Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 23 de junio de 2008

Supersticiones absurdas


“Hoy se ha roto un maleficio”. ¡Cómo lo ha clavado esta noche su majestad el Rey, eh? “El vestuario está lleno de emoción y de una honda satisfacción... brbrbr…”, como bien ha dicho un amigo, si no le quita el micrófono el reportero de Cuatro, el hombre empalma directamente con un discurso de Navidad.

Sí, amigos, estoy hablando del partido. Esta tarde he sido abducido por un grupo de aliens y me he visto obligado, en contra de mis principios, a ver el España-Italia. Por simpatía con mis co-televidentes, se me ha puesto el corazón a 200 pulsaciones por minuto, y mucho me temo que era yo el que permanecía más tranquilo. Gracias a Dios nadie ha roto ningún mueble, lo cual ya es de agradecer en el llamado Deporte Rey. No veáis los gritazos que daban las personas con las que he visto el partido…

Yo, que por motivo de no excitarme en el trabajo llevo cuatro años tomando exclusivamente descafeinado, esta tarde me he jincado una taza de un cuarto de litro de café-café, con resultado de excitación y clasificación de la Selección Española para la semifinal de la Eurocopa. ¿Será por el apoyo moral que sin duda nos está dando el noble pueblo británico? Pienso que todo ha sido una conjura, una especie de ejercicio de justicia poética por haberme atrevido a planear este verano unas vacaciones en Italia.

Como castigo, he sido obligado a ver el partido, y aunque ha habido momentos en que me he quedado un poquitín dormido (no se lo digáis a nadie), no ha sido nada que un buen grito al oído –fruto de un contragolpe de Italia- no haya podido subsanar. Ahora iré a Italia mucho más contento, sabedor de que le hemos ganado a la supuestamente mejor selección del mundo. ¿Queda así vengado el codazo de Tassotti a Luis Enrique? No lo sé, pero como me ha dicho un colega al acabar el partido, “Espero que esto te haya demostrado que el fútbol puede ser divertido”. “Sí, sí”, le he contestado yo para no partirle el corazón. Para un partido que veo y tiene que durar más de dos horas…

Lo mejor del partido para mí ha sido la compañía, la pizza, la Coca-Cola, la cerveza, las patatas al ajo (…cojones, ¡parezco uno de esos que van pregonando por la playa!). Comparar a Luis Aragonés con su cochambroso chándal frente a un Donadoni (¡qué sorpresa me he llevado al ver que ya no juega!) embutido en un impecable traje italiano, con su escudito y todo. También hemos comentado los emolumentos que percibe Manolo “El del bombo” por ir a Austria a hacer el payaso (¿sabíais que lo que la Cruzcampo le ha pagado es el presupuesto de un año para un instituto público de secundaria en mi región?).

Todos los presentes estábamos convencidísimos de la inevitable derrota de España anoche. Todos menos uno, que tan seguro estaba que se apostó 20 euros consigo mismo a que ganábamos por dos goles, y al final ha sido así. Tan convencido estaba el nota que a la mitad del partido subió la apuesta a 30 € (desde que el alcalde Adam West se casó con su propia mano en un episodio de Padre de Familia no veía nada igual).


Sin duda, lo más comentado de la noche ha sido la actitud del Rey durante todo el partido (o eso, o yo no estaba prestando atención al desarrollo del juego), sus gestos de crispación, sus miradas asesinas a Michel Platini (¡coño, otro que ya no juega!) El Rey ha vibrado esta noche como un español más, con ese pellizco que ha hecho que (casi) nadie de los que estábamos viendo el partido disfrutase de la cena. Habíamos pedido una pizza, y ha tardado bastante poco en llegar, dadas las circunstancias de partido de España, y demás. Como la noche iba de apuestas absurdas y de supersticiones (ochenta y ocho años sin ganar, etc…), alguien muy lúcido recuerdo que comentó: “Si la pizza llega antes de que termine el segundo tiempo, pasaremos, si no, seremos eliminados”. ¿Qué fuerza cósmica, qué Demiurgo, qué dios detrás del dios (que diría Borges) podría oponerse a tan acientífica y aplastante lógica?

Hoy se ha roto un maleficio, bueno no, dos. España ha pasado a semifinales y yo he visto íntegro un partido de fútbol. Pero lo que usted no sabía, majestad, y por eso yo estaba tan tranquilísimo para pasmo de mis acompañantes, es que la pizza nos la entregaron en el minuto 89.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y por qué llevaba Luis Aragonés, chándal aparte, esa cartulina por acreditación, si Donadoni no llevaba? Aún no me creo que hayamos pasado, ¡y en los penaltis!. Migue.

Rukia dijo...

yo me enteré de los penaltis en la calle xD, creo que fue lo mejor del partido, teniendo en cuenta que vi hasta casi el final de la prórroga. Bueno, no, lo mejor del partido fue ver a porerror con la camiseta de Naranjito xD.Qué grande eres!

Anónimo dijo...

Dioss, que ambientazo ha habido aquí en Viena. Q gusto ver la cara incrédula y desconsolada de los italiano, q no paraban de canturrear aquello de "Siam campioni del mondo" al ritmo y son del "Seven Army Nation".

Hoy Viena arde!

ÓLE!!

Fran G. Matute dijo...

Ya conoces la mítica frase: "La pizza te va a tardar un poquito..."

Espero que de aquí en adelante no se pongan más en duda mis aptitudes como pres-ti-di-gi-ta-dor...

GRILLO SOLITARIO dijo...

ESTO ES UNA GRANDEZA MUY GRANDE, HOMBRE.

POR CIERTO, A ARAGONÉS LE HACÍA LLEVAR LA ACREDITACIÓN PARA QUE NO LO CONFUNDIERAN CON FIDEL CASTRO, AHORA QUE LOS DOS TIENEN EL MISMO MODISTO...

Anónimo dijo...

Estimados chiquitines,
yo que escribí que ni perdono ni olvido (referente al querdio Tassotti) debo decir que ayer disfruté como un cochinillo y hasta se me saltaron las lágrimas al final.

Desde aquí hacer un llamamiento a la población que tiene TDT. CUIDADINNN, no conviene ver el furgol por la TDT porque la señal llega con el retraso justo para que tu vecino te cante los goles (y nunca se sabe si eso es mejor o peor).

Besines

Seño Ana dijo...

Ya en el post anteriror de la eurocopa comenté que me había tocado organizar cena-partido-espectáculo en mi casa para semifinales.

Puesto que estaba convencida de que caeríamos en cuartos, creo que fui la única española que ayer me "noalegré" un poquito de que pasásemos. (Sobretodo viendo en el estado que dejamos la casa de ayer...)

Aida Vílchez dijo...

Bonsoir,monsieur M. Vi el partido con tremenda emoción, con fervor cuasi patriótico (me sé de unos cuantos que se llevarían las manos a la cabeza...). Disfruté, sufrí y sentí una especie de felicidad tras los penaltis.Después me puse a escribir y releer a H. Miller (me sé de otros que se escandalizarían). Está bien este equilibrio, pseudo-snobs, españoles de bien, gente que habla sólo en diminutivo, patriotas...
Pero hay que jugar, eh?
saludos catastróficos!

Karmen dijo...

Vendetta...

Por todo lo que mi hermano, mi primo y yo (unos chiquitines) lloramos el día que Tassotti le dió un codazo a Luis Enrique y Salinas la echó fuera delante del portero...

España ya puede perder en las semifinales sin presión.

Sam dijo...

Emocionantísimo!! Yo hacía por lo menos un año que no veia un puñetero partido de ná y ayer por poco me da algo...Pa supersticiosos nosotros, el grupo de amigos con los que ví el partido en casa de Vane, si no llega a ser por el ritual del tomate aliñao nos quedamos en cuartos, joder, qué presión!!
Que te lo cuente Vane, que así no tiene gracia...

Riggy dijo...

Pues hombre, yo he visto muchos partidos de esta Eurocopa y te diré que el de ayer fue de los peores eh? Vamos, que el fútbol puede ser divertido, pero que ayer la "diversión" no la puso el fútbol sino el fervor patriótico.

Lo de las supersticiones...todos los deportistas las tenemos en mayor o menor medida, cuando los partidos son algo rutinario es imposible que no te salgan.

 
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