Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

martes, 1 de enero de 2008

Calendarios de peña en bolas


Feliz año nuevo a todos. Como bien nos informó ayer el telediario de Antena 3 (donde se solemniza lo obvio), hoy toca cambiar de calendario. Los hay de muchos tipos: de mesa, de pared, de propaganda que caben en la cartera… yo en mis años buenos los he tenido de los Beatles, de Spin Doctors, de Garbage, de Kylie Monogue, de Oasis… habrá quien los tenga hasta de Anne Geddes o de Winnie the Pooh. En mi casa hay uno del torero Manolete (en 2008 será mediático otra vez: he aquí mi primer vaticinio de año), otro de la Virgen María y hasta uno de un sindicato.

Pero hoy quiero hablaros de unos amiguitos muy especiales que de un tiempo a esta parte inundan las pantallas de televisión y las páginas de los periódicos: los calendarios de peña en bolas. ¿Realmente son necesarios? Allá por el 1997 salió una película muy triste que hizo bastante daño. Me refiero por supuesto a The Full Monty, sobre unos parados del metal de Sheffield que se veían abocados a hacer strip-tease para sacarse un dinerillo. Todo muy digno, y si me apuran hasta penoso, y sin embargo hubo quien vio en esta historia materia para una comedia. Entonces a algún genio debió encendérsele una bombillita en la cabeza. ¿Desnudarse para conseguir algo? ¡Eureka! Y de este modo, multitud de colectivos cuyo trabajo poco o nada tenía que ver con el despelote se lanzaron a la calle a quitarse la ropa y pedir, pedir, pedir. O simplemente a protestar. Y venga colectivos: científicos madrileños, remeros de O Grove, padres de familia divorciados, carteros de no sé dónde… Hasta España llegó un eco de este fenómeno en forma de la película Se buscan fulmontis (1999). ¿Adivinan la trama?

Algún otro genio debió de pensar “¿por qué limitar el bochorno a unos instantes, acaso no captados por ningún medio de grabación audiovisual cuando es posible perpetuar esos desnudos solidarios ad æternum?” A fin de cuentas, los de Full Monty se desnudaban en un bar cerrado, cobraban entrada y realizaban una única actuación. Sin embargo, lo que peta últimamente es hacerse fotos de desnudos (más o menos tapados) e incluirlas en las doce hojas de un calendario.

También de esto hubo peli (Las chicas del calendario, de 2003), y se ha convertido en una moda. Y vuelvo a mi pregunta, ¿realmente son necesarios? Hablo desde el respeto a los que prestan su cuerpo o su imagen para salir en estos calendarios, que son de dos tipos: a) para recaudar fondos para el propio colectivo que aparece en las fotos, b) para fines benéficos, en los que celebridades prestan su imagen. Me parecen muy bien las iniciativas solidarias, de hecho muchos deportistas, famosos, toreros, etc… ya salen en calendarios para asociaciones por ejemplo contra el cáncer o para ayudar a la gente con síndrome de Down. Pero no se desnudan. Y he aquí la clave: ¿por qué hemos de ver desnudos a los bomberos de Bilbao, los colaboradores del programa de Ana Rosa, un grupo de madres de alumnos de una aldea salmantina o las falleras de Valencia?

Alguien hará el chiste de que está muy bien que se desnuden los bomberazos o las azafatas de Ryanair, y yo no me opongo. De toda la vida han existido calendarios sugerentes tipo el de Pirelli, con tremendas jamelgas. Pero salen modelos y actrices de buen ver, y yo, que estoy a favor de la igualdad de oportunidades, desde aquí clamo: que hagan calendarios con Beckham, Brad Pitt o quienes más les gusten a las señoras, pero por favor, ¡no a Belén Esteban o un guardia civil de Alhama de Granada en bolas!

Lo tengo fácil –me dirán- no los compres. Pero es que me los sacan en el telediario y en los magazines, y me ponen las imágenes a la hora de comer. Y os aseguro que algunas de esas fotografías se te clavan en la retina y en el cerebro de un modo tal que después no hay ensayo de Roland Barthes o de Susan Sontag que te las pueda hacer olvidar. ¡Si Neil Sedaka (que cantaba aquello de “Calendar Girl”) levantara la cabeza!

6 comentarios:

Karmen dijo...

¡Madre mía! ¡Cuánta razón! A mí el que más me ha impresionado (me parece lo más chabacano en calendarios que he visto nunca) es el de las amas de casa de no sé qué localidad... ¿Dos señoras mayores tapándose sus partes íntimas con unos paraguas en el merendero de un parque? ¡Qué poco glamour!

GRILLO SOLITARIO dijo...

HOMBRE, HAY DOS COSILLAS QUE SÍ PUEDES HACER. LA PRIMERA ES DEJAR DE VER EL TELEDIARIO EN ANTENA 3 (AUNQUE SERVIRÍA DE POCO, YA QUE EN TELECINCO TE LO PONEN TAMBIÉN). Y LO SEGUNDO ES ¡PREDICAR CON EL EJEMPLO! ¿¿PARA QUÉ NOS PONES AL BOMBERO DESPELOTAO EN EL BLOG?? VAS CAMINO DE MATÍAS PRATS :-P

Riggy dijo...

Yo lo que me pregunto es quién compra el calendario de las madres de alumnos de una aldea salmantina desnudas.

Me encantan tus observaciones sobre el telediario de Antena 3.

GRILLO SOLITARIO dijo...

PUES RIGGY, CUATRO MESES DESPUÉS, AQUÍ ESTÁ LA RESPUESTA A TU PREGUNTA:

GRILLO SOLITARIO dijo...

EHM, CINCO. CINCO MESES...

GRILLO SOLITARIO dijo...

SIN COMENTARIOS...

 
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