Es lo que tiene el Londrismo, el Londrismo y las canciones. Allí en las tiendas siguen vendiendo una especie de galletas de plástico negro con un agujero en medio, con la particularidad de que si las pone uno en una especie de plato y les hace noséqué vudú con una aguja sale sonando una música. ¡Porerror, jamás vi una definición tan oblicua de los discos de vinilo (ni un peor plagio de Les Luthiers)! Bingo, señora, añada usted un uso tan rocambolesco de la figura retórica llamada “extrañamiento”, ya tiene de lo que estoy hablando. Discos, es más, singles.
Por nada y menos puede usted pillarse un single de Oasis, o de Arctic Monkeys o de lo que le apetezca que esté de moda. Ahora bien, vaya usted a por uno del año pasado, a ver si lo encuentra. Los singles (sobre todo de vinilo) tienen en Inglaterra menos vida en tienda que la proverbial pompa de Mistol. En estas estaba yo el domingo pasado en un HMV viendo la sección de novedades cuando mi novia, que es mucho de tiendas de discos y me arrastra a ellas, me vino con un single de 7 pulgadas en la mano. Attic Lights era el nombre del grupo, “Wendy” el título de la canción. Buenísima pinta (ya solo por la portada). Lo buscamos en formato CD y vemos que aparecen cinco caras B: dos inéditas y tres remixes de “Wendy”: un auténtico EP. Los remixes eran a cargo de The Fratellis, The Vaselines y Camera Obscura, casi nadie.
¿Hay que llevárselo? Solo se puede saber escuchándolo. Voy al plato, me pongo los cascazos, empieza aquello y…¡madre! Me hago pipí encima. Mi novia (que estaba en otro plato con otro ejemplar del single) me grita “¡Es power pop!” como diciendo “A ti te va a gustar”. Nerviosísimo, levanto la aguja y no dejo que terminen ni los 3 minutos de la canción. Ya tengo el CD single en el coleto. A día de hoy, me arrepiento de no haberme llevado también el 7 pulgadas, total, por menos de tres euros.
Al día siguiente leo en el metro (tren) en el Metro (periódico) que el disco entero de Attic Lights se editaba aquel mismo 13 de octubre. Desinquieto, leo la crítica y me espanto de indignación al leer lo siguiente (más o menos): “Attic Lights son una puta mierda, suenan igual que Big Star, Teenage Fanclub y los Beach Boys”. “Hay algo que no es como me están contando” –pienso, parafraseando a ese literato nada politizado que es Juan José Millás. En mi libro, si algo suena “como Big Star, Teenage Fanclub y los Beach Boys” es automáticamente obra maestra, aunque sea un eructo. Por otro lado, pienso que si la prensa inglesa ha dicho que el disco es mediocre debe ser una maravilla, lo cual me reconforta bastante.
Voy a los almacenes Harrod’s pero nada me llama la atención, ni siquiera los carteles gigantes de Eva Mendes anunciando bragas. Yo por dentro estoy “Attic Lights, Attic Lights, Attic Lights…” Y como en realidad en Londres no me he comprado casi ningún disco (ya sabéis que no soy persona de eso) enseguida pergeño un diabólico plan: tienda HMV del aeropuerto… y libre de impuestos. Y, bueno, por acortar la historia, milagrosamente en la tiendica quedaban dos copias, una la pillé yo y la otra mi novia. Estamos salvados.
Y ahora me digo yo: ¿de dónde sale esta barbaridad melódica y guitarrera llamada Attic Lights? Ahora debutan con su álbum Friday Night Lights (2008), pero miroteando por ahí descubro que llevan desde 2006 sacando singles y EPs. También leo que en Attic Lights ha metido mano el batería Francis MacDonald, el Hal Blaine indie (ex BMX Bandits, ex Teenage Fanclub, ha tocado con Belle & Sebastian, Camera Obscura, The Pastels, Alex Chilton, Michael Shelley…). Pongo su curriculum para que veáis de dónde viene el tema. Muchas cosas se explican, pero el grupo no es él, son cinco chavales con muchísimo talento.
Vayamos pues con Friday Night Lights. ¿Disco del año? ¿Error de Dios al permitir que los meros mortales poseyeran una música tan bonita? Solo puedo decir que no me he puesto tan nervioso escuchando un disco desde 1996, cuando puse por primera vez el Grand Prix de Teenage Fanclub y con cada canción iba literalmente sufriendo, no fuese a ser mala y a joderme un “disco perfecto”. No voy ni a decir qué canciones son mejores o si el grupo suena a tal o cual cosa. Solo diré que es “power pop serio” (por usar la categoría del buen Fran G. Matute). Meted en YouTube “Attic Lights Wendy” y sufrid conmigo. Y comprároslo, o bajároslo, o haced lo que os dé la gana.
Por nada y menos puede usted pillarse un single de Oasis, o de Arctic Monkeys o de lo que le apetezca que esté de moda. Ahora bien, vaya usted a por uno del año pasado, a ver si lo encuentra. Los singles (sobre todo de vinilo) tienen en Inglaterra menos vida en tienda que la proverbial pompa de Mistol. En estas estaba yo el domingo pasado en un HMV viendo la sección de novedades cuando mi novia, que es mucho de tiendas de discos y me arrastra a ellas, me vino con un single de 7 pulgadas en la mano. Attic Lights era el nombre del grupo, “Wendy” el título de la canción. Buenísima pinta (ya solo por la portada). Lo buscamos en formato CD y vemos que aparecen cinco caras B: dos inéditas y tres remixes de “Wendy”: un auténtico EP. Los remixes eran a cargo de The Fratellis, The Vaselines y Camera Obscura, casi nadie.
¿Hay que llevárselo? Solo se puede saber escuchándolo. Voy al plato, me pongo los cascazos, empieza aquello y…¡madre! Me hago pipí encima. Mi novia (que estaba en otro plato con otro ejemplar del single) me grita “¡Es power pop!” como diciendo “A ti te va a gustar”. Nerviosísimo, levanto la aguja y no dejo que terminen ni los 3 minutos de la canción. Ya tengo el CD single en el coleto. A día de hoy, me arrepiento de no haberme llevado también el 7 pulgadas, total, por menos de tres euros.
Al día siguiente leo en el metro (tren) en el Metro (periódico) que el disco entero de Attic Lights se editaba aquel mismo 13 de octubre. Desinquieto, leo la crítica y me espanto de indignación al leer lo siguiente (más o menos): “Attic Lights son una puta mierda, suenan igual que Big Star, Teenage Fanclub y los Beach Boys”. “Hay algo que no es como me están contando” –pienso, parafraseando a ese literato nada politizado que es Juan José Millás. En mi libro, si algo suena “como Big Star, Teenage Fanclub y los Beach Boys” es automáticamente obra maestra, aunque sea un eructo. Por otro lado, pienso que si la prensa inglesa ha dicho que el disco es mediocre debe ser una maravilla, lo cual me reconforta bastante.
Voy a los almacenes Harrod’s pero nada me llama la atención, ni siquiera los carteles gigantes de Eva Mendes anunciando bragas. Yo por dentro estoy “Attic Lights, Attic Lights, Attic Lights…” Y como en realidad en Londres no me he comprado casi ningún disco (ya sabéis que no soy persona de eso) enseguida pergeño un diabólico plan: tienda HMV del aeropuerto… y libre de impuestos. Y, bueno, por acortar la historia, milagrosamente en la tiendica quedaban dos copias, una la pillé yo y la otra mi novia. Estamos salvados.
Y ahora me digo yo: ¿de dónde sale esta barbaridad melódica y guitarrera llamada Attic Lights? Ahora debutan con su álbum Friday Night Lights (2008), pero miroteando por ahí descubro que llevan desde 2006 sacando singles y EPs. También leo que en Attic Lights ha metido mano el batería Francis MacDonald, el Hal Blaine indie (ex BMX Bandits, ex Teenage Fanclub, ha tocado con Belle & Sebastian, Camera Obscura, The Pastels, Alex Chilton, Michael Shelley…). Pongo su curriculum para que veáis de dónde viene el tema. Muchas cosas se explican, pero el grupo no es él, son cinco chavales con muchísimo talento.
Vayamos pues con Friday Night Lights. ¿Disco del año? ¿Error de Dios al permitir que los meros mortales poseyeran una música tan bonita? Solo puedo decir que no me he puesto tan nervioso escuchando un disco desde 1996, cuando puse por primera vez el Grand Prix de Teenage Fanclub y con cada canción iba literalmente sufriendo, no fuese a ser mala y a joderme un “disco perfecto”. No voy ni a decir qué canciones son mejores o si el grupo suena a tal o cual cosa. Solo diré que es “power pop serio” (por usar la categoría del buen Fran G. Matute). Meted en YouTube “Attic Lights Wendy” y sufrid conmigo. Y comprároslo, o bajároslo, o haced lo que os dé la gana.
6 comentarios:
A mí la canción "Wendy" me ha gustado mucho. Pero el resto de canciones que he podido pillar a través de Youtube no me han llamado tanto la atención...
Habrá que escuchar el disco entero... para ver si es "power pop serio"... ;)
"Hay un hoyo en el mundo como un gran agujero negro.
Y los bichos del mundo que lo habitan
y su moral no vale ni lo que un cerdo puede escupir.
Y éste lleva el nombre de Londres". A propósito del post de ayer, te dejo aquí la letra del primer tema que canta Johnny Depp en Sweeney Todd. No es tan agradable como las otras, ¿no? Migue.
A mí me han encantado estas luces del ático. Tengo curiosidad por saber si tendrán éxito o acabarán pasando desapercibidos. ;-)
No están mal los tales Attic Lights, aunque debo decir que para mí Londres es decir irremediablemente Saint Etienne. Cuantos buenos momentos me ha dado este grupo...
-Fran G. Matute: Conociendo tus gustos, sospecho que este grupo te va a molar. De todas maneras, si al final resulta que solo te gusta el tema "Wendy"... Decía Zorrilla en el Tenorio que "un punto de contrición da a un alma la salvación". ¿Cuántos grupos no venderían su alma al diablo por tener, al menos, un single bueno.
-Migue: Muy bueno lo de Sweeney Todd, se me había pasado por completo. Afortunadamente el Londres actual no se parece nada al del siglo XIX ni al de Tim Burton (que nunca existió).
-Karmen: No me da a mí que este grupo Attic Lights se vayan a comer un colín. Si atendemos a sus referencias, "superestrellas" indies, ¿alguien conoce a The Fratellis o a Camera Obscura?
-Pyro: Saint Etienne son un grupo muy interesante, a mí me traen recuerdos del Benicàssim, allá por 1998. Y a cierto colega mío -que no paró de mirarle las tetas a la cantante durante todo el concierto- más todavía.
Porerror, se ve que te gustan las cosas de calidad, ¿eh? ¿Sabías que el blog "Power Pop Action" (creo que lo tienes en tu lista de enlaces) recomienda el disco de Attic Lights? Entonces... Hay que tenerlo, ¿no?
Guitar Woman.
Publicar un comentario