Veo estos días el trailer de Valkiria (2008), la estrenan mañana y ya estoy nervioso por ir a verla. Entre escenas de la Wehrmacht, el bigote de Hitler y un parche en el ojo, veo imágenes del Deutsches Afrikakorps con sus terroríficos Panzer III. El pasado sábado, hablaba sobre guerras y los juegos de guerra con un historiador y salieron a relucir los Panzer III (“Lo malo es que después vinieron los Panzer IV, Panther, Tiger I y II…”), los T-34, los Sherman.
Llevamos semanas viendo en la tele imágenes de carros de combate israelíes, creo que son los Merkava, su contemplación puede causarnos ya tedio por lo repetitivo, seguro que de verlos en directo no sería esa nuestra reacción. Llevamos años (más de siete ya) viendo por la tele imágenes de carros de combate americanos M1A1 Abrams en Afganistán e Irak. Estos los tenemos tan vistos, en Kandahar o en Kirkuk, que yo ya no sé distinguir cuándo estoy viendo un episodio de la serie JAG o el telediario de Antena 3.
Pocas imágenes tan llamativas para los resúmenes audiovisuales del siglo pasado como la de ese ciudadano chino plantándole cara a una columna de carros de combate durante los días de la revuelta de Tiananmen. Esta escena ha sido vista y revista, parodiada hasta la saciedad, incluso, y siempre que la veo consigue fascinarme. Cada vez me asalta la reflexión: el hombre estaba ahí; los tanques estaban ahí, desde luego; pero lo más importante es que ahí estaba la cámara. Sin imágenes, la escena no hubiese existido. En este sentido me pregunto: ¿cuántos hombres de Tiananmen habrá habido a lo largo del siglo XX, sin una cámara para dejar constancia de ellos? ¿Cuántas madres rusas delante de un Panzer IV, cuántas alemanas de un T-34?
Cada día tengo más claro que el carro de combate es el gran icono del siglo XX: el sigo de las guerras. Las dos guerras que lo vertebraron se escriben con pesados monstruos blindados que se desplazan sobre cadenas. En la 1ª Guerra Mundial, el papel del carro fue casi folklórico: demasiado hicieron con idearlo, construirlo y ponerlo a andar. Los primeros tanques eran ortopédicos cachivaches más ridículos que mortíferos. Pero eran de metal, avanzaban y estaban cargados de armas.
Decir “Segunda Guerra Mundial” es decir “carros de combate”. En la 2ª Guerra, los blindados fueron el factor más importante y decisivo por lo menos hasta 1943, en que empiezan en serio los bombardeos estratégicos aliados sobre Alemania y Japón. Las tropas panzer alemanas (“las vanguardias blindadas del Reich”, como las definió Borges) fueron durante toda la guerra las mejores del Eje. ¿Y qué decir de las fuerzas armadas USA o de la URSS? Está claro que la Guerra la ganaron en las cadenas de montaje.
Hubo momentos, durante la batalla de Stalingrado, en que los T-34 salían directamente de la fábrica al frente, sin pintar siquiera. Y ya no pararon de salir. Y de salir. Y de salir. Para cuando llegó la Guerra Fría, los rusos tenían más carros de combate que mazorcas de maíz los americanos. Estos últimos se llevaron los tanques a empantanarse en las junglas de Vietnam, donde fueron vencidos por otro poderosísimo icono: el fusil de asalto de origen soviético AK-47, pero eso es otra historia. Mucha gente dice que el siglo XX es un AK-47 (Roberto Saviano, la peli El señor de la guerra -2005-, Pérez Reverte…). Yo digo que es un carro de combate, sin especificar el modelo o bando al que pertenezca.
Uno de mis primeros recuerdos de chico es el de oír contar a mis padres el golpe de Tejero, el del 23-F. Y con mucho, el detalle más sórdido y el que más miedo me daba era que en Valencia, el jefe de la Región Militar (Milans del Bosch) se había atrevido a “sacar los tanques a la calle”. La sola mención de esta frase conjuraba en mi excitable mente infantil fríos terrores metálicos de color verde oscuro. De buena nos libramos los españoles aquel día, ¿eh? (para empezar, dicen las malas lenguas que Milans del Bosch estaba borracho). Pero volviendo al tema que nos ocupa, pensad en los carros de combate y en su importancia simbólica. Sé que no es un tema típico de ascensor, pero yo os pido que os paréis un segundo y lo penséis. Y la próxima vez que veáis uno en un telediario (seguro que hoy mismo), ya me contáis qué se siente.
Llevamos semanas viendo en la tele imágenes de carros de combate israelíes, creo que son los Merkava, su contemplación puede causarnos ya tedio por lo repetitivo, seguro que de verlos en directo no sería esa nuestra reacción. Llevamos años (más de siete ya) viendo por la tele imágenes de carros de combate americanos M1A1 Abrams en Afganistán e Irak. Estos los tenemos tan vistos, en Kandahar o en Kirkuk, que yo ya no sé distinguir cuándo estoy viendo un episodio de la serie JAG o el telediario de Antena 3.
Pocas imágenes tan llamativas para los resúmenes audiovisuales del siglo pasado como la de ese ciudadano chino plantándole cara a una columna de carros de combate durante los días de la revuelta de Tiananmen. Esta escena ha sido vista y revista, parodiada hasta la saciedad, incluso, y siempre que la veo consigue fascinarme. Cada vez me asalta la reflexión: el hombre estaba ahí; los tanques estaban ahí, desde luego; pero lo más importante es que ahí estaba la cámara. Sin imágenes, la escena no hubiese existido. En este sentido me pregunto: ¿cuántos hombres de Tiananmen habrá habido a lo largo del siglo XX, sin una cámara para dejar constancia de ellos? ¿Cuántas madres rusas delante de un Panzer IV, cuántas alemanas de un T-34?
Cada día tengo más claro que el carro de combate es el gran icono del siglo XX: el sigo de las guerras. Las dos guerras que lo vertebraron se escriben con pesados monstruos blindados que se desplazan sobre cadenas. En la 1ª Guerra Mundial, el papel del carro fue casi folklórico: demasiado hicieron con idearlo, construirlo y ponerlo a andar. Los primeros tanques eran ortopédicos cachivaches más ridículos que mortíferos. Pero eran de metal, avanzaban y estaban cargados de armas.
Decir “Segunda Guerra Mundial” es decir “carros de combate”. En la 2ª Guerra, los blindados fueron el factor más importante y decisivo por lo menos hasta 1943, en que empiezan en serio los bombardeos estratégicos aliados sobre Alemania y Japón. Las tropas panzer alemanas (“las vanguardias blindadas del Reich”, como las definió Borges) fueron durante toda la guerra las mejores del Eje. ¿Y qué decir de las fuerzas armadas USA o de la URSS? Está claro que la Guerra la ganaron en las cadenas de montaje.
Hubo momentos, durante la batalla de Stalingrado, en que los T-34 salían directamente de la fábrica al frente, sin pintar siquiera. Y ya no pararon de salir. Y de salir. Y de salir. Para cuando llegó la Guerra Fría, los rusos tenían más carros de combate que mazorcas de maíz los americanos. Estos últimos se llevaron los tanques a empantanarse en las junglas de Vietnam, donde fueron vencidos por otro poderosísimo icono: el fusil de asalto de origen soviético AK-47, pero eso es otra historia. Mucha gente dice que el siglo XX es un AK-47 (Roberto Saviano, la peli El señor de la guerra -2005-, Pérez Reverte…). Yo digo que es un carro de combate, sin especificar el modelo o bando al que pertenezca.
Uno de mis primeros recuerdos de chico es el de oír contar a mis padres el golpe de Tejero, el del 23-F. Y con mucho, el detalle más sórdido y el que más miedo me daba era que en Valencia, el jefe de la Región Militar (Milans del Bosch) se había atrevido a “sacar los tanques a la calle”. La sola mención de esta frase conjuraba en mi excitable mente infantil fríos terrores metálicos de color verde oscuro. De buena nos libramos los españoles aquel día, ¿eh? (para empezar, dicen las malas lenguas que Milans del Bosch estaba borracho). Pero volviendo al tema que nos ocupa, pensad en los carros de combate y en su importancia simbólica. Sé que no es un tema típico de ascensor, pero yo os pido que os paréis un segundo y lo penséis. Y la próxima vez que veáis uno en un telediario (seguro que hoy mismo), ya me contáis qué se siente.
12 comentarios:
Junto a la de "los tanques a la calle", otra frase terrible: "empezaron a hacerse listas negras". Migue.
Maravilloso el señor de Tianamen con sus bolsitas de supermercado. Que llevaria en esas bolsas? Yogures para los suyos? Cuarto y mitad de Jamon York?
En el museo del ejercito de Bruselas hay una seccion de tanques, de la primera y segunda guerras mundiales, y posteriores. Una maravilla, aunque tengo que decir que despues del tercer carrete de fotos de cierto anonimo que escribe en los comentarios de este blog, me fui a tomar un cafe a una pasteleria proxima...
A mí me pasa que cuando escucho la palabra "tanque" me viene a la cabeza el personaje de Will Ferrell en "Aquellas juergas universitarias"...
Respecto a la "rivalidad" AK47 - Tanque, creo que representan 2 iconos diferentes del s.XX. Los tanques son la imagen de Las Guerras con ejércitos regulares de naciones enfrentándose (o en el caso de China El Estado en pleno apogeo) mientras que el AK - 47 representa las revoluciones, la guerrilla, el subfusil barato contra el tanque del gobierno.
No sé, esa es la idea que yo tengo al verlos.
P.D. Rogaría que el anónimo del que habla Kike no me mande vía email una disertación sobre el uso del Ak - 47 en los ejércitos de los que hablaba. Seguramente los usaban pero yo hablo de la imagen que me traen a la mente :)
Lingiser (inaugurando la tradición de escribir la palabra clave que nos aparece)
Acabo de recordar una imagen del Che y Fidel encima de un tanque, pero seguro que había un Ak - 47 en alguna parte!!!
QUE OS GUSTA!!!!ALGÚN DÍA OS EXPLICARÉ LA DIFERENCIA ENTRE TANQUE O "TANK","PANZER" Y "AFV"...MIENTRAS TANTO ME LIMITARÉ A MANDARLE A ROCIO UNA DISECCIÓN DEL AK47....
En efecto,el op art es un tipo de arte de los 60-70 basado en ilusiones ópticas,con artistas como Vasarely o Mondrian,que me apasionaaaan! Mucha moda de la época se basaba en estas corrientes artísticas(estampados,geometrías...etc) jeje
MASIEL! que gran mujer(que no cantante) jajaj Un saludo
BUENO, LO DEL POTENCIAL DE LOS CARROS DE COMBATE TAMBIÉN ES UN POCO RELATIVO. DESDE LUEGO UN SOLDADO DE INFANTERÍA QUE VEA DELANTE UN TANQUE, SE TIENE QUE CAGAR VIVITO, ANTE UNA MÁQUINA INFINITAMENTE MÁS PODEROSA QUE ÉL. SIN EMBARGO, AHORA QUE TE GUSTA EL FÚTBOL, ESO ES COMO UN PENALTI: EL PORTERO SE VE PEQUEÑO, Y VE LA PORTERÍA GRANDE, Y EL DELANTERO VE AL PORTERO GRANDE Y LA PORTERÍA PEQUEÑA, POR MUCHO QUE TENGA LAS DE GANAR. ¿SABES LO QUE SE LE PUEDE PASAR POR LA CABEZA A LA DOTACIÓN DE UN TANQUE?
UNA PERSONA CERCANA A MÍ MONTÓ UNA VEZ EN UNO. ME DIJO QUE AQUELLO ERA UNA AUTÉNTICA CAFETERA, QUE NO HABÍA QUIEN AGUANTARA. CUANDO LLEVABA UN RATO DIJO "¿CUÁNTO LLEVAMOS AQUÍ? POR LO MENOS UNA HORA ¿NO?" "¿¿UNA HORA?? ¡¡LLEVAMOS DIEZ MINUTOS!!". Y ESO UNO DE LOS AÑOS 80. A ESTA PERSONA LE CAMBIARON DE LUGAR, A UNO DONDE PUDIERA VER, Y YA ALLÍ DEJÓ DE MAREARSE.
IMAGINAOS AL CARGADOR DE UN TANQUE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, LO QUE DEBÍA DE SENTIR ESTANDO EN UNA LATA QUE NO PARABA DE MOVERSE, DONDE NO SABÍA LO QUE ESTABA PASANDO EN EL EXTERIOR. ADEMÁS LA VISIBILIDAD ERA REDUCIDA, POR LO QUE PODÍAN ESTARTE PREPARANDO UN COHETE ANTITANQUE EN CUALQUIER LADO Y TÚ NO VERLO. ESO, O QUE TE ROMPIERAN LAS CADENAS, O QUE TE QUEDARAS ATASCADO EN CUALQUIER SITIO, QUE NO ES TAN DIFÍCIL. A VER CÓMO SALES DE ALLÍ.
CON ESTO NO QUIERO DECIR QUE LOS TANQUES FUERAN INÚTILES, NI MUCHÍSIMO MENOS. SIMPLEMENTE QUE TAMPOCO SON LAS MÁQUINAS QUE TODO LO PUEDEN QUE TAL VEZ APARENTEN.
SI PERO SI MI JEFE DE CARRO SE LLAMA MICHAEL WITTMANN ME QUEDO MÁS TRANQUILO.
http://www.tankzone.co.uk/images/takara/s5/Special_500.jpg
Muérete ANONIMO y corre a por la tarjeta de crédito
fulna
ESTIMADA ROCIO MUY INTERESANTE LA PÁGINA A LA QUE HACES REFERENCIA....PERO YO ESAS ESCALAS NO LAS TRABAJO.
JEJE. SUPONGO QUE TAMBIÉN QUERRÁS VOLAR EN EL FLYING CIRCUS :- >>
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