceitunas y un kas naranja que cualquier cuña, palmera o xuxo que vendieran en La Cotu... Y lo mejor era que me podía comer el bocata y beber la lata del refresco con una mano... eso lo habéis visto algunos ¿verdad?

Alex A. dijo...

Anda que entre el post del Almanaque y este me vais a hacer asaltar el bar más cercano a la oficina!!!

Yo siempre he sido fan del Donuts, desde los Dupis guarrones (me llegaba a comer la caja de seis del tiron en una merienda) hasta los sublimes que hacian en una pastelería que frecuentaba en mi epoca de estudiante!!

Fran G. Matute dijo...

Jajaja... Rápido Alex, antes de que te suenen las tripas... la pregunta del millón: ¿Cómo se dice Donut en vasco?

Alex A. dijo...

sorprendame :)

Fran G. Matute dijo...

Jajaja... no lo sé... pretendía que me lo dijeras tú... ;)

Karmen dijo...

Yo también creía que el Donut era un dulce de bollería con muy mala fama hasta que, en E.E.U.U., en una Universidad de la Ivy League, descubrí la figura del "abastecedor" de Donuts. Las reuniones del Club de Lingüistas no comenzaban hasta que el café y la bandeja de Dunkin' Donuts no hacían su aparición. ;-) ¡Cómo molaba!

Anónimo dijo...

Pues a mi donde se ponga una buena tostada con mantequilla y jamón de york que se quite todo lo demás. Por cierto,yo pensaba que la contención por engullir grasas era más cosa de mujeres pero aqui el autor se ve que hace por cuidarse,jajaja.

Abrazos.

Inmi

Anónimo dijo...

A mi me encantan, pero al igual que Porerror, intento contenerme...
Además, no sé donde y no sé quien (atención a base tan científica) me dijo que si supiera como hacen los donuts no me comería nunca más ninguno, y yo, en ese momento dejé de escuchar, prefiero disfrutar, ignorante de mí, de un buen donut. Y no todos son buenos...., a mí los del dunki no me molan nada, prefiero los hispánicos, pero no los de paquete sino los frescos del día, oiga!

Fijate tú que hoy me voy a saltar mi dieta prenavideña.....

María

orphangirl dijo...

"mmm rosquillas..." como díría HOMER,y es que se te ha olvidado nombrarlo en tu post! para mí donut va unido a este personaje que movía sus deditos sin cesar cuando los veía y se ponía la boca manchada del relleno, porque si no te pringas no tiene gracias (y no disfrutas tanto, claro)
Yo tampoco he sido muy de bollería, en todo caso en su versión artesanal (oh!esas palmeras de chocolate rellenas de crema pasterela del Horno San Buenaventura!) pero el donut siempre me ha gustado, y el blanco claro. Otras cosa es que no "deda" comerlos. Pero desde que sé hacer roscos (o rosquillas) ya nada puede ser comparado con las mías :P Así que lo siguiente es invitaros a merendar!jeje

Anónimo dijo...

mi voto a favor de la bollería industrial. Donde esté una caña de Bollylandia que se quite cualquier pastelería!!!! Sííí, lo admito. A mi me van las grasas polisaturadas y los potenciadores del sabor.

A Dunkin donuts les ponía un piso. No he tenido el placer de probar delicattessen made in USA así que me conformo con lo poco que tenemos en EspaÑa.

Riggy dijo...

En España aún falta mucho por avanzar en la cultura del donut, aún lo tenemos exclusivamente asociado a los que hace Panrico. Supongo que por eso Homer dice "rosquillas", porque decir "donuts" parecería publicidad.

En mi opinión el mayor mérito de los donuts de Panrico ha sido haber dado grandes momento a la historia de la publicidad española. Valgan dos ejemplos:

http://es.youtube.com/watch?v=GChYc42Sh1g

http://es.youtube.com/watch?v=3wFkwjFVHuo

No obstante, si te compras una caja para llevar a casa, una vez que la abres te tienes que comer los seis de un sentada porque si no, se quedan duros.

En resumen, en este país tenemos un largo camino por delante hasta alcanzar la excelencia donutística.

Anónimo dijo...

POR DIÓS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!PORERROR NO TE CONOZCO PERSONALMENTE,PERO TE TENÍA POR UN REFERENTE MORALQUE ACABA DE CAER HACER APOLOGÍA TAN GRATUITA DE ESA MATERIA GRASA,LLENA DE COLESTEROL Y DE ACEITES PARCIALMETE HIDROGENADOS.....HIJOS MÍOS NO OS CREAIS TODO LO QUE ALGUNOS GUROS OS CUENTAN,SON MALOS Y SU SABOR NO ES BUENO.

PARA MERENDAR YA LO DIJO ALGÚN SABIO,3 NUECES Y UNA MENTA POLEO....

Rukia dijo...

no me pegueis... no he comido nunca un donut...T___T

Anónimo dijo...

Porerror, son las 14.55 de la tarde y no he almorzado todavía... me comía ahora una caja de esos y mandaba poco lejos las papas con chocos que tengo hoy pa almorzar... ya sabes lo golosa que soy...
Lo de comer donuts es un pecado, tú lo has dicho, ¡pero qué bien sientan desde el primer bocaíto hasta el final!. AIIISSS.
SAB ( diversificada).

Teresa Rodríguez dijo...

Pues a mi me flipan los donuts, pero los de paquete, los industriales del todo...y por supuesto comprados y frabicados en Sevilla, porque los de Huelva no saben igual, no sé por qué...
Y por cierto, no me resisto a recordar el chiste de las monjas que hacían galletas con el sobaco y los frailes que hacían donuts con...

Saluditos: Tere

X dijo...

Siento profundamente comunicarte que yo deje de ser fiel al donut hace muchos años, en tiempos del instituto cuando descubrí la PALMERA DE CHOCOLATE. Además tuve algún que otro escarceo con la rellena de nata, pero ésta fue una relación pasajera. Cuando descubrí la bollería industrial, un mundo se habrió ante mis brazos.

X dijo...

dejé!!!

abrió!!!

upss

Cristina M. Ch. dijo...

Me encantan los donuts!!
Los probé en Nueva York y se me cayeron dos lagrimones de la alegría jajajajja

Mira este enlace, muy gráfico :-) http://krisstyna.blogspot.com/2007/08/blogging-from-new-york-yeah.html

Saludos :-)

Unknown dijo...

Uff... de los Donuts tendría tanto que decir y sobre todo tantisimso que comer!! soy un Sibarita de la bollería y estoy fraternal. solidiaria y entrañabalemente de acuerdo con porerror
Saludos!

Pedro dijo...

yo soy un auténtico comedor de Donuts, pero sólo si son de Panrico. Cualquier otra marca es una pura imitación que no le llega ni a la altura del envoltorio.

Un consejo: si no son Panrico Donuts mejor no los comas.

 
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