Quería empezar el post de hoy diciéndoos que lo siento. ¿El qué? Pues que este año tampoco os va a tocar la Lotería de Navidad.
Pero no hay que preocuparse: siempre nos quedará la ilusión, somos millonarios en ilusión, ya saldrán los telediarios que abrirán con La Bruja de Oro de Sort, burlándose con su escoba mágica del dineral que nos hemos gastado en lotería sí o sí este año también. Por nuestras pantallas desfilarán rostros sonrientes de gente manchándose las manos con espuma de cava, el locutor dirá que el premio ha estado “muy repartido”…. Y ¿adivinan en qué se van a gastar el dinero los afortunados? Pues “en la hipoteca” y “en tapar unos agujerillos”. ¡No pasa nada! En realidad todos nos alegramos de “que caiga donde haga más falta”, y además ya está ahí el Sorteo del Niño para acabar de perder el reintegro que cobramos en el de Navidad.
El Gordo lo habrán dado unos Niños de San Ildefonso cada vez más políticamente correctos, que cantarán premios imposibles en euros. “¡Mil euros!” ¿Qué es eso?, si parece que se están recochineando del sueldo de algunos… (“Mil euros”, eso es lo que cobráis, panolis). ¡Por favor! Me parece estupendo que ahora los niños sean chinos o ecuatorianos pero por lo que no paso es por que se haya abandonado aquel mítico “¡125.000 pesetas!”.
Menos mal que perviven auténticas tradiciones como esos transistores con retahílas interminables de números en los puestos de trabajo (este sorteo es muy de taxis, conserjerías, oficinas… ¿no?). Ahora bien, frikada máxima la retransmisión del sorteo por la radio, pero más aún por televisión. El Pulpo de Cadena 100 con orejas de Shrek fingiendo un infarto porque finge que le ha tocado, la pareja con el traje de botones en plan pearly king & queen londinenses, el señor con la chaqueta confeccionada a base de décimos del año pasado, uno disfrazado de troglodita…
¿Y qué decir de esos anuncios para la lotería? ¿Cómo estaban aquellos anuncios con el entrañable Calvo de la Lotería y la sintonía de Dr. Zhivago? Como dijo Buenafuente la otra noche, “antes ponías al Calvo soplando purpurina y ya tenías hecho el anuncio”. Pero se ve que el Calvo (un actor inglés) cometió un pecado de hybris u orgullo desmedido: quiso cobrar más y lo echaron. Los anuncios de los dos últimos años… ¡nada que ver! Unos personajes absurdos haciendo cosas sin sentido, y de fondo un tema de Cinema Paradiso. ¡Que vuelva el Calvo! Los anuncios navideños, señoras y señores, no hay que cambiarlos. Miren si no ese del turrón que vuelve a casa por Navidad vestido de recluta cuando la mili la quitó el PP en el año 2001.
Los extranjeros se quedan flipados con nuestro Sorteo Extraordinario de Navidad, y no es para menos: este año (según ABC) los españoles nos hemos gastado 2.713 millones de euros en lotería, poco menos será lo que se reparta (he aquí la palabra clave) en casi 25.000 premios, las ventas para el 22 de diciembre suponen el 50% de toda la lotería del año, los décimos para este sorteo se empiezan a vender en agosto…
Si me tocara la lotería yo no dejaría de trabajar… más que nada porque no podría. No, en serio, no lo dejaba. Y es que también yo este año llevo lotería por varios miles de las antiguas pesetas. He comprado, he regalado y he recibido… pero lo único seguro es que no me va a tocar.
Pero no hay que preocuparse: siempre nos quedará la ilusión, somos millonarios en ilusión, ya saldrán los telediarios que abrirán con La Bruja de Oro de Sort, burlándose con su escoba mágica del dineral que nos hemos gastado en lotería sí o sí este año también. Por nuestras pantallas desfilarán rostros sonrientes de gente manchándose las manos con espuma de cava, el locutor dirá que el premio ha estado “muy repartido”…. Y ¿adivinan en qué se van a gastar el dinero los afortunados? Pues “en la hipoteca” y “en tapar unos agujerillos”. ¡No pasa nada! En realidad todos nos alegramos de “que caiga donde haga más falta”, y además ya está ahí el Sorteo del Niño para acabar de perder el reintegro que cobramos en el de Navidad.
El Gordo lo habrán dado unos Niños de San Ildefonso cada vez más políticamente correctos, que cantarán premios imposibles en euros. “¡Mil euros!” ¿Qué es eso?, si parece que se están recochineando del sueldo de algunos… (“Mil euros”, eso es lo que cobráis, panolis). ¡Por favor! Me parece estupendo que ahora los niños sean chinos o ecuatorianos pero por lo que no paso es por que se haya abandonado aquel mítico “¡125.000 pesetas!”.
Menos mal que perviven auténticas tradiciones como esos transistores con retahílas interminables de números en los puestos de trabajo (este sorteo es muy de taxis, conserjerías, oficinas… ¿no?). Ahora bien, frikada máxima la retransmisión del sorteo por la radio, pero más aún por televisión. El Pulpo de Cadena 100 con orejas de Shrek fingiendo un infarto porque finge que le ha tocado, la pareja con el traje de botones en plan pearly king & queen londinenses, el señor con la chaqueta confeccionada a base de décimos del año pasado, uno disfrazado de troglodita…
¿Y qué decir de esos anuncios para la lotería? ¿Cómo estaban aquellos anuncios con el entrañable Calvo de la Lotería y la sintonía de Dr. Zhivago? Como dijo Buenafuente la otra noche, “antes ponías al Calvo soplando purpurina y ya tenías hecho el anuncio”. Pero se ve que el Calvo (un actor inglés) cometió un pecado de hybris u orgullo desmedido: quiso cobrar más y lo echaron. Los anuncios de los dos últimos años… ¡nada que ver! Unos personajes absurdos haciendo cosas sin sentido, y de fondo un tema de Cinema Paradiso. ¡Que vuelva el Calvo! Los anuncios navideños, señoras y señores, no hay que cambiarlos. Miren si no ese del turrón que vuelve a casa por Navidad vestido de recluta cuando la mili la quitó el PP en el año 2001.
Los extranjeros se quedan flipados con nuestro Sorteo Extraordinario de Navidad, y no es para menos: este año (según ABC) los españoles nos hemos gastado 2.713 millones de euros en lotería, poco menos será lo que se reparta (he aquí la palabra clave) en casi 25.000 premios, las ventas para el 22 de diciembre suponen el 50% de toda la lotería del año, los décimos para este sorteo se empiezan a vender en agosto…
Si me tocara la lotería yo no dejaría de trabajar… más que nada porque no podría. No, en serio, no lo dejaba. Y es que también yo este año llevo lotería por varios miles de las antiguas pesetas. He comprado, he regalado y he recibido… pero lo único seguro es que no me va a tocar.
5 comentarios:
Confirmado: este año tampoco me ha tocado el Gordo. Tal vez el año que viene, ¿no? :-)
Confirmado: eres un visionario. Hasta Juan Manuel de Prada te ha dado la razón en todo lo has dicho sobre la lotería de Navidad...
Sí, sí... y Ramón Arangüena gritó en Antena 3: "¡Que vuelva el Calvo! ¡España le necesita!"
Solo existe un tio mas pringota que el follonero...empieza por J. y termina por Felix...Sabeis quien es? Jose mari.
Por cierto el disco de Las Escarlatinas es un lujazo...J.M.
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