Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
Mi disco del año: Favourite Worst Nightmare
Arde Sheffield, arde Inglaterra, el mundo entero está en llamas. Llegan los Monos Árticos. Su música no es tan original. Esos riffs, esas referencias a correr delante de la policía, tienen un más que confirmado tufillo a The Clash. Al cantar exhiben un maleducado acento regional propio del punk. La mala leche que arrastran se la deben a los Smiths. Su actitud nos retrotrae a los Rolling Stones, su nivel de éxito a los Beatles. Y sin embargo…
Y sin embargo, por ejemplo, un pope de la radio española como es Diego Manrique dijo de ellos en El ambigú de Radio 3: “Por una vez, la nueva sensación de la música británica es precisamente eso, sen-sa-cio-nal”. Con menos de veinte años su primer disco batió records de ventas rápidas, sus primeros singles fueron número 1 en listas sin apenas promoción. Sobre todo el “boca a boca” y una publicidad internáutica tipo viral. Hace dos años ya se les presentaba como la Gran Esperanza Indie.
Pues bien, el 2008 está en puertas, y, volviendo la vista atrás podemos decir que la promesa se ha cumplido con creces. Esta primavera pasada los Arctic Monkeys dieron al mundo su segundo trabajo, el impecable Favourite Worst Nightmare. Este ha sido el disco de la confirmación, de despejar todas las dudas de que no nos encontrábamos ante un simple bluff. La crítica se ha deshecho en elogios, el New Musical Express, la web All Music Guide, las revistas Mojo, Billboard y Q le han dado todos como mínimo una nota de cuatro estrellas y media sobre cinco o un 9/10.
Personalmente, he elegido el Favourite Worst Nightmare como mi disco internacional del año (otro día diré el nacional) porque ningún otro disco me ha producido sensaciones ni siquiera parecidas. A lo mejor los ha habido más completos, mejor producidos, por supuesto que más bonitos, pero para mi gusto no más electrizantes. No voy a soltar aquí el topicazo de rock and roll en estado puro, pero lo cierto es que estas canciones tan cortas, tan energéticas, tan urgentes, representan lo mejor de la tradición, siendo como son lo último y lo más indie. Sus melodías son pegadizas, las guitarras suenan ruidosas pero precisas, los ritmos son bailables, la voz tiene el tono justo de chulería (vuelvo a The Clash, a Oasis, a los primeros Who), y las letras… merecen capítulo aparte.
Hasta quien no sepa inglés puede captar que hablan de rabia juvenil, de frustración, de ganas de comerse el mundo. Y además lo hacen de un modo humorístico pero sobrio y sorprendentemente gráfico (un ejemplo, de la canción “Brianstorm”: “No podemos quitar la vista de la combinación de camiseta y corbata/ ¡Hasta luego, innovador!”). Lo mismo te hablan de jugar a las grúas que dan premios en las ferias (“Teddy Picker”), que de ponerse un pasamontañas para cometer una fechoría (“Balaclava”). Tan pronto describen el amor entre una señora de mediana edad y un mozalbete (“Fluorescent Adolescent”) que te piden por favor que les partas la nariz (“Do Me a Favour”).
No me cabe duda de que estamos ante uno de los grupos de la década. Yo este año 2007 me quedo con el álbum de Arctic Monkeys, que además de provocar un terremoto mediático me ha hecho recordar las razones por las cuales me gusta la música en primer lugar: me han entrado ganas de saltar, cantar, bailar, morder, gritar… igual que me pasa con los Beatles, Elvis Costello o Nirvana.
Etiquetas:
All Music Guide,
Arctic Monkeys,
Beatles,
Billboard,
Diego Manrique,
discos,
Elvis Costello,
Favourite Worst Nightmare,
música,
Nirvana,
NME,
Oasis,
Q,
Rolling Stones,
The Clash,
The Smiths,
The Who
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Bueno... Vale... Me has convencido... Pero que conste que "Favourite Worst Nightmare" se me atragantó hace unos meses y sólo a fuerza de escucharlo (a ver, todos dicen que es tan bueno...) he llegado a apreciarlo.
Lo confieso: con el shuffle del iPod en modo On, cuando sonaba más de una canción suya en menos de media hora, era como...: "Uf, otra de Arctic Monkeys". Son todas iguales, ¿no? ;-)
¡¡Injuria!! ¿Todas iguales? Pero si en este disco hay hasta un intento de balada... Son diferentérrimas: una dura 2:43, otra 2:49, otra 2:50, otra 3:02, otra 3:09...
Muy de acuerdo en todo, fue el segundo disco que comenté en el blog así que poco más puedo añadir.
Publicar un comentario