“La vida es sufrimiento”
-Platón
Nos conocimos con veintiún añitos: ¡qué edad más bonita para el amor! Fue en Galicia, aquel verano nublado y lluvioso de 1999. En el Camino de Santiago, por cerca del Monasterio de Samos, yo tenía una tendinitis en la rodilla derecha debida a un vicio al pisar mal. Un buen samaritano, otro peregrino, vio mi cara de sufrimiento por dolor y tuvo a bien presentarnos. Me contó tus virtudes y advirtió de tus vicios: “Y no te olvides de tomar un protector estomacal”.
Al año siguiente, viviendo en Inglaterra, vi cómo me eras infiel con otro compañero Erasmus. Este chaval usaba de tus servicios por sistema, cuando tenía resaca. Espidifén era tu nombre por aquellos días, venías en forma de sobre. Nuestro siguiente encuentro fue un dolor de muelas. El bendito dentista (nunca me dio miedo: quita los dolores) me puso en contacto de nuevo contigo. El flechazo fue instantáneo y caí entre tus brazos –parafraseando la canción de Mecano.
Con el tiempo nuestra relación fue madurando, yo me hice mayor y tú también creciste: 200, 300, 600 mg.
Ya cada vez que algún dolor de muelas me visita, un par de veces al año, voy al cajón de las medicinitas a buscarte. Pastilla blanca: como viejos amigos. Cuántas visitas de urgencia al dentista estando en un grito fueron solucionadas con un simple: “Tómate ibuprofeno”. Siempre quitando inflamaciones, ora de marca ora genérico, siempre bueno.
Más tarde vino el muy temido esguince: aquí la inflamación en grado sumo. Edemas, hematomas, los dolores. Oh, ibuprofeno, ¡imposible pagarte tus favores! Agradecido de por vida quedo, tú salvaste.
Hace una escasa semana me asaltaba de nuevo terrible dolor de muelas, tan grande que me despertó. La noche no fue agradable, pero pude dormir reconfortado tras ingerir buena dosis de mi pequeño y blanco amigo. Ayer, cuando al dentista el caso relataba, ya conocía de antemano su respuesta. “Tómate ibuprofeno” –me espetaba, zanjando la polémica.
Anteayer sobrevino monumental caída, gracias al cielo solo se saldó con un susto. Dolorido, magullado, jodido, me apresuré a engullir la cena para no tener el estómago vacío, por poderme tomar ibuprofeno. Y gracias a eso pude de noche pegar ojo. La mañana siguiente raudo me tomé otro para aguantar la jornada. Más tarde, en la consulta del médico, bajito, pero que muy bajito (por citar a don Skakespeare y a Woody Allen), llegaban el diagnóstico y la prescripción. “Tómate ibuprofeno” –me dijo la doctora-. “El hermano mayor, el llamado 600, puedes quedar con él hasta tres veces al día”. A la farmacia fui, a requerirte: ¡ven a mi boca, amor…!
-Platón
Nos conocimos con veintiún añitos: ¡qué edad más bonita para el amor! Fue en Galicia, aquel verano nublado y lluvioso de 1999. En el Camino de Santiago, por cerca del Monasterio de Samos, yo tenía una tendinitis en la rodilla derecha debida a un vicio al pisar mal. Un buen samaritano, otro peregrino, vio mi cara de sufrimiento por dolor y tuvo a bien presentarnos. Me contó tus virtudes y advirtió de tus vicios: “Y no te olvides de tomar un protector estomacal”.
Al año siguiente, viviendo en Inglaterra, vi cómo me eras infiel con otro compañero Erasmus. Este chaval usaba de tus servicios por sistema, cuando tenía resaca. Espidifén era tu nombre por aquellos días, venías en forma de sobre. Nuestro siguiente encuentro fue un dolor de muelas. El bendito dentista (nunca me dio miedo: quita los dolores) me puso en contacto de nuevo contigo. El flechazo fue instantáneo y caí entre tus brazos –parafraseando la canción de Mecano.
Con el tiempo nuestra relación fue madurando, yo me hice mayor y tú también creciste: 200, 300, 600 mg.
Ya cada vez que algún dolor de muelas me visita, un par de veces al año, voy al cajón de las medicinitas a buscarte. Pastilla blanca: como viejos amigos. Cuántas visitas de urgencia al dentista estando en un grito fueron solucionadas con un simple: “Tómate ibuprofeno”. Siempre quitando inflamaciones, ora de marca ora genérico, siempre bueno.
Más tarde vino el muy temido esguince: aquí la inflamación en grado sumo. Edemas, hematomas, los dolores. Oh, ibuprofeno, ¡imposible pagarte tus favores! Agradecido de por vida quedo, tú salvaste.
Hace una escasa semana me asaltaba de nuevo terrible dolor de muelas, tan grande que me despertó. La noche no fue agradable, pero pude dormir reconfortado tras ingerir buena dosis de mi pequeño y blanco amigo. Ayer, cuando al dentista el caso relataba, ya conocía de antemano su respuesta. “Tómate ibuprofeno” –me espetaba, zanjando la polémica.
Anteayer sobrevino monumental caída, gracias al cielo solo se saldó con un susto. Dolorido, magullado, jodido, me apresuré a engullir la cena para no tener el estómago vacío, por poderme tomar ibuprofeno. Y gracias a eso pude de noche pegar ojo. La mañana siguiente raudo me tomé otro para aguantar la jornada. Más tarde, en la consulta del médico, bajito, pero que muy bajito (por citar a don Skakespeare y a Woody Allen), llegaban el diagnóstico y la prescripción. “Tómate ibuprofeno” –me dijo la doctora-. “El hermano mayor, el llamado 600, puedes quedar con él hasta tres veces al día”. A la farmacia fui, a requerirte: ¡ven a mi boca, amor…!
19 comentarios:
que entrada más friki porerror!!! xD
Ayyy, cómo te entiendo!!, yo también tengo un affaire con Espidifen, sólo le encuentro un defecto: el sabor a rayos que tiene, eso sí, una vez en Portugal compré ESpidifen con sabor a no sé qué, rico, rico, pero aquí en España no hay caso, no lo encuentro...
Por cierto soy María
Las pastillas son malas. Hacen pupita en el estómago y atontan tu sistema inmunológico...
Viva el dolor!
POR DIÓS FRAN G.MATUTE QUE HAY DE MALO EN ESO...
¿Hipotecarte la salud por quitarte un dolorcito que en su 90 por ciento es mental?? Mmmm... déjame pensar qué puede tener de malo...
en fin, cómo se nota que no sois chicas con reglas dolorosas. Yo tomo como de 1 a tres ibuprofenos cada 28 días y créeme que desearía no hacerlo pero el dolor mestrual puede más.
Mi "dolor mental" de brazo y yo os damos saludos.
-Rukia: ¿Pero te ha molado o no?
-María: Gracias por leer esto y comentar tan seguido! Yo no tomo Espidifen sino pastillicas de tragar, y con eso no se nota el sabor. Aparte que yo te digo una cosa, cuando aprieta el dolor, me da igual comerme algo que sepa a rayos.
-Fran G. Matute: Yo no creo en el Cristianismo, el Judaísmo o el Comunismo, que te prometen el paraíso lejano a cambio de vivir puteado. Prefiero quitarme mis dolores ahora, y mañana ya se verá.
-Anónimo: Desde luego, hablas como un farmacéutico...
-Orphangirl: Me consta que las chicas sois mucho de ibuprofeno, tengo amigas que son más fans todavía que yo. Mis ex compis de trabajo lo tomaban como Pictolines.
Como hipocondríaca tengo mucho que decir sobre este tema...aunque me ceñiré a hablarte de mi amiga la Analgilasa (menos pupita al estómago e igual de efectiva).
Para las que tenemos la regla la verdad es que viene muy bien el ibuprofeno, aunque para no enfadar a Matute también recomendaré las pastillas de aceite de onagra, remedio natural...
besicos
lvtc
Ah, me tocas la fibra sensible...El ibuprofeno ha sido y es compañero de viaje (Algiasdín 600). Me lo he tomado con whisky cuando comenzaba algún dolor de cabeza que quería joderme la noche. Nunca salía sin él. Hace dos años encontré otro elemento de la bendita ciencia (el que quiera acudir a los chamanes, que acuda)que cambió mi vida: Omeprazol; protector de estómago. No te digo nada. Migue
Eso de los calditos, las infusiones y los remedios caseros está bien, pero cuando estoy realmente mal me pongo en manos de la medicina tradicional. Soy muy poco Hyppy.
toju, toju...
He vueltoooo!!!!
No puedo dejar de comentar en este entrada...yo soy una de las que supuestamente los tomaba como pictolines ,lo que en realidad venía a ser cada regla,dolor de espalda, cabeza o cada dolor de garganta agudo.
Yo había oído hablar de nuestro amigo ibuprofeno hace mucho, pero me enamoré después del accidente de coche ¡Qué hubiese sido de mi sin él!
Pero tengo un secreto:vivo con un alérgico a él, así que nuestro amor es clandestino (toma morbo!).
SNQEV (en realidad no me había ido, solo estaba en silencio)
por supuesto que ha molado!!
por cierto que yo para la regla...tomo Coca-Cola xD
¡Qué barbaridad! Falta una dos días y se encuentra con dos de los posts más concurridos de Estatuas Verdes... Gracias a Dios, yo soy poco de medicinas. No las he necesitado demasiado a menudo (cruzaré los dedos). Entiendo un poquito a Fran G. Matute. En casa tuve un ejemplo extremo de aguantar y aguantar hasta no poder más. Y... la verdad, tampoco es eso. ¡Yo aguanto, pero sólo lo justo!
PUES YO CADA TANTO TENGO DOLORES DE CABEZA, LO CUAL ES TRADICIÓN FAMILIAR EN AMBAS FMILIAS DE PADRE Y MADRE. Y AHÍ ESTÁ SIEMPRE MI AMADO PARACETAMOL PARA AYUDARME. Y VAYA SI AYUDA...
Yo soy partidaria de no aguantar el sufrimiento sin razón, pero también es cierto que hay que aguantar un poco el dolor.
Porerror, ahí tienes el ejemplo de tus amados ingleses que están recortando el uso de antibióticos y demás (entre otras cosas para que no dejen de funcionar).
Esto os lo dice alguien que tiene la desgracia de tomar alrededor de 3 pastillas diarias más potingues variados sin sentir dolor. Si los pudiera evitar....
DAME UN IBU PORFA...... esta frase habrá salido de mi boca como un millón de veces. Qué post! Sab ( diversificada).
-lvtc, Migue, Ana y Sab: Veo que sois de la rama de los Pictolines.
De todas maneras, no se nos vaya a ir la perola: yo tomo ibuprofeno cuando el médico me lo receta y si acaso tiro de él en dolores agudos de muelas, porque sé que me lo va a mandar. No estoy para nada a favor de automedicarse ni de tomar pastillones por gusto.
Ahora, qué quereis, cuando hay que tomar medicinas, las tomo. Y no creo que esto tenga nada que ver con los antibióticos, ni que por tomar... ¿10? ibuprofenos al año vaya uno a volverse adicto...
¿se gana algo aguantando el dolor? somos tontos o que?. Que te caes, pues te levantas, que te haces una herida , pues te la curas ¿no?, entonces ¿que haceis aguantando el dolor?. Que duele la cabeza... pues para eso tenemos el ibuprofeno y san se acabó. La gente dice ..- no no voy a aguantar un rato el dolor haber si se me pasa, PERO MEMO¡ tomate un ibuprofeno. AY¡ Dios mio si le podemos poner remedio pa qué sufri tanto .¡VIVa el pastillon¡ Cucaracha acompañada
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