Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Carnaval de luz


Los Beatles, ¡qué gran tema! Seguro que no soy el único al que se le ha ocurrido hablar hoy de ellos. Como bien escuché decir hace años a una chica en el Virgin Megastore de Miciudad, “ellos inventaron el pop”. Eso hoy día no lo discute nadie, lo que a lo mejor no era tan conocido era que también inventaron otros
estilos…

Igual que Guns N’ Roses han puesto íntegro a la escucha gratuita su último y buenísimo (ya os cogeré, a los que os habéis burlado) disco en myspace, Sir Paul McCartney, conocido orfebre de la melodía, rockero a ratos y activista vegetariano ha hecho lo mismo con su más reciente trabajo. Al parecer, la cosa se publica bajo el nombre The Fireman, una especie de grupo paralelo electrónico… la verdad es que no estoy al tanto, como tampoco me interesaron otros proyectos/idas de olla de McCartney, léase Liverpool Oratorio (1991), etc.


Durante años he visto a McCartney como un chiflado amable, ya fuese en su calidad de millonario excéntrico (no recuerdo la cifra, pero creo que gana unos 4 millones de pesetas al día), de figura de referencia en los tabloides (ese divorcio con la modelo coja), de catedrático de no comer carne (cómo estuvo esa aparición en Los Simpson dando apoyo a Lisa) pero no como el músico cuyas melodías se encuentran entre mis favoritas. Ese que nos miraba desde la contraportada del McCartney (1970) o que fue responsable de barbaridades como “Let It Be”, “Yesterday” o “Penny Lane”.

De vez en cuando, la actualidad nos devuelve a la cruda realidad: Ah, copón, que ese McCartney del que tanto hablan en Corazón, Corazón es el mismo de los Beatles!
¿O era el de Pink Floyd? Escuchemos esta noticia, que parece sacada de El Equipo A:

En 1967, cuatro componentes de un grupo de pop realizaron un tema para un festival de música de vanguardia. El obrón, titulado “Carnival of Light”, tenía una duración de 14 minutos, y representaba una improvisación sin partitura, en homenaje a Varese y Stockhausen. Si usted se empeña, y los demás miembros del grupo ya han muerto o no pintan nada, tal vez pueda publicarlo.



Diremos que afortunadamente a nadie en 1967 se le pasó por la cabeza editar semejante engendro (del que no voy a opinar por no haberlo escuchado) como música de los Beatles, pero al parecer a Paul McCartney, el alma de la obra, le dolió en su corazoncito no haber figurado en la vanguardia del rock. Pero vamos a ver, Paul… ¿tú no eras fan de Little Richard?

Sabido es que, un año después, los Beatles sí que hicieron experimentación con su magistral “Revolution 9” (gracias al invento del CD y el mando a distancia hace años que es posible saltársela sin levantarse del asiento). No contento, John Lennon se consagró como el “experimentalista” de la banda con esos discos que a partir de 1968 sacó junto a Yoko Ono a base de peos y eructos, en cuyas portadas aparecían los dos en bolas. ¿De verdad le envidiabas, McCartney?


Sé que a McCartney no le hace falta el dinero, pero también sé que cualquier cosa –sobre todo los nuevos lanzamientos- relacionada con los Beatles mueve cantidades de guita difíciles de imaginar. Me cuesta no pensar, además, que el anuncio de Paul McCartney de que “ha llegado el momento” de que el público conozca esa joya de “Carnival of Light” se encuentra muy relacionado con la edición de su nuevo disco Electric Arguments (2008). Por lo visto el disco es una maravilla, y ahora resulta que McCartney sí que fue un pionero de la escena electrónica/avant-garde inglesa de mediados de los 60. Ahora nos enteramos (desde los loops de “Tomorrow Never Knows” no se vio nada igual, ¿eh?).

Mientras tanto, a la espera quedo de que se edite o no “Carnival of Light” (temblando), y si se edita me lo compraré, como compré “Free As a Bird”, “Real Love”, el disco del Circo del Sol o cualquier milonga que nos quieran vender como “lo último de los Beatles” (soy un yonqui Beatle). Pero vamos, que no nos tomen por tontos. Que los Beatles fueron lo que fueron y son lo que son, sin hacer falta estas fantochadas. Hacían música pop, muy bonita, por cierto, y se hicieron ricos y famosos, ¿no?

7 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

Jajaja... tú si que has dado la clave con las ventajas del mando a distancia del equipo de música... Desde que se inventó el CD ¿cuánta gente habrá escuchado "Revolution 9"?...

Lo que me da miedo es pensar cómo deberá ser "Carnival of light" para haber preferido publicar la otra... uffff...

GRILLO SOLITARIO dijo...

LO DE MC CARTNEY NI LO COMENTO. PERO PARA MÍ NO ES UNA VENTAJA LO DEL MANDO A DISTANCIA DEL CD: "REVOLUTION 9" ME PARECE IMPRESIONANTE. LLAMADLA (Y LLAMADME) COMO QUERÁIS, PERO A MÍ ME ENCANTA.

Riggy dijo...

Yo ya caí con el "nuevo" Let it be que sacaron hace unos años, que escuché una vez y ahí tengo cogiendo polvo, así que esto no me lo compro ni de coña.

Yo lo que creo es que a Paul siempre le ha molestado que quedara John como el único tío arriesgado y vanguardista cuando a él también le interesaban estas historias.

Lo que tendrían que sacar es la toma de Helter Skelter que dura 27 minutos, joder.

Anónimo dijo...

Yo cambio el tercio. Soy a la única que parece que se la puesto cara de viejA??? Eso y sus payasadas dando "clases" en Liverpool. Aunque admito que me gusatría ir alguna vez a Liverpool para ver todo el tema de los Beatles, pero el real. Se escucha mucho los Beatles allí?

Fran G. Matute dijo...

Creo que Riggy ha dado la clave aquí. Ayer estuve releyendo "Revolución en la mente" y Ian McDonald dice exactamente lo mismo... Que el empeño de Paul por publicar "Carnival Of Light" es para que quede patente que él fue el primer arriesgado del grupo y no John, como así ha quedado para la historia...

El Perro Lunar dijo...

No es el tema principal, pero el apunte de Rocío es importante: Paul sufre del síndrome Pertegaz. Interesados en el tema pueden consultar la nota final de esta entrada:

http://elperrolunar.blogspot.com/2008/04/cure.html


Disculpen por la autorreferencia pero el citado síndrome me parece un fenómeno del que no se habla lo bastante.

Riggy dijo...

Amigo Fran G. Matute, yo también tengo "Revolución en la mente", y aunque lo leí hace varios años, no sería raro que mi teoría provenga de allí inconscientemente.

Siempre he pensado que Paul siente que ha sido injustamente tratado respecto a John, lo cual es normal puesto que de manera más sana o más arisca siempre hubo una cierta rivalidad entre los dos.

 
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