Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

viernes, 3 de octubre de 2008

Me suda el ojjj...


Tranquilos que no me he dado a la bebida. Aunque más de uno antes de irme a Cosica me advirtió que no lo hiciera, yo no traía la más mínima intención. Pero cierto es que si anoche no hubo post es debido a que me corrí una semijuerga con algunos compañeros de trabajo. ¿Entre semana, Porerror? ¿Qué te crees, que estás allí de Erasmus? No, señora, para Erasmus borrachas ya quedo esperando el nuevo disco de Francisco Nixon, que saldrá el año que viene. En realidad me acosté a la hora de siempre, solo que no había escrito una entrada para el blog.

Esta negligencia puede achacarse a los tintos con naranja o a las amígdalas de cerdo a la plancha, como ustedes quieran. Pero me sirve para enlazar con el escatológico título del post de hoy, que los más avispados (léase “frikis”) habrán reconocido como proveniente de un sketch de Muchachada Nui. En concreto, aquel episodio de “Mundo viejuno” sobre Al Gore y el cambio climático. En un momento dado, uno de los personajes está contando algo y otro lo interrumpe bruscamente con la rudérrima frase: “Me suda el ojete”.

Pues bien, amigos, Estatuas Verdes alcanza un nuevo mínimo de buen gusto al rescatar esta frase del olvido, y es que he de confesar que últimamente el latiguillo de marras se ha convertido en un mantra personal contra el estrés laboral. ¿Que uno de mis clientes se pone farruco o irrazonable o me viene con alguna paparrucha? Yo lo dejo largar, lo miro con una sonrisa y por dentro estoy pensando: “Me suda el ojjj…”. Y lo digo así, pronunciado con “jota” fricativa velar sorda. ¿Que algún jefe me asalta con una payasada, o hace caso omiso de una demanda mía? “Me suda el ojjj…”. Y así, sucesivamente. Solo tengo que tener cuidado que no se me note y no explotar de la risa mientras pongo carita de póker.


Y no solo en el trabajo, ¿eh? Esta frase mágica nos protege en cualquiera situación. ¿Que a las tantonas de la madrugada un gato y un perro deciden pelearse en la plazuela que hay delante de mi casa y me despiertan? “Me suda el ojjj…”. ¿Que a la Policía Municipal de Cosica no le agrada donde he dejado aparcado mi coche? “Me suda el ojjj…”. Y esta transpiración anal va creciendo proporcionalmente con el paso de la semana. Lo que un lunes me medio importa (sí, eso que el domingo por la noche llegaba a preocuparme), el martes ya lo veo menos terrible. El miércoles no os digo nada, y el jueves por la noche ya la cosa está que arde (y que suda). Por eso cuando anoche unos compis del trabajo propusieron salir a cenar y a tomar unos coca-colas no me lo tuve ni que pensar.

Me gusta pensar en esta frase como en una especie de sortilegio protector, como una oración (valga la irreverencia). Me sorprendo diciéndola mentalmente y se me vienen a la cabeza otros estribillos que puntuaron el sufrimiento de otras personas, como el “Aquello se superó, esto también pasará” del anónimo bardo anglosajón autor del poema “Deor”, el “Preferiría no hacerlo” de Bartleby el escribiente (personaje de Melville) o el famoso “So it goes” de Kurt Vonnegut en Matadero 5 (1969) –no confundir con las canciones de Billy Joel o Nick Lowe. O la muletilla de aquel personaje televisivo, Felipito Tacatún, que siempre acababa diciendo “Yo sigo”.

Os aseguro que no es pasotismo, es supervivencia. La cosa alcanza proporciones épicas los viernes al mediodía. Y cuando por fin tengo a bien cargar el coche para venirme de Cosica el fin de semana, puede ser que vaya cantando canciones de Quique González a voz en cuello, para asombro de bestias y personas. No hagáis caso a las habladurías que cuentan por ahí que salgo del pueblo haciendo un corte de mangas, ¿eh? Que yo siempre conduzco con las dos manos en el volante. Seguridad ante todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi frase en estos casos es: "a chuparla". Estoy triste, sin embargo, porerror. Estáis todos, cabrones, haciendo amiguitos. Hay perros en Gullate menos solos que yo. Y lo peor es que me encuentro agusto. Uf. Ya hablaremos de esto. Migue.

GRILLO SOLITARIO dijo...

A MÍ LA QUE ME GUSTA ES LA DE "SHIT HAPPENS", AUNQUE NO SIGNIFIQUE EXACTAMENTE LO MISMO, JEJE.

Porerror dijo...

-Vuestras frases también molan, cada uno se busca sus castañas. Hoy estoy fascinado por lo que me contó una amiga que es profesora de instituto. Me cuenta que le dijo a un alumno de 15 años que le iba a poner un parte (sanción administrativa) y el angelito le contestó:

¡"Me suda el pijote el parte que tú me pongas!"

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

(Perdonad que me ría por no llorar).

 
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