Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

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miércoles, 29 de julio de 2009

Underdogs, o: El efecto sorpresa


“Cuando menos se espera, salta la liebre”. Esta máxima, que si yo aplicara en mi vida otro gallo me cantaría, y no que últimamente hago más el imbécil que hablo, esta máxima es más verdad que nunca en el festival ContemPOPránea. Yo al conciertismo iba a ver a mis vacas sagradas, gente que sabía lo que me iba a dar y eso fue exactamente lo que me dio, ya hablaré de ellos. Otros tenía que eran melones por catar, también hablaré de esos pero hoy voy a centrarme en los sorpresones agradables, las bombas-trampa del festival.

En inglés se conoce como underdog al candidato o contendiente a priori más flojo, el “no favorito”, para entendernos, que luego da el doble de gusto recordar su condición si es que gana y da la sorpresa. Esto es totalmente subjetivo, y en mi caso para el Contempo yo llevaba dos grupos a los que apenas conocía pero a los que tenía muchas ganas de ver: los británicos The Wedding Present y los suecos Lacrosse. Luego andaban por ahí los españoles Ellos, a los que conocía bien pero a los que tenía olvidados, y mi concepto ha cambiado radicalmente después de verlos en directo.


Ellos se definen como “pop cabrón”, lo cual no deja de ser una sandez, pero hace gracia si llevas ya varios tintos encima o peor. Su concierto era el último del viernes, ¿era necesario quedarse hasta las 5 de la mañana para verlos actuar? Era imprescindible, amigos. He aquí a un grupo clave del indie español, que pese a haber planteado su carrera como el culo son poseedores de un talento insoslayable. Han sacado tres discos en 9 años, y de los tres tiraron en el concierto, que solo puedo definir como un fiestón.

Cuando salió al escenario, el hijoputa de Guille Mostaza dijo “Os veo un poco dormidos, yo estoy superfresco: me acabo de levantar”. Nosotros llevábamos una jornada laboral de 8 horas viendo peña actuar, pero el pop hiperpegadizo de Ellos acabó por conquistarnos y levantarnos el ánimo. El Sr. Mostaza es una mezcla cañí entre un torero, Raphael y Jarvis Cocker, y a su lado está el inexpresivo Santi Capote, mudito, en plan Pet Shop Boys. Algunos temazos que desgranaron: “Tú primero”, “En tu lista”, “El anillo”, “Diferentes”, “No te enamores”, apoteósico “Lo dejas o lo tomas” y versión de Los Planetas (homenaje a Elefant Records): “Mi hermana pequeña”.


A The Wedding Present apenas los conocía, pese a ser un nombre fundamental del pop indie UK. Esperaba un concierto sólido y fue lo que obtuve, pero la sorpresa me vino del altísimo nivel de calidad de sus canciones y sus letras en particular. Realmente, escuchar a estos al lado de otros que actuaron en el festival era como ver jugar al fútbol a Pelé en sus tiempos y luego verme a mí. Mira que actuaron el sábado entre Russian Red y Sidonie, dos supuestos platos fuertes, por lo que para mí eran un grupo “tampón”, pero con su sonido se dedicaron a tapar bocas.

Yo no conocía sus canciones, no puedo deciros cuáles tocaron salvo una que recuerdo que anunciaron: “Silver Shorts”, pero fue todo canela. Será cuestión de hacerse fan y buscar sus discos. Ahora bien, aquella misma noche tras Sidonie y antes de Love of Lesbian (otro plato fuerte) actuaron unos chiquitos suecos que me dejaron con el boquino abierto: Lacrosse. Me pasa con el pop sueco que me da pereza, si lo escucho todo me parece precioso pero para mí es indistinguible, no le encuentro personalidad.


Pero esta gente, amigos… empezando por la cantante, que o está como una cabra o se había metido una tortilla de speed (no descarto que sean las dos cosas): qué poderío en el escenario, qué piruetas, qué mujer tan bailonga!!! Lejos del ñoñeo soporífero del pop de cámara, esta gente son preciosos, sí, pop-pop, pero su actitud en el escenario es la de unos punks. Hay que verlos para entenderlo. Yo tampoco conocía nada suyo y me cautivaron con sus temazos en un perfecto inglés, como “You Can’t Say No Forever”, “We Are Kids”, “No More Lovesongs”, “I See a Brightness” o “Excuses, Excuses”. También insistieron en que su canción “All the Little Things That You Do” tenía un toque flamenco (sería de Flandes, porque del otro…), y es que se ve que a esta peña sueca la mezcla de estilos no les asusta.

Para mí, Lacrosse fue la mejor sorpresa del Contempo, ya digo. Mañana hablaré de otros aspectos de este festival, en el que este año, pese a mi post del jueves pasado he detectado menos purismo y exquisitez que en otras ediciones y más gentuza de comportamiento vandálico. ¿O será que yo me estoy volviendo insoportable? Viva el POP!

sábado, 30 de mayo de 2009

Territorios 2009: Sandwich de canela


Decía el buen Jardiel Poncela en el prólogo de una de sus obras, “Verán ustedes canela”. Pues anoche, en Sevila, en el festival Territorios, se vio canela: en rama y molida, a manos llenas. Ahora bien, también hubo espacio para los bostezos.

Acudo a Sevilla, la ciudad de los prodigios y los carriles bici, para ver el día rockero del festival Territorios. El cartel, simplificado, consistía en los grupos yanquis Wilco, The Jayhawks y los granadinos Lori Meyers. También actuaron otros, como Akron/Family, que sinceramente no me interesaban. También tocaban Cycle, ¿os acordáis? Sí, hombre! el gran fraude del indie español… Pero allí habíamos ido a ver lo que habíamos ido a ver. El entorno del concierto, muy bonico: el antiguo Monasterio de La Cartuja, con evidente regusto a EXPO’92. Tal vez por eso había en la puerta un nota con un tenderete vendiendo camisetas AUTÉNTICAS de Curro y de la EXPO. ¿Te compraste alguna, Porerror? ¿Lee usted Estatuas Verdes, señora?

Allí se dio cita lo mejor de la escena indie sevillana (y básicamente cualquiera que estuviera en Sevilla y le sobraran 25 euros); así, de memoria, pude reconocer a componentes de los grupos Maga, Sr. Chinarro, Southern Arts Society, Bombones, Úrsula, Gañafotes, Los Gustosos, Chencho Fernández y Smoking Kills, The Vagos, The Del-Shapiros, y a la actriz Teresa Hurtado.


Empezamos con Wilco: canelón!!! Confieso que yo iba un pelín prevenido a ver a la banda de Chicago, pensaba echar el concierto a beneficio de inventario, en fin, Wilco, ya sabéis… un gran nombre, podré contar que los vi de joven…. Gran error. Entre su veta country y sus veleidades experimentales, me daban un montón de miedo, pero no hubo nada de eso, lo que se vio anoche fue un conciertazo de rock puro y duro, rock alternativo, rock con ganas de no dejar a nadie indiferente: de emocionar. Y eso es Wilco, claro, me diréis, emocionar.

Sin ser fanático tengo todos sus discos (salvo el ultimísimo, que entoavía no ha salido), y pude reconocer temazos de varios de ellos. Curiosamente, abrieron con “Wilco (the Song)”, heraldo de su nuevo Wilco (the Album). No faltaron a la cita piezas de sus cuatro discos de estudio anteriores: “A Shot In the Arm”, “At Least That’s What You Said”, “Hate It Here”, “Impossible Germany”, “Walken”, “Radio Cure”, “I Am Trying to Break Your Heart”… y cerraron con “Spiders (Kidsmoke)”, frenesí saltarín entre el público. Yo sinceramente dudo que en Sevilla haya tantos fans de Wilco como gente hubo allí congregada anoche, dudo que haya la mitad de la mitad de la mitad. ¿Qué quiero decir? Que da igual que no fueras fan, Wilco son tan buenos y, sobre todo, dan un espectáculo en directo de tal calibre que mueven a la lágrima hasta a los corazones de piedra.


La voz de Jeff Tweedy en directo me pareció prodigiosa, moviéndose entre el country rock, el grunge, el rock indie y –atención- el R&B. Hubo un par de temas (creo que son del nuevo disco) en que me quedé absolutamente fascinado: en uno Wilco sonaban como un grupo de la Stax, en el otro fueron directamente Led Zeppelin. ¿Es que tú, después de llevar 13 años escuchándolos no sabías que Wico eran así de buenos, Porerror? Pues mira, no, porque también hay que admitir que en estudio, algunas de sus canciones resultan un pelín rollico. Además, que yo iba temiendo un recital de country alternativo, y lo que me encontré fue uno de rock alternativo, GRACIAS.

Después de la intensidad vocal, los teclados mágicos y la pirotecnia guitarrística de Wilco (el solo de “Impossible Germany”: ¿Error de Dios? Comente en 500 palabras), muy difícil lo tenían los Jayhawks de Minnesota para estar a la altura. Hablemos: sé que los Jayhawks son lo mejor desde el chicle, etc, etc, pero su vitola country me echa para atrás como el olor de la sopa de ajo a Drácula. Empecé a escucharlos hace solo seis meses, enganchado por sus dos álbumes menos country, el Sound of Lies (1997) y el Smile (2000). Los dos me encantan, son rock alternativo, son power pop, son la crema pura. Pero todos me advertían: “te han gustado porque para entonces ya se había marchado del grupo Mark Olson” (el supuesto orfebre cowboy de la banda).




Juro que no llevaba prejuicios contra Jayhawks, si acaso andaba predispuesto a favor, cuando saltan al escenario y entre sus fans acérrimos sonó un murmullo seguido de una exclamación: los Jayhawks venían con Mark Olson, que ha vuelto al grupo!!! “Uh-oh” –pensó servidor de ustedes, y no se equivocó. Entonces, yo no sé decir si su actuación fue buena o mala, solo sé decir que me resultó aburrida, y más comparándola con la predecesora de Wilco: plana, moña, sin lustre… Ni rastro de sus dos discos pop, aquello fue un frenesí de granero, corral y voces plañideras empastadas. Gary Louris (“el bueno de Jayhawks”) apenas brilló, y el repertorio a mí me aburrió, salvo “Blue” y su versión de “Bad Time”.

Los varios eruditos de Jayhawks que me acompañaban sí dieron el visto bueno al concierto (aunque hubo gente que, en señal de protesta por tanto country se dio la vuelta y le dio la espalda al grupo durante un buen rato), por ellos sé que sonaron “Take Me With You (When You Go)”, “Wichita”, y casi todo el Tomorrow the Green Grass (1995): aparte las dos del párrafo anterior, “I’d Run Away”, “Miss Williams’ Guitar”, “Two Hearts”, “Real Life”, “Over My Shoulder”, “See Him On the Street”… y también un tema inédito titulado, precisamente, “Tomorrow the Green Grass”.


Para mi desgracia, el concierto de Jayhawks se solapaba con el de Lori Meyers, pero claro, a los de Granada era la sexta vez que los veía en directo. Solo llegué a ver la recta final de su actuación, pero bastó para dejarme buen sabor de boca pop tras la atrocidad de los alt. country. Alcancé a ver “El gallo ventrílocuo”, “Dilema”, “Luces de neón”, “La pequeña muerte”, “Viaje de estudios” y “Alta fidelidad”, suficientérrimas para refrendar que, hoy por hoy, Lori Meyers conforman la aristocracia del espíritu indie. Conclusión: como diría mi madre, “tú es que siempre vas a los mejores conciertos, hijo, todo imprescindible y fundamental” –pues claro, si no no iría!

domingo, 5 de abril de 2009

South Pop Festival 2009: El concierto de los raros


“Todos los raros fuimos al concierto”
-Love of Lesbian



Hasta Sevilla me desplazo para asistir a la segunda jornada del South Pop Festival ’09. Compruebo que este pequeño pero ambicioso festival se anuncia mucho en Radio 3, y ellos son indies, ¿no? Por eso me decido a ir. El cartel era bastante apetecible: Pelle Carlberg, Pleasant Dreams, Christina Rosenvinge, Russian Red y Kurt Wagner. Como en la canción de Love of Lesbian, todos los raros fuimos al concierto; salvo que en esa canción, los que iban al concierto media hora antes invadían el metro, y en Sevilla, el dizque metro que han inaugurado no paraba ni remotamente cerca y hubo que ir andando.

El buen Pelle Carlberg empezó con no más de 80 personas en la sala (eran las 19:45), para cuando terminó 40 minutos y ocho canciones después, ya había más de 300. El sueco (ex del grupo Edson) nos dejó su buen humor y sus temazos indie tipo Belle & Sebastian pero con optimismo: “Because I’m Worth It”, “Pamplona”, “Clever Girls Like Clever Boys”, “1983”, “I Love You, You Imbecile” y sobre todo, su himno anti-Ryanair “Fly Me to the Moon”. Casi todas iban precedidas de una jugosa anécdota, y es de agradecer que el sueco y su multiinstrumentista acompañante dieran tan buen show ante un público tan improbable.


Después vinieron los castellonenses Pleasant Dreams, para mí la auténtica sorpresa de la noche (no los conocía). Sabido es que no escucho pop español cantado en inglés, pero para mi agrado estos cantan en español. La actuación de Pleasant Dreams fue muy divertida, se notaba que tenían ganas de agradar. Su único disco Podría ser hoy (2008) cuenta con temazos de indie-folk rock como “Camino de vuelta”, “Aunque no sirva de nada” o “El último verano que pasamos juntos”, también aprovecharon para estrenar dos canciones nuevas.

Dicen que Pleasant Dreams se parecen a La Buena Vida (de hecho, para uno de los temas subió al escenario Pedro Martín: bajista de LBV) pero yo no acabo de verlo. A mí me recordaron más bien a un cruce entre Lori Meyers y Gorky’s Zygotic Mynci. Melodías sugerentes, coritos, guitarras jangly, temas de amor… incluso hicieron de celestinos entre dos del público: vale, a lo mejor no es muy profesional pero moló demasiado. Nunca cayeron en lo ñoño, porque cuando parecía que iban a irse de melosos siempre tenían algún detalle (instrumento inesperado, algo en las letras) que los redimía. Seguiremos muy de cerca la carrera de esta gente.



Para ver a Christina Rosenvinge, la superviviente del pop español, la sala estaba a rebosar. Pese a mi proverbial mala leche, dejaré atrás los tópicos de Alex y Cristina, Ray Loriga, su amistad con Viggo Mortensen… (pero no te privas de sacarlo a relucir, ¿eh, Porerror? Señora, que esto es Estatuas Verdes)… anoche Christina se presentó cuan frágil es, muy arreglada con un vestidito, y se puso al piano, a la eléctrica y a la acústica con la intención de emocionar. En mi caso lo logró al 80%, ya que tiene el mismo handicap que J de Los Planetas: no se la entiende cuando canta. Una pena, porque sé que las letras son muy buenas.

“No sé qué os apetece esta noche” –dijo Christina antes de empezar. “Si nos lo pides con esa voz…” –contestó una del público. Su banda (la misma que luego sacó Russian Red) sonó impecablemente, y ella nos dejó más de una docena de temas. Su último disco, Tu labio superior (2008), es excelente, y me reconcilia con ella porque ya sabéis que yo, cantantes españoles en inglés…. “Tu boca”, “La distancia adecuada”, “Nadie como tú”, “Negro cinturón”… La que más me gusta y más me gustó ayer fue “Anoche (El puñal y la memoria)”, con su penitenciario ritmo á la Johnny Cash.



Después le tocó el turno a Russian Red, la chica de moda del indie español, y la sala se llenó aún más si cabe (bueno, no cabe, porque la sala ya estaba a tope de peña). Resulta que Russian Red, a la que precede su leyenda (solo 23 años, su nombre está sacado de un lápiz de labios, la entrevistó Pablo Motos…) es una cantante española que canta en inglés. Ejem, ejem! Pero –oh, maravilla- a esta sí le doy el aprobado, por la sencilla razón de que, eso: canta en inglés (a diferencia de los idiomas inventados en los que cantan, digamos, Dover o Sunday Drivers).

El repertorio de Russian Red –con diferencia la artista más esperada de la noche- giró en torno a su único disco I Love Your Glasses (2008), pero mis espías me informan de que deslizó más de una y más de dos canciones nuevas (yo es que tengo mal oído y las confundo todas un poquillo). No faltaron “Take Me Home” (la que abrió el concierto), “Nice Thick Feathers”, “Gone, Play On” y por supuestísimo “Cigarettes”, su himno indie trocado en mainstream gracias a su adopción por las pijas fumadoras y la aparición en la triunfadora peli del año pasado Camino.


La actuación de Russian Red estuvo muy bien, y fue todo lo cálida que puede ser la actuación de una popera lánguida onda Feist (¿por qué la Rosenvinge, auténtica reina del hielo, trasmitió más?). El que subió al escenario pasada la media noche, Kurt Wagner (ex de Lambchop), declaró ser un “auténtico creyente de la nueva sensación Russian Red”, todo un piropo dirigido a la chica, que se había quedado a admirar la actuación de su maestro. Entiendo que Kurt Wagner es un gran nombre de la escena indie mundial, y todo lo que vuesas mercedes dispongan, pero a mí me aburrió soberanamente.

Con deciros que lo mejor de su concierto fue que el nota sacó un tendedero e iba colgando la letra de cada canción que terminaba de cantar… pues más de una docena cantó el tío. Muy correcto, anecdotista y entregado, pero los bostezos a esa hora y los claros entre el público ya habían hecho mella. Seguro que el buen Wagner merecía algo mejor, pero a mí su estilo de cantautor depre me produjo el más inconsolable de los sopores. Menos mal que salió a hacer un bis (el único artista, a la pobre Russian Red ni la dejaron pese a que el público estaba rabiando: cuestiones de horario), y en el bis cantó “I Threw It All Away” de Bob Dylan. Y tras Kurt Wagner, aquí pop y después gloria… en Sevilla, a Sábado de Pasión: Gloria Bendita.





(Fotitos cortesía de mi novia... gracias)

jueves, 2 de abril de 2009

El desafío: Fran vs. Nixon


El nuevo y recién salido álbum de Francisco Nixon, El perro es mío (2009), bien podría ser considerado el acontecimiento discográfico del año en el territorio indie. Se me hace difícil escribir este post porque se me acumulan las cosas que decir sobre el disco. Trataré de ser lo más objetivo y preciso que pueda en mis apreciaciones, sin dejarme llevar por mis gustos.

A la mierda: ¡discazo! ¡El mejor disco del año en español! Pero vayamos por partes. No he leído ninguna crítica del disco en la prensa especializada ni en la otra (las está habiendo a decenas) porque no me hace falta, y porque no me quería ver influenciado, pero si escuchar un disco tres veces al día desde que me lo dieron es síntoma de algo, ya sabéis mi opinión sobre El perro es mío. Francisco Nixon es el proyecto de Fran Fernández (Australian Blonde, La Costa Brava) arropado por Richi Vicente (Tachenko, La Costa Brava). Muerto Sergio Algora (R.I.P.), el grupo La Costa Brava -en el que los tres militaban- se enfrentaba a un gran desafío: continuar sin Sergio o disolverse, y optaron por lo segundo. Así, las canciones en español de Fran pasaron a pertenecer definitivamente al repertorio de Francisco Nixon. Hasta ahora, el hombre las repartía entre sus dos proyectos, y hay que decir que estilísticamente no existía mucha diferencia.


¿Y cuál es el estilo de Fran Fernández? Pues el estilo de los ángeles, copón, el de Brian Wilson, el de David Crosby, el de Lennon/McCartney, el de Neil Young. Eso son palabras mayores, Porerror. Es que Fran es un popero de pro, señora. Otras de sus coordenadas son el sunshine pop, el folk rock sesentero, y el (buen) pop español de todas la épocas. Sabemos que él favorece también estilos como el Brill Building (Burt Bacharach y demás), el indie lo-fi o el tropicalismo. De todas partes toma un poco sabiamente, para cocer una poción de belleza en forma de sus canciones.

Poperos bonitos no escasean en España, ahí están Lori Meyers, Deluxe o Love of Lesbian, pero lo que realmente hace especial a Francisco Nixon son la calidad y la altura de sus letras, las de Fran y las de Richi. Encontramos en estas canciones la expresión íntima de un hombre sentimental, en el mejor sentido de la palabra, que dialoga de tú a tú con los temores, deseos, esperanzas y anhelos de las mujeres. También hay sitio para los cabreos, ¿eh? Pero siempre desde un punto de vista ingenioso y de exquisita elegancia. Por eso me fastidia tanto que recientemente las feminazis hayan tildado a Fran de machista, cuando el hombre es lo opuesto a Philip Roth, para que nos entendamos.

En este disco El perro es mío nos topamos de bruces con dos clásicos instantáneos del indie patrio: "Inditex" y "Erasmus borrachas". Solo los títulos ya causan sonrisa, lo sé, pero Francisco Nixon no va buscando el efecto novelty, sino la reflexión a través de lo cotidiano. Ejemplo de las letras: "Trabajas en Inditex, más guapa no puedes ser"; "Erasmus borrachas que llevan sandalias y tú vas corriendo el primero a mirarlas". Anteayer hablaba aquí de coloquialidad en las letras, el buen Migue comentó que las letras indie suelen ser pupita, la buena Karmen nos dejó un trocito de "Inditex" para argumentar lo contrario. En sus letras, Fran Fernández no es coloquial, pero sí trata de resultar familiar, y creo que lo hace estupendamente bien (conviene recordar que estamos ante el hombre que compuso "Adoro a las pijas de mi ciudad").


A Fran lo escolta Richi, que ya dio muestras de talento en otros discos, y que aquí es responsable de tres temazos: "Museo Británico" (sobre cualquier cosa menos el Museo Británico), "Notre Dame" (sobre cualquier cosa menos la catedral de Notre Dame) y "Reactor nº4" (sobre la tragedia de Chernobil). Las melodías de Richi son un poco parecidas entre sí (ahora que no nos oye nadie) pero sus letras son absolutamente impactantes. El nota se mueve en un surrealismo que no recordábamos desde los felices tiempos de El Niño Gusano. Se monta unas historias de amor que ya ya...: "puedo invitarte a dormir en mosaicos del Museo Británico"... "dos pelícanos van de la mano ante la autoridad a confesar/ que me vieron amarte en el zoo, y aquello estuvo mal"...

El perro es mío (qué odioso título, ¿no? Me gustaba infinitamente más "Erasmus borrachas", que era como se iba a llamar antes de que el sello Siesta exigiera el cambio) cuenta con otras cancionzazas más, es un disco redondo. Ahí está "Brackets", de la que todo el mundo está hablando ("Estás preciosa con brackets/ aunque tú creas que no"), "Mereces toda mi atención" (Caetano Veloso en casa de The Hollies), las evocadoras "Nombres y teléfonos", "Traficando"... En definitiva, un disco para disfrutar, para ponérselo y cerrar los ojos. Cínicos y pesimistas, abstenerse, y también los que ya no creáis en el amor.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Directos


Los fines de semana en Miciudad, cuando no estoy dejando que una abeja me pique en la cara o comiendo hamburguesas en locales Tex-Mex tengo otra afición muy bonita: ir a conciertos. La semana pasada fui a uno, que ya os conté, la que viene tengo entradas para otro. Esta semana he hecho doblete, el viernes y el sábado, con la particularidad de que ambos conciertos se celebraban en la misma sala, aun siendo de índole completamente opuesta.

El primer concierto era un asunto curioso: la final de un certamen municipal de música, actuaban dos grupos concursantes, El Gueto con Botas y Miguel Sánchez y Radio Girondo y un tercer grupo fuera de concurso llamado Helio, dizque leyenda local. La verdad es que yo fui a ver a Radio Girondo, porque me une una gran amistad a su líder y cantante Miguel Sánchez, pese a que el mamón nunca lee Estatuas Verdes. Aparte vi al primer grupo, de corte celta-fusión-buenrrollista. Dicho sea sin ánimo de mala leche, no me gustaron porque me aburrieron pero respeto su propuesta, que estaba muy currada (solo que no es mi estilo).


A los Helio no me quedé, en parte porque estaba muy cansado y en parte porque en el cartel anunciador se publicitaban como power pop, y me daba bastante miedo -sinceramente- lo que podía salir de allí (Miciudad y el pop, un maridaje problemático). Miguel Sánchez y Radio Girondo hacen una especie de pop rock de corte a veces indie a veces cantautor, pero el otro día sorprendieron a todo el mundo con una fuerza rockera inusitada. Incluso los fans de El Gueto con Botas (rastas, chándal de Jamaica, aroma a trócolo) movieron las cabezas extasiados al son de los poderosos riffs que Radio Girondo despachaban desde el escenario. Fue su mejor actuación hasta la fecha.

El segundo concierto que fui a ver es el de Iván Ferreiro, favorito personal (tampoco era la primera vez que lo veía en directo) y artista que, como ya se ha dicho aquí en ocasiones, cabalga entre lo comercial y lo indie. Si Los Planetas representan los más comercial de lo independiente, podría decirse que Iván Ferreiro es lo más tirando a indie dentro de lo comercial. O eso pensaba yo, vistas su música y su parafernalia de chapas, camisetas y demás. Los amigos que vinieron conmigo a este concierto eran o bien muy poperos o bien muy rockeros, y yo hubiera pensado que la propuesta de Iván Ferreiro iba a ser problemática pero en realidad creo que satisfizo a ambas sensibilidades.

A veces Smashing Pumpkins, a veces Radiohead, casi nunca Los Piratas, he aquí las claves de un hombre que se permite descalificar a Miguel Bosé por lo pesetero para acto seguido editar él mismo un disco (Mentiroso mentiroso en directo, 2008) idéntico a otro (Mentiroso mentiroso, 2008) solo que en vivo, jugada que el propio Papito hubiese firmado sin ambages.



Tras el concierto, que moló bastante, pudo verse a Iván firmando discos y entradas, charlando con la peña y haciéndose fotos con ellos, algo que la verdad no esperaba de él. Y no lo esperaba no porque sea antipático sino porque la sala estaba de bote en bote (se agotaron las entradas, de hecho, cuatro de mi pandilla hubieron de recurrir a la reventa), porque parece que este Ferreiro es una mini estrella.

El público no era indie, algún alternativo había, pero sobre todo gente normal, y sobre todo niñas, muchísimas niñas. No niñatas, me refiero a tías. Un amigo mío tildó la música de Ferreiro de “pop femenino” y es curioso que a mí nunca me lo hubiera parecido pero escuchando al público corear algunas de sus canciones y fijándome en las letras, un pelín de Alejandrosanzismo sí que hubo. Mejor para él, que venderá más discos.

La sala, ya lo he dicho, a reventar, un gran contraste con el concierto de la noche antes. No es que para ver a Miguel Sánchez y Radio Girondo no hubiera nadie, pero claro, el público fue escaso, y más comparado con el de Ferreiro. Y sin embargo no sabría decir con cuál de los dos conciertos disfruté más. En ambos casos me encontraba entre amigos, escuchando la música que me gusta… Porerror, ¡qué post de más buen rollo! ¿Qué queréis, que insulte a gente todos los días?

domingo, 2 de noviembre de 2008

DA: con un par


“Das muy bien en televisión, y Dani ha perdido el tren”
-La Costa Brava



Llevaba bastante tiempo queriendo escribir aquí sobre DA, en especial sobre su último disco Pulse y espere (2007). No sabía cómo hacerlo, le estaba dando vueltas hasta que me enteré de que venía a Miciudad a dar un concierto: “es la ocasión perfecta”, pensé. Para quien no lo sepa DA es el nombre artístico de Daniel Garuz, uno de los cantantes y guitarristas de La Costa Brava. Estuvo con ellos –si no me equivoco- en sus cinco primeros discos, de hecho lo nombran en una canción del cuarto.

Dani Garuz es autor del tema de La Costa Brava “La música, las drogas, el láser, las minifaldas”, en cuyo título me inspiré para hablar del ContemPOPránea. Ya sabéis que La Costa Brava es un grupo al que tengo muy presente en Estatuas Verdes, y que su líder Sergio Algora murió trágicamente este verano. Pues este DA o Daniel o Dani es un tipo cuya música en solitario también me parece superinteresante (¿Has dicho superinteresante, Porerror? Lo siento, señora, todos los días no se puede escribir bien), desde que escuché canciones de su primer disco en solitario en el glorioso (para el indie español) otoño de 2005: también sacaron disco Tarik, Sidonie y Lori Meyers.


Me compré aquel disco, Dormidos en el zoo, que me pareció estupendo, tenía todo lo que me gusta del pop: melodías pegadizas, letras inteligentes, guitarras chulas… y nada de ese aire del indie patrio que toma a los oyentes por imbéciles, sea por la vía ñoña o por la hermético-culturetoide. Tras tres años sin saber de DA deduje que se habría rendido, que lo habría abducido algún trabajo de oficina, de esos que los músicos indies españoles se ven obligados a tener porque son pobres. Un día, no sé si enredando por Internet, me da por mirar y descubro que DA había editado otro álbum, a finales del año pasado.

El disco –autoeditado- lleva ya un año en la calle pero yo no me había enterado. Del primero tuve noticia por Radio 3 (cómo no), de este, si no llega a ser por el azar, igual a día de hoy no tengo noticia. Esto se lo digo con cariño a Dani desde aquí: macho, búscate otra agencia de publicidad (él y yo sabemos por qué). Fue en el blog de otro ex Costa Brava (Fran Fernández) donde me enteré que DA estaba de gira, que venía a tocar a Miciudad por un precio tirado. Me hizo bastantísima ilusión, apunté el bolo en mi agenda y volví a escuchar Pulse y espere, que había comprado por correo hace tres meses.


Anoche acudí al concierto con un amigo, se lo había dicho a otros cuantos pero ninguno más se animó. Fui a una sala de Miciudad en la que se hacen muchos conciertos; no es que la acústica sea especialmente buena pero uno ha podido ver allí entre otros a la buena vida, El Niño Gusano, La Costa Brava, La Habitación Roja, Nosoträsh, Tarik y la Fábrica de Colores… es un sitio con bastante encanto, y mola estar allí de conciertito, codo con codo con la peña coreando las canciones. Después, como no es tan grande, es frecuente poder hablar con los artistas, hacerse fotos con ellos, que te firmen discos, comprarles merchandising, en fin, toda la parafernalia que convierte a la música en un hobby, y en este sentido Daniel Garuz no fue una excepción.

El concierto, con no ser como yo esperaba, estuvo muy interesante. DA defendió su repertorio con un par, acompañando de batería, guitarra, bajo y, en ocasiones, teclado. En su grupo están también Eloy Cases y Enrique Moreno, otros ex de La Costa Brava. Yo tenía curiosidad por ver cómo se portaban en directo unas canciones –sobre todo las del segundo disco- bastante movidas, y no faltaron los temas más bailables y discotequeros. DA tuvo su momento ochentero, bajándose del escenario a hacer breakdance entre el público.


Tampoco faltó el rap en “El entrenador” (tema que cerró el concierto), una canción muy chula pero no acabo de verlo a él en el papel (gente como el Sabina o Prince ya nos advirtieron de los peligros de meterse a rapero sin serlo). Otros temazos del segundo disco: “Warro”, “Botas blancas”, “Sekiemba berlaver”, “Tengo ganas”, y de su primera entrega no faltaron las dos que yo más esperaba “Todo puede ser” y “Velocidad absurda”, además de “Para siempre”, “Sopa y gazpacho”, “El futuro más acá”, “Tigres vegetarianos”, “Círculos polares” o su fidelísima versión del “Girlfriend In a Coma” de los Smiths: “Mi chica está en coma”.

En definitiva, que Dani Garuz y su grupo ofrecieron un espectáculo de primera fila dentro de la música indie española, y la cosa no deja de tener su mérito, puesto que el público de la sala que fue a verle anoche lo componíamos seis personas. Me quito el sombrero ante los artistas.

lunes, 6 de octubre de 2008

Oasis: desentierran su alma


¡No veas cómo estamos con el último disco de Oasis! Este fin de semana han caído unos cuantos disquitos (hasta en una feria del coleccionismo he estado) pero no es eso de lo que os he venido a hablar. De todo lo que me he comprado lo que más ilusión me ha hecho es Dig Out Your Soul (2008), el nuevo de Oasis. Curiosamente lo compré el viernes 3 de octubre, cuando en el Reino Unido su fecha de salida era hoy. Esto sí que supone una novedad y un frenesí para mí: lejos quedan ya aquellos tiempos en que había que ir a Londres para comprarse estas cosas (ahora habrá que ir por otros motivos).

Tranquilos que no me voy a poner nostálgico en plan “añoranza de los 90”. Podría escribir los versos más tristes esta noche y decir, por ejemplo, que los dos mejores grupos de aquella década fueron Oasis y Nirvana. Pero eso ya lo dijo hace unos años Paco Pérez Brian, y tampoco es cuestión de plagiarlo. Podría decir también que Dig Out Your Soul es el mejor disco de Oasis desde (What’s the Story) Morning Glory? (1995) pero eso os lo dejo a vosotros.


La recepción crítica ha sido unánime. El éxito también le acompaña: “The Shock of the Lightning” es número 3 de singles en UK por detrás de Pink y Kings of Leon. La canción es un temazo en la línea de “Rock and Roll Star” (la primera de su primer disco) que no se me va de la cabeza desde que lo escuché por la radio en Palermo el 19 de agosto. El álbum entero se edita hoy, ya digo, y será número 1 seguro; en América será Top 10. A lo mejor esto os parece una chorrada pero para mí es muy significativo porque Oasis son uno de mis grupos más queridos, prácticamente el primer grupo del que me hice fan hasta el punto de querer tenerlo todo de ellos, comprarme los singles por las caras B, etc.

Y me alegro de que se mantengan en el candelabro, copón. ¿Pues no andan por ahí gente como U2, REM o Metallica que en la actualidad son irrelevantes pero que cada vez que sacan disco y hacen gira se forran de billetes? Tienen muchos fans y cada vez se les van sumando otros nuevos. Pues a Oasis les pasa igual. Aliviados de la presión de ser “la gran esperanza blanca” del indie británico, los nuevos Beatles o los salvadores del rock and roll –algo que indefectiblemente conducía a una desilusión artística con cada nuevo disco que sacaban-, se han convertido en el grupo de rock de referencia de Gran Bretaña, que no es decir poco.

Volviendo a Dig Out Your Soul, el álbum se escucha de manera muy agradable, por fin Oasis han dado con el “Huevo de Colón”: 11 canciones y 45 minutos. Todo lo demás sobraba, a lo mejor no han tomado tanta cocaína para grabar este disco. Noel Gallagher sigue siendo el alma del grupo, pero ya “solo” compone 6 de los 11 temas, los otros son de su hermano Liam, de Gem Archer (ex Heavy Stereo) y de Andy Bell (ex Ride y ex Hurricane #1). Noel canta cada vez mejor (o utiliza mejores efectos de estudio, lo que sea es bienvenido) y Liam, como bien leí en una revista inglesa en 1997, es “simplemente la voz más carismática de su generación”.


¿Y qué encontramos en este disco? Pues pop-rock británico de corte clasicista, tirando por un lado a los 60 (Beatles, Rolling Stones, Who, psicodelia) y por otro al “sonido Manchester” (Happy Mondays, Verve, Charlatans, Stone Roses). Lo de esta peña con los Beatles es ya mítico: Noel está obsesionado, en cierta ocasión dijo que los dos primeros discos de Oasis eran mejores que los dos primeros de los Beatles, lo cual es verdad pero no significa absolutamente nada. Yo nunca he visto que les haya plagiado, solo versionado un par de veces, pero la sombra de los de Liverpool es alargada. En Dig Out Your Soul he detectado un par de samples no declarados (“Dear Prudence” y “A Day in the Life”) y hay extractos de una entrevista a John Lennon.

Dice Stephen Thomas Erlewine –el crítico musical- que Dig Out Your Soul suena como debió haber sonado Be Here Now en 1997 si entonces a Oasis no se le hubiera ido la olla. Totalmente de acuerdo: es lo primero que pensé la primera vez que escuché el disco. Tampoco me voy a enrollar aquí glosando una obra que se entiende perfectamente por sí misma, solo hay que atreverse a escucharla. Al hacerlo me saltan al oído dos o tres potenciales singles más, “Falling Down”, “I’m Outta Time”, “Waiting for the Rapture”… luego está la psicodelia suave de “Soldier On”, la energía bailonga de “The Turning”, todas las canciones tienen algo. Discazo: no apto para gente con prejuicios.

martes, 30 de septiembre de 2008

Vuelve Nena Daconte


“Al anochecer, cuando llegaron a la frontera, Nena Daconte se dio cuenta de que el dedo con el anillo de bodas le seguía sangrando”.
-Gabriel García Márquez



Tenía ganas ya de que llegara el día 30 de septiembre porque hoy se pone a la venta el segundo disco de un excelente grupo de pop español: Nena Daconte. La historia de este grupo (en realidad un dúo) mola porque contiene un poquitín de justicia poética, ella (Mai Meneses) fue concursante de la segunda edición de OT, de donde salió expulsada a las primeras de cambio. Él (Kim Fanlo) también proviene de la órbita de OT, al parecer fue músico de estudio o de la gira. Además de compañeros profesionales, parece que eran pareja –lo que siempre añade cierto morbo-, o no, o sí, no se sabe.

Lo de la justicia poética viene porque esta chica Mai, que según la leyenda urbana iba para registradora de la propiedad, como cantautora no tuvo mucho éxito. Hay una especie de maldición para los concursantes de OT, ni los que ganan se comen nada. Excepciones: Bisbal, Chenoa y Bustamante, y ya es mucho decir. Los que se van pronto… ni hablamos. Pero hete aquí que un par de años después Mai Meneses –cuyo nombre era un chiste para indicar el fracaso: lo juro, lo escuché en la tele- volvió con su nuevo proyecto para tapar bocas y darle en la cabeza a todo el mundo.

“Idiota” molaba, y más todavía “En qué estrella estará”. El resto es historia, este tema fue número uno de Los 40 durante cinco semanas, lo escogieron como sintonía de la Vuelta Ciclista a España 2006, Nena Daconte ganó un premio Ondas y muchos otros… El disco He perdido los zapatos (2006) debió venderse bastante, máxime porque se reeditó, incluyendo un remix de “Idiota” a cargo de Carlos Jean y una versión del tema de Dylan “The Mighty Quinn (Quinn the Eskimo)”, que pudimos escuchar también en un anuncio de Codorniú.


De repente Nena Daconte fue un éxito, y se codeaban con La Oreja de Van Gogh y El Canto del Loco. Y aunque su éxito ha sido mainstream, el que ha sabido verlo ha encontrado en su música un puntillo indie la mar de interesante. Nunca olvidaré el día en que vi el monólogo de un cómico de Paramount Comedy con una camiseta que decía: “Me gustan los Strokes pero más Nena Daconte” (versión castiza del eslogan “Me gustan los Strokes pero más Franz Ferdinand”).

Nena Daconte podían fácilmente haber caído del lado indie de la red, y sonar en Radio 3, tocar en el ContemPOPránea… solo les falta un hervor indie. Pero no me estoy quejando. Me alegro de su éxito, y admiro su gusto musical. A Mai Meneses, cada vez que la entrevistan no se le cae Elvis Costello de la boca (el mayor Personaje Oro de Estatuas Verdes), y en su Myspace, el dúo cita como influencias aparte de a Costello, a Radiohead, Weezer, Ella Fitzgerald, Metallica, Daft Punk, Los Rodríguez, Antonio Vega y Kiss.


Como el disco nuevo sale hoy (se titula Retales de carnaval -2008), no lo he podido escuchar. Pero sí que me he puesto hasta la saciedad en YouTube el nuevo vídeo del single adelanto “Tenía tanto que darte”. La canción me parece un acierto, un temazo de pop redondo. De nuevo, montando a caballo entre el mainstream y el indie, son los hermanos pequeños de Amaral (esto es un elogio): me atrevería a llamarlo power pop. El vídeo tiene la cantidad justa de paranoias, parece digno de Beck (esto también es un elogio, malpensados). Si no la habéis escuchado –aunque ya está hasta en los politonos de Cuatro-, dadle una oportunidad.

Habrá que ver cómo está el disco nuevo, y ver por dónde sale musicalmente. En Estatuas Verdes nunca hablamos de lo que no conocemos, así que no puedo opinar. Pero ya digo, el single promete bastante, y si lo que he leído en Internet es cierto, ha sido número uno en ventas de singles en España. Y, en fin, a falta de que Nena Daconte suenen en Los conciertos de Radio 3 los escucharemos en Cadena 100, y como me mole el Retales de carnaval, capaz soy de mandarme estampar una camiseta en la que ponga: “Nena Daconte me gustan más que la cadera de Bob Dylan”.

miércoles, 30 de julio de 2008

Sensaciones POP (y IV)


“Control de estupefacientes, ¿le suena de algo?”
(Agente de la Guardia Civil)

“Shubi dubi ye ye”
(La Casa Azul)


Como ya dejé caer por aquí, lo mejor del ContemPOPránea es la música, y lo segundo mejor la sensación de sentirse rodeado de gente con gustos afines. Lo tercero mejor, las risas. ¡Atiende, qué disfraz! No es que yo no seleccionara qué camisetas o qué chapas me iba a llevar, pero os aseguro que no le dediqué a la decisión ni cinco minutos de mi tiempo. Allí va peña que estoy seguro que se la pasan noches enteras en vela pensándose los atuendos.

Yo, que soy fan de los zapatos de tacón en las mujeres, reconozco que hay sitios donde no tienen lugar. Una clase de un instituto es uno de ellos. Una panadería, otro. Pues bien, amigos: parece que un camping y una piscina municipal sí son lugares apropiados para lucirlos. Como también para entretenerse lanzando pompitas de jabón con uno de esos botecitos (estoy hablando de gente que frisa los treinta años). Lo mismo podría decirse de la corbata, yo no me la pondría en julio a más de 30 grados, sobre todo si voy en bañador. Insisto: yo no, pero otros sí.


La música es la razón de ser del festival, es lo que aglutina a la mayoría de las camisetas: Deluxe, La Casa Azul, Teenage Fanclub, The Ramones, Blondie, Los Planetas, Los Beatles, The Smiths, Emma Pollock… pero no os preocupéis, que también las hay de Gracita Morales, Alfredo Landa, Naranjito (no fui el único, claro), clicks de Playmobil, mujeres barbudas, Maradona, la Dharma Initiative, Darth Vader o Carmina Ordóñez (esta última con la leyenda “Los verdaderos artistas no destacan por su obra sino por su vida”).

Tampoco es raro ver a alguien con un maillot de ciclista (¿Cuándo fue eso signo de indie-pendencia? Me lo he perdido…), de hecho había un pavo que una noche llevó el maillot amarillo del Tour de Francia (sutil homenaje a Carlos Sastre o al mundo de las drogas, no sabemos; supongo que lo registraría la Guardia Civil, igual que me registró a mí, de manera completamente injusta, abusiva, brutal y chulesca) y la siguiente noche el del equipo Kelme. Tal vez ese hombre pensó que iba a dar la nota, pero claro, aún tuvo que vérselas con aquel otro tipo que iba por las calles de Alburquerque paseando con correa a una cerda ibérica: in-su-pe-ra-ble.


Si pontificar entre tienda y tienda de campaña (“Para mí el grunge no es lo que hace Nirvana, para mí el grunge es lo que hace Pearl Jam”) se te queda corto, siempre te queda cantar directamente, temas de Maga, Los Chichos, Los Calis o la sintonía de Con las manos en la masa. Si no, te puedes ir un rato a la piscina a escuchar por megafonía el hilo musical, featuring Los Planetas, Lori Meyers, Sidonie, La Casa Azul, Hidrogenesse, Maga, Deluxe y hacer aspavientos cada vez que reconoces una canción (“¡Esta también os la he grabado, os acordáis?”).

No, xoxo, tus amigas no se acuerdan porque están pendientes de los modernos, igual que ellos de ellas en biquini. Si quieres reunirte con la guardia pretoriana friki musical como tú, habrás de acudir al pueblo (media horita en cuesta andando a la hora de la siesta, a 35 grados) a ver cómo se hace en directo el programa de Radio 3 Disco Grande. In illo tempore el programa era los findes, el sábado y el domingo del festival. Este año, es entre semana, como bien nos cantan Facto Delafé y las Flores Azules (“5 de la tarde, Julio en la onda”) y lo hubo jueves, viernes, y el lunes pasado fue un resumen/balance bastante completo. Yo acudí al programa del viernes (el día que llegué, el jueves lo que había era una fiesta previa), y estuvo muy bien. Hubo entrevistas a Deneuve y a Emma Pollock, muchas canciones guays y muchos guiños a la comunidad indie.


Si de verdad quieres molar puedes pintarte la raya del ojo dentro de la tienda de campaña a las siete de la tarde para no perderte los primeros conciertos. O llevar una camiseta envidioso-irónica que diga “Yo no voy al FIB” (siendo el punto sobre la “i” el símbolo de €). Si de verdad quieres molar puedes llevarte un pepino de medio metro en el equipaje, o puedes ponerte de acuerdo con un colega y compraros los dos la misma camisa marrón de rayas dos meses antes, con vistas a estrenarla en el ContemPOPránea. O puedes vacilarle a los socorristas de la nueva piscina al aire libre (gracias a Dios ya no hay que ir a la cubierta, donde otros años era obligatorio el uso de gorro), o puedes cargarte la ducha de la piscina, o tú y tus colegas podéis prorrumpir en un aplauso espontáneo con el simple objetivo de que se contagie y te siga todo el mundo…

El año que viene vuelvo seguro. Pero por más que lo intente y me estruje la cabeza nunca podré superar a mi ídolo estético de este año, el tipo con la camiseta en la que ponía el mejor eslogan posible. A saber: “Yo antes molaba”. Chapeau!

domingo, 27 de julio de 2008

Sensaciones POP (I)


“Algo nuevo, diferente y muy moderno”.
(La Casa Azul)

Hola, amigos, ya estoy de vuelta del ContemPOPránea 2008, ese festival de la escena indie que, según sus organizadores y los medios, mantiene las esencias poperas de España mientras otros (léase Festival Internacional de Benicàssim) las corrompen o las rinden al vil metal. Sin entrar en debates, hay que constatar que este festival es una monería: suele tener un cartel de ensueño, el aforo no supera las 5.000 personas y el ambiente es 100% popero.

Cuando hablé del cartel de esta edición hubo quien comentó que era de segunda fila. Claro, si lo que andas buscando es que actúen Madonna o Leonard Cohen. Pero hay que tener en cuenta un par de cosas (y no son meros paliativos): una, que hasta ahora el ContemPOPránea se ha centrado en la música llamada pop, y otra, que se trata de un evento que pretende atraer a lo mejor de la escena española. Por si eso fuera poco, este año se han quitado la careta y nos han ofrecido a tres artistas escoceses: Teenage Fanclub, Camera Obscura y Emma Pollock (nadie, ¿sabéis?).

Tracyanne de Camera Obscura lo dijo: jamás se parecieron tanto Albuquerque y Edimburgo, por lo del castillo, se entiende. Estoy acostumbrado a estas fantasmadas: le oí decir a un alcalde que mi ciudad y Rianxo estaban al lado… si se dobla por la mitad el mapa de España, claro. Un año más acudo a la zona de acampada del festival, lo prefiero a alquilar casa en el pueblo. La dureza del suelo, las infraduchas, la media hora andando hasta los conciertos no me los quita nadie, pero es un éxito encubierto. Un año más, la piscina municipal contigua, el ambiente popero, los modelitos y las anécdotas chorra no me las quita nadie.

Hablaré del pasado fin de semana en varios posts, con uno solo no me da. Ha habido muchos acontecimientos: el programa de Radio 3 Disco Grande, el piscineo (este año no he visto al chico del bañador y la corbata, pero sí a otro grande del año pasado: el doble de Corto Maltés), los conciertos… a veces, durante el día, casi se me olvidaba que lo que en realidad había ido a ver allí era ver actuaciones. Todo era como un día perfecto: piscineo a la sombrita, lectura de Premios Nobel (ya hablaré de ello), megafonía pop, bañitos… y de pronto me venía el recuerdo: ¡joder, si esta noche voy a ver a tal o cual en directo!

He querido mirar alguna crónica de prensa, lo confieso, para ver qué decían del festival. Pero no he encontrado nada, solo las típicas notas de agencia mal redactadas y plagadas de errores. A ver qué dice mañana Julio Ruiz en el Disco Grande que le dedicará al ContemPOPránea. Por mi parte, encuentro que la edición de este año ha sido fantástica, en lo organizativo y en lo musical. Siempre vendrá quien diga que fue una mierda, etc, lo que vosotros queráis. Yo me lo he pasado igual o mejor que en el 2007, he estado sensiblemente más cómodo y, al haber menos gente (o esa sensación daba: qué alegría que no tocaran Los Planetas) he podido disfrutar como un enano.

En lo musical, han repetido los dos artistas que más molaron la edición pasada: Deluxe y Lori Meyers, y ha habido que añadirles a Teenage Fanclub –los que me conocen saben que no es que me gusten, es que los sigo con fervor religioso desde hace más de una década. Como aperitivo, si tuviera que destacar los tres mejores temazos, aquellos que más me han emocionado en esta edición, diría

1) “Don’t Look Back” –TEENAGE FANCLUB
2) “Que no” –DELUXE
3) “Lloyd, I’m Ready to Be Heartbroken” –CAMERA OBSCURA

Por lo demás: todo riquísimo. Me he quedado ronco cantando, me he comprado chapas, he sido registrado por la Guardia Civil sin estar haciendo nada [ya solo le queda abusar de mí a la Poli Nacional!], he llevado camisetas de Naranjito y de Sergio Algora… en palabras de Óscar de Facto Delafé y las Flores Azules: “¡Porque este es un festival indie, coño!”

viernes, 18 de julio de 2008

La música, las tiendas, el tinto, las minifaldas



Solo queda una semana para mi acontecimiento del verano: el festival ContemPOPránea. Tal y como se decía en aquel anuncio del turrón de chocolate Suchard, “llevan un año esperándolo”. El año pasado tuve la suerte de acudir por primera vez a este festival de música “independiente” que se celebra en Alburquerque (Badajoz) y la verdad es que me quedé flipado. Lo comentaba el otro día con un amigo y lector, “En nuestra época de universitarios no había estas cosas”. “Sí las había, lo que pasa es que nosotros no íbamos”.

¿Quién era tan indie en 1996 como para plantarse en medio de Extremadura con una tienda de campaña e ir a ver a la buena vida, o quien quiera que actuasen allí ese año? Plantarse en medio de la provincia de Castellón con una tienda de campaña, eso era distinto. Pero el ContemPOPránea… demasiado nivel, dude.

Como decía, el año pasado tuve la suerte de ir, y cual si de los títulos de crédito de una peli de James Bond se tratase, nada más terminar me juré a mí mismo que volvería el año próximo. El cartel de esta edición (la treceava, que diría el ex ministro Narcís Serra) la verdad es que mete miedo: Teenage Fanclub, Camera Obscura, Emma Pollock (ex de Delgados), Deluxe, Lori Meyers, Sidonie, La Casa Azul, Lagartija Nick, Niños Mutantes, Facto Delafé, Tachenko, LKan, Deneuve, Montevideo, Germán Coppini & Maga…

Si no os mola la música pop indie, la lista anterior igual no os dice nada. Bueno, pues lo traduciré a dos idiomas. Idioma 1: Casillas, Puyol, Sergio Ramos, Fábregas, Iniesta, Güiza, Marcos Senna, David Villa, Fernando Torres… Idioma 2: José Tomás, El Juli, Sebastián Castella, El Cid, Javier Conde, Morante de la Puebla… Especial Idioma 3 para ese lector “anónimo” que siempre escribe todo en mayúsculas: Luke Skywalker, Han Solo, Ojos de Serpiente, Sombra, Optimus Prime, Tintín, el Capitán Haddock, la 101 División Aerotransportada…

El finde que viene estaré en el festival, así que no podré escribir durante un par de días, pero esperad con ilusión los posts de la semana siguiente porque serán buenos, o al menos jugosos. Para ir abriendo boca, os dejo con un TOP 10 “Momentos ContemPOPránea 2007” que me dejaron marcado. Espero que este año la cosa sea igual o mejor.


1. La pandilla con la camiseta que decía “Yo no quiero más tinto con Casera, lo que quiero es comerme a una popera”.

2. J (el de Los Planetas y Solynieve) despotricando en la radio contra la sucia música imperialista yanqui para que el locutor lo pusiera acto seguido versionando a The Byrds.

3. Los modernos con su (pen)último complemento de adorno: un
click de Famobil pegado con un imperdible.

4. El pavo con la camiseta que decía “Ninguna de vosotras es más guapa que Amélie”.

5. La emisión en directo del programa Disco Grande de
Radio 3 (ver n.2). A una chavala se le cayó un altavoz en toda la chorla y Julio Ruiz ni se inmutó (“Me eshtabash diciendo, Jota…”).

6. El tipo que iba a la piscina municipal vistiendo únicamente bañador y corbata (como dirían los Arctic Monkeys, “¡Hasta luego, innovador!”).

7. La estampa de toda la Modernidad ahíta de Cruzcampo y paella bajo el toldo de un chiringuito, eso sí, con Los Planetas sonando de fondo.

8. La reacción de 4.000 personas cuando el DJ ContemPOPráneo pinchó “No hay nada más triste que lo tuyo” de Hidrogenesse (con su inmortal frase “no hay nada más triste que los caballitos poni”).

9. El nota del stand de la compañía Elefant Records diciéndole al de al lado “¡Qué coñazo este grupo, no?” durante la actuación de Los Planetas.

10. Deluxe arrancándose por Juan y Junior con su emocionante versión de “Tres días”.

Y alguno dirá, “Porerror, si tan risible te resulta ese mundillo poppy, ¿cómo es que te dejas ver por allí?” Buena pregunta, igual que había quien decía que compraba el Playboy por los reportajes, os diré que yo voy a estos festivales “por la música”. Y en esta semana de homenajes terminaré como empecé (en el título), parafraseando al grupo La Costa Brava: adoro a los indies de mi país.

lunes, 3 de marzo de 2008

Me voy de moderno


Ya lo advertí en la primera entrada de este blog: no soy ni in ni moderno. Sin embargo, sí me permito decir que soy indie, más indie que tú, lector. Mientras veo a medias ese festival del humor que llaman Debate Electoral (¿hablamos de patatas, de bonobuses, de ruedas de bici…?), un querido amigo y lector me envía un mensaje en el que dice acerca de los candidatos que “están gigantes”. No puedo evitar sonreír y pensar en la canción de Deluxe titulada precisamente “Gigante”. España y yo, señora, somos así de indies. En lugar de galletas María yo desayuno mojando en leche vinilos de siete pulgadas.

Como en esto del indismo está la cosa muy mala y quien no corre vuela, hoy recurro al Diccionario del esnob del rock (2005), en el que David Kamp y Steven Daly nos advierten de que el tal esnob (modelo musical) “no resiste la idea de que tú sabes más que él sobre un determinado aspecto de la música”. A mí me ha pasado hoy, al leer con toda humildad el post que El perro lunar ha dedicado al interesantísimo grupo indie neoyorquino Vampire Weekend, que desconocía. Mañana ya iré diciendo que tengo de politono en el móvil su canción “Mansard Roof” desde hace meses...

Por eso me permito llamar la atención hoy sobre dos de mis artistas alternativos favoritos en lo que llevamos de 2008. El año ha empezado fortísimo, con nuevos discos de Radiohead y Supergrass, y otros en el horizonte de The Kooks, Young Knives o The Last Shadow Puppets (gente de Arctic Monkeys y The Rascals). Y eso solo en Gran Bretaña. Hace poco han salido a la venta dos discazos también británicos; el 21 de enero de 2008 se editó Falling Off the Lavender Bridge de Lightspeed Champion, y el 8 de febrero conocimos Hold On Now, Youngster… de Los Campesinos!


Lightspeed Champion es el nombre artístico de Dev Hynes, ex de aquel grupo indie-gamberro que eran Test Icicles. No sé si es él solo, supongo que se presenta con banda. De momento, la semana pasada actuó en la entrega de los premios de la revista NME con un señor disfrazado de Chewbacca a la guitarra, según me comenta mi contacto en Londres. Allí cantó la que a mi juicio es la canción del año (¿aceptamos por lo menos “estribillo del año”?), la preciosa y vitalista “Galaxy of the Lost”. ¿Es esto folk? ¿Anti-folk? ¿Pop de cámara? No sé, me dice un amigo tras ver el videoclip, pero es curioso.

Dejando aparte su estrafalario aspecto (gafunis de pardillo, guedejas mal peinadas, ropa penosa) y su bizarra puesta en escena (ahí está YouTube), este Lightspeed Champion es un auténtico fenómeno del pop indie. Canciones bonitas, señores, bonitas. Violines, instrumentos de viento, guitarras acústicas, armonías vocales… y todo envuelto en unas letras inteligentes y una estructura de canciones no previsible. Le escuchamos cantar “Esto se está yendo todo a la mierda” tan dulcemente que parece que nos está pidiendo rollo.


Si hablamos de sorpresa y de música divertida es ineludible la mención al septeto galés Los Campesinos! En un mundo post-Belle & Sebastian hay que tener cuidadín con los grupos lánguidos cimentados a base del contraste de vocecillas masculina y femenina (todavía estoy en tratamiento tras escuchar esta tarde en Radio 3 a los grupos finalistas del concurso de maquetas del festival ContemPOPránea 2008). Los Campesinos! no son para abrirse las venas, son divertidos.

Su tema ganador es el single “Death to Los Campesinos!”, un cuidado ejercicio de pimpinelismo popero en torno a un episodio de choriceo en una tienda (entre otras cositas). Sus títulos largos y pseudointeligentes (p.ej.: “Así se escribe ‘Ja, ja, ja, hemos destruido los sueños y esperanzas de una generación de falsos románticos’ ” –esto es, traducido, el título de una canción) nos recuerdan a otros ilustres indies galeses como Super Furry Animals o Gorky’s Zygotic Mynci. También sus gritos, cambios de ritmo y concepto festivo de la música, entendida como broma. Y es que la música debe ser divertida, es una broma. Salvo que me toquéis las bolas indies, ¿eh? Entonces me pongo muy serio.

jueves, 7 de febrero de 2008

Juno: Retrato de la preñada adolescente


Señoras y señores: se ha producido una injusticia y como tal hay que decirlo. Ya cuando vi las nominaciones a “Mejor guión original” de los Oscars de este año me olió a pescadilla que se quedase fuera la peli Viaje a Darjeeling (bueno, de esa y de todas las categorías, ya puestos a denunciar). Vi que sí estaban nominadas Juno, Ratatouille, Michael Clayton y otras dos de las que no había oído hablar. Entonces no había visto ninguna de ellas, pero hoy he visto Juno y de ella quiero hablaros. Cierto que en sí esta peli no es responsable de haber dejado fuera a Darjeeling, pero en mi cabeza sí lo es, puesto que viene a copar el nicho de peli “independiente/friki” tan del gusto de la Academia americana en los últimos años.

¿Hace falta recordar los galardones de Casi famosos, Lost in Translation, ¡Olvídate de mí!, Entre copas (este como “Guión adaptado”) o Pequeña Miss Sunshine en lo que va de década? El propio Wes Anderson, director de Viaje a Darjeeling, estuvo nominado en 2001 por su peli Los Tenenbaum, aunque ese año ganara Gosford Park. Las pelis aquí citadas tienen en común su punto friki, alternativo y falsamente anticomercial. Eso es lo que ofrece Juno (no nos engañemos) y por eso yo la veo la directa competidora de mi favorita de este año.

Juno es mi comedia indie anual (el médico me había avisado de que ya me tocaba pronto). Y es que esta peli lo tiene todo: críos inadaptados en los papeles principales, está ambientada en la América profunda (no la de los tiros de Bardem: la de andar por el bosque 10 km para ir a la tienda), títulos de crédito de animación un tanto desvaídos, una banda sonora con canciones indies lo-fi… Todo esto lo vimos ya en Thumbsucker (2005) o Algo en común (Garden State, 2004)… ¿qué es entonces lo que aporta de nuevo Juno, esta comedia de Jason Reitman que se presenta como la “tapada” de los Oscars de este año (cuatro nominaciones: mejor guión, peli, director y actriz principal)?

Básicamente es la historia de Juno McGuff, (llamada así por Juno, la versión romana de la diosa Hera, cuya experiencia con los bebés incluye intentar matar a Hércules en la cunita), una chica de 16 años que de buenas a primeras se queda embarazada. Para Juno, hacer el amor consiste en sentarse en una silla, como si de un sketch de Peter Cook y Dudley Moore se tratara (el del padre y el hijo hablando de sexo). La chica (interpretada por Ellen Page, la que hacía de Kitty Pride en la tercera parte de X-Men) se debate entre abortar o tener el bebé y darlo en adopción, ya que desde el principio se ve incapaz de quedárselo y criarlo ella. El padre de la criatura es su amigo del instituto (Michael Cera, el de Supersalidos, quien nos da una idea de cómo debió ser Beck en su adolescencia), y, en fin, aparece en escena una pareja con posibles interesada en adoptar al niño, de vez en cuando salen por ahí la mejor amiga y la familia de Juno… todo ello presentado con la revolucionaria estructura narrativa de cuatro partes correspondientes a las cuatro estaciones del año: otoño, invierno, primavera y verano (en orden cronológico).

Lo que más me ha gustado de esta peli han sido sus diálogos, frescos y chispeantes (por servirme del cliché). En serio, las situaciones se prestan a intercambios de frases muy ingeniosas, y supongo que por eso habrán nominado a la autora, Diablo Cody (un nombre que merecería el Oscar al mejor seudónimo), al Oscar de guión, y no por la historia en sí, que está sacada directamente de un telefilme de los de por la tarde en Antena 3. Otro de los grandes puntos fuertes de Juno es su exquisita banda sonora, preñada (nunca mejor dicho) de canciones indies de Belle & Sebastian, Moldy Peaches o Cat Power junto a clásicos imposibles de los Kinks, Mott the Hoople, Buddy Holly o una versión de los Carpenters cortesía de Sonic Youth. Mención aparte merecen los temas que para la peli ha hecho Kimya Dawson, ex de Moldy Peaches, en una línea de puro twee o anti-folk.

Entonces, ¿la peli mola o no? Sí, coño, id a verla y ya me contáis. Juno está bastante bien… muy bien (¡... dejad de gritarme!). Es solo que vengo cabreado por lo que comentaba al principio acerca de las nominaciones de este año. Es una historia entretenida, a ratos graciosa y a ratos tierna, que bien vale una entrada de cine. Y además podéis salir tarareando un par de los pegadizos y depresivos temas de la banda sonora. Ahora bien, que nadie vaya a verla pensando que se va a encontrar con un prodigio de guión tipo Reservoir Dogs (1992) o Réquiem por un sueño (2000) ni con una Biblia juvenil tipo Reality Bites (1994) o Solteros (1992). Mi consejo: si queréis ir este año a una buena peli sobre la maternidad y los problemas de las familias, corred a ver Viaje a Darjeeling. Y si ya la habéis visto, haced como yo y vedla otra vez, como desagravio por su omisión en los Oscars.

viernes, 4 de enero de 2008

Mëh encantan Nosoträsh

Como en una pinícula de Tarantino, me digo a mí mismo: “¿Por qué seré tan jodidamente esnob?” Esto lo pienso mientras escucho el álbum Mi vida en un fin de semana de Nosoträsh (2002), un LP de vinilo blanco que compré en Internet por 2 euros, en mi flamante plato giradiscos. Entonces caigo en la cuenta de que la última entrega de Nosoträsh (el soberbio Cierra la puerta al salir) data del 2005, y de que vamos para tres años sin material nuevo de estas chicas asturianas.

Recuerdo que hace poco leí en un foro una discusión acerca de si Nosoträsh seguían o se habían separado. La conclusión era que el grupo seguía existiendo, nominalmente, pero que sus componentes hacían cada una su vida y tenían sus trabajos, y que solo se juntaban para tocar en directo o grabar. Aparte, sabido es que la bajista Mar (ex Undershakers) es el 50% del dúo Pauline en la playa, y que Malela ahora se está abriendo camino con el grupo Grande-Marlaska (antiguos Garzón) y su “pop de izquierdas”. Cuando en el hiperpublicitado y redifundido primer episodio de la serie Gominolas sonaron dos canciones de Nosoträsh, llegué a pensar que estábamos ante un nuevo advenimiento del conjunto femenino, pero el tiempo pasa y ni en su web oficial ni en la de su casa de discos (Elefant Records) se anuncian novedades para el 2008.

Sus fans reclamamos material nuevo, pero entre tanto nunca es tarde para ir revisitando su corta pero jugosa discografía. Aquel single inaugural, “Voy aterrizar” (sic), con el que ganaron el concurso de maquetas del ROCKDELUX hace casi doce años. Su desgraciadamente descatalogado álbum de debut (Nadie hablará de… Nosoträsh, 1997), del cual hasta Natalia la cantante me confesó que ni ella tenía copia cuando le pedí que me lo firmara el año pasado en un concierto. Esto fue un intento de lanzarlas por parte de la multinacional discográfica RCA, que nunca creyó en ellas ni las promocionó, a pesar de contar con un material excelente. No sé en qué andarían pensando.

Luego, tras un hiato vino el citado Mi vida en un fin de semana, el delicioso Popemas (2003) y el ya alabado Cierra la puerta al salir. Por el camino quedaron varios EPs y algunas rarezas, como las versiones de los temas de la Movida ¨Extraños juegos¨ (Los Zombies) o aquella gamberrada de Almodóvar & MacNamara titulada ¨Quiero ser mamá¨. En estos trece años de carrera Nosoträsh han cambiado mucho de formación, de la inicial quedan Natalia, Bea, Cova y Malela (quien se fue y volvió). Últimamente tocaban con Mar Álvarez al bajo y Xabiel Vegas (de Manta Ray) a la batería.

Todo esto puede resultar un pequeño lío, y en realidad da igual. Lo importante de Nosoträsh no son los datos sino la música, las canciones, que sin ser feministas (gracias a Dios) han aportado al indie español el punto de vista de las mujeres. Su visión se plasma en las letras, llenas de humor y de agudeza, casi siempre engañosamente simples. Pueden ser dulces, tiernas, rencorosas, sexys, melancólicas o frívolas, según toque. Y su música es preciosa, pop melódico con algún que otro guiño al ye-yé y a las raíces norteamericanas.

Desde aquí invito a los que no las conozcáis a que busquéis sus discos, son de lo mejorcito del pop español. Y, en fin, no voy a volver a lo de “es una injusticia que no suenen por la radio, etc, etc…”, que ya es un clásico de Estatuas Verdes. Me voy a limitar a seguir escuchando el vinilo y a disfrutar.

 
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