Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 2 de junio de 2008

Momofuku, ¿mande?


Dejadme que por fin le dedique un post al mayor Personaje Oro de Estatuas Verdes. Elvis Costello, ecléctico talento –no en vano hoy Diego Manrique se refiere a él en El País- como “hiperdotado musical”- tiene nuevo disco. Su génesis parece una historia increíble, pero es cierta. Al parecer, la enorme Jenny Lewis (ex-actriz infantil, cantante en solitario y al frente de Rilo Kiley) pidió a Costello que fuera al estudio a colaborar con ella. Cuando llegó, Costello se encontró que allí estaban trabajando, además de Lewis, su novio el cantautor ultracool Jonathan Rice y su grupo de siempre (Pete Thomas, Steve Nieve). El artista inglés colaboró con Lewis, y al parecer dijo “ya que estoy aquí y también están mis músicos, vamos a hacer todos un elepé entero nuevo, ya si eso”. Y dicho y hecho: al parecer en menos de dos semanas estaba liquidado el asunto. Y es que mi Elvis (Costello) es así.

Esto lo leí hará un mes en el Rolling Stone americano (en el de aquí todavía no se han enterado de quién es Elvis Costello), cuando no se sabía mucho sobre el disco. La noticia en verdad era el título, sobre el que todo eran especulaciones. Momofuku (2008), amigos, al parecer en japonés quiere decir “melocotón de la suerte”. Pero por lo visto hay en Nueva York una cadena de restaurantes llamada así, megaexclusivos (hay que pedir cita con un año de antelación), y aun hay también una marca de tallarines instantáneos del mismo nombre. Costello lo zanja en la funda del disco: “El disco no tiene ninguna conexión con los restaurantes del mismo nombre pero Elvis Costello recomienda su comida”. De todas maneras, David Chang, dueño de la cadena ya advirtió que “aunque Costello haya titulado el disco por nosotros tendrá que esperar cola en el sistema de reservas como todo el mundo”.

Y ahora, a la música. Ya se sabe que Elvis Costello es el mayor talento musical de nuestra época, y el más ecléctico: lo mismo te compone un ballet clásico, que te graba un disco pop con un cuarteto de cuerda, que te hace otro de jazz con Bill Frisell, que otro de Lieder con Anne Sofie von Otter, que otro de rhythm & blues con Allen Toussaint, que otro de easy listening con Burt Bacharach… ah, y aparte de eso es rockero. Su anterior disco era un homenaje al rock americano, que igual miraba hacia los blancos (country rock, sección Gram Parsons y Emmylou Harris) que hacia los negros (Dan Penn, Chips Moman, Spooner Oldham… -ah, ¿que son blancos?).


El actual disco no sé cómo calificarlo: entiendo que para eso se inventó la palabra rock and roll, para indicar que había mezcla de estilos negros y blancucios. Momofuku despliega un exquisito gusto por las canciones que yo llamo “enfadadas”, esas en que Costello se lo echa todo en cara a su interlocutor. Su peculiar manera de cantar, con una voz que apenas le ha cambiado, no será muy ortodoxa pero sí que resulta tremendamente efectiva por lo conmovedora. Como siempre, a donde no le llega la garganta le llegan los quejíos de su voz rota. Pero no chilla. En los rocanroles es contundente pero en las baladas… ¡madre! Resulta conmovedor. Y el “supergrupo” que le hace los coros (Jenny Lewis, Jonathan Rice, Tennessee Thomas…), superior.

No ha de faltar quien califique este Momofuku como una obra de country rock, pero yo me voy a privar. Cierto es que a lo largo de los años Costello ha versionado a Johnny Cash (también ha escrito para él, como para Solomon Burke, por ejemplo), a Gram Parsons, a la Biblia en pasta. Ciertos son sus duetos con Emmylou Harris, George Jones, Lucinda Williams, y no sigo porque no me apetece mirar la Wikipedia ni mis libros. No menos cierto fue su álbum country Almost Blue (1981), aclamado como obra maestra pero del que no se vendió un pimiento. Aun así, Costello tiene el buen gusto en Momofuku de no caer en el country puro, sino de mantenerse en la llamada Americana.

Y eso a pesar de que comparte autoría en una canción nada menos que con Rosanne Cash y en otra con Loretta Lynn (“Pardon Me Madam, My Name Is Eve”, la mejor del disco). Si el disco fuese de country, probablemente en vez de Momofuku se hubiese titulado I Love Me Them Sweet Ol’ Georgia Peaches. Volviendo a los melocotoncios, en la portadita podemos apreciarlos apilados en su caja. En la portadita del álbum, claro.

En la del CD apenas se ve nada: yo creía que la imagen era una careta antigás. Pero leí que en un principio, ahora que vuelve el vinilo, Elvis Costello tenía decidio editar Momofuku solo en formatos de 12 pulgadas y en mp3. La compañía (Lost Highway) le debió decir: “Elvis, colega, tus ocurrencias son geniales, pero vamos a relajarnos y a editarlo también en CD a ver si así vendemos siquiera una escoba”. Yo, siguiendo al maestro, me lo he comprado en vinilo (elepé doble, la rehostia), que además incluye un código para poder realizar una descarga legal de todas las canciones en mp3. La carpeta es chulísima, y ahí es donde digo que se ve perfectamente el dibujito de los melocotones con la minúscula leyenda “Peaches”.


Soy consciente de que cuando escribo entradas tan específicas (Elvis Costello, ¿sabes?, un desconocido; a lo mejor os viene algo por “marido de Diana Krall”) corro el peligro de alienar a parte de la peña lectora. Pero hacedme caso, amantes de la música y gente con alma en general. Lo que yo os diga, Momofuku: melocotones en almíbar.

11 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

Qué guay!

La verdad que Costello está últimamente (¿los últimos 30 años?) que se sale...

Tuve la suerte de verlo en directo en San Sebastián, en su gira con Allen Toussaint, y fue una auténtica gozada...

A mí lo del rollo del eclecticismo me toca un poco la moral, la verdad... Me imagino que el pobre se debe aburrir con tanto talento rondando por su cabeza, pero para sus fans resulta a veces un poco estresante... ¿Cómo será su próximo disco? ¿Será un disco de samba? ¿Será de flamenco? ¿Una zarzuela?...

God help the country-rocker que hay en él...

Fran G. Matute dijo...

Y digo yo... ¿Para cuándo un nuevo disco con Nick Lowe?

orphangirl dijo...

Ey¡ Mola tu entrada¡No sabía nada sobre un nuevo disco de Costello.

Reconozco que a penas conozco a este hombre, pero todo lo que he oído de él me ha gustado. Bueno, yo también fui a ese concierto en San Sebastián (pero yo no sé quién ese ese matute :P ) presentando ese peaso de disco, y me lo pasé pipa. El tío tiene además mucho carisma.

Por otro lado, a mi la Jenny me encanta, tanto con su banda como acompañada de las gemelas Watson (su último disco fue de mis preferidos de aquel año) así que esa mezcla me pega que me va a molar.
Gracias por el post¡

Karmen dijo...

Gracias, Porerror, por tu entusiasmo.

Acabo de escuchar Momofuku (gracias a Dios, tenía el iPod conmigo...). Es chulísimo, la verdad. Hay muchos nombres propios, ¿no? ;-) Las canciones que más me han gustado son: "Harry Worth", "Stella Hurt", "Mr. Feathers" y... (la genial) "Pardon me, madam, my name is Eve". ¿El órgano en "Go Away" es de una canción de The Doors?

Creo que quien lo calificó de Country rock no dió mucho en el clavo (¡no se oye ni un solo pedal steel!). ;-) Lo de Americana te lo acepto. ;-)

Karmen dijo...

¿El órgano de "Soul Kitchen", quizás?

Porerror dijo...

-Fran G. Matute: entiendo perfectamente eso que dices de que tanto eclecticismo puede llegar a desorientar (cuando no a cansar). Yo lo he resuelto considerando cada nuevo disco de Costello como una obra obra con valor intrínseco, al margen de las anteriores o posteriores (si quieres, como si fuesen de artistas diferentes) y así se disfruta mucho más.

Pero vamos, que no te voy a negar que cada vez que escucho "nuevo disco de Elvis Costello" me echo a temblar un poco a ver con qué nos sale.

-Orphan Girl: Me alegro de que te haya gustado el post... ¿ya has puesto en funcionamiento el viejo plato que había en tu casa?
Sobre Jennt Lewis... a mí también me encanta, te aseguro que le dedicaré un post a ella sola en cuanto salga su nuevo álbum.

-Karmen: ¡Ja, ja, ja! Efectivamente, el órgano del tema "Go Away" es muy "Soul Kitchen" de The Doors. No me había dado cuenta, como tengo un oído enfrente del otro...
Por eso digo que Momofuku es música americana (no está mal para un londinense, ¿no?) en el sentido más amplio.

orphangirl dijo...

Hola¡
Sin duda Jenny es buena carne para tu ecléctico y bien llevado blog :) Lo estaré esperando, jeje
Respecto al plato de casa, no lo puedo escuchar bien en mi cuarto porque los discos suenan muy flojos en mi equipo y mi padre ya no lo quiere poner en su equipo, así que me parece que hasta que no me compre un buen equipo no podré disfrutarlo (de todos modos no tengo mucho vinilos, jeje) Pero si alguna vez estoy sola en casa, se pueden organizar temitas gastronómicos-musicales :P

orphangirl dijo...

(me acabo de dar cuenta de que digo "equipo" unas cuantas veces. Es lo que tiene contestar mientras veo Roland Garros :P)

Porerror dijo...

Tengo aproximadamente la misma formación en ingeniería del sonido que Fran G Matute, pero... ¿eso de que en tu equipo suenan "muy bajito" los discos no podría ser un problema de que falte un previo de fono? Uno de esos expertos que hay en las tiendas me explicó que las cosas (plato giradiscos y cadena de música de toda la vida) está a diferente intensidad y que se soluciona con un aparatito muy chico. No sé, una idea.

orphangirl dijo...

ah pues ya investigaré. Creí que sería por mi equipo, que no es gran cosa, una cadena de música sin más.
Gracias

Fran G. Matute dijo...

Si tenéis cualquier duda técnica de sonido me llamáis...

 
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